Inversión en EEUU: Opciones para hacer frente al riesgo divisa

Es por todos conocidos el papel fundamental que la diversificación toma en la construcción de carteras. Sin embargo, y para sorpresa de muchos expertos, es aún común observar que un gran porcentaje de carteras gestionadas por asesores en nuestro país tienen una altísima exposición a renta variable española, dejando poca cabida a otras regiones geográficas e incluso dejando sin exposición al mercado por excelencia, que es el de Estados Unidos. Y este último hecho es bastante relevante, ya que Estados Unidos representa alrededor del 46% del mercado de capitalización bursátil mundial y por tanto no debería excluirse cuando un inversor considera invertir en el mercado de renta variable.

Por tanto, sería un grave error que las carteras actuales no tuviesen exposición a la primera economía del planeta, en mayor o menor medida, dado el perfil del cliente. Dicho esto, muchos inversores quizás destaquen que una de las razones por la que no hay mayor exposición a dicho mercado se debe al riesgo-divisa, por lo que existe una mayor preferencia a la hora de invertir en productos financieros que coticen solamente en euros.

Sin embargo, ante este temor debemos señalar las claras ventajas de la incorporación de acciones o fondos extranjeros en la construcción de una cartera, especialmente al permitir en muchos casos la utilización de clases de activos con baja correlación entre sí, que en proporciones adecuadas reducirán la volatilidad total de la misma. De esta forma, y antes de sobreponderar la exposición en el mercado estadounidense, sería interesante examinar que opciones existen para contrarrestar los temores al Currency Risk.

Partiendo de que la paridad entre las divisas euro/dólar en la actualidad es sumamente difícil, entendemos que nuestras inversiones en mercados extranjeros estarán expuestas a las fluctuaciones sufridas por los tipos de cambio y, para tratar de evitarlas, éstas serían las opciones más utilizadas:

- Uso de coberturas a través de contratos de futuros u opciones, dependiendo de si el inversor considera que su divisa base crecerá o no en el futuro.
- Una alternativa más sencilla y líquida de cobertura, sería la utilización de currency-focused ETFs. Estos fondos cotizados replicarían un índice al que se añadiría un contrato forward con el objetivo de cubrir el riesgo divisa.
- Contratación de un seguro de cambio a través de una entidad financiera mediante el cual el inversor y la entidad acuerdan intercambiar una cantidad de divisa a un precio fijado en una fecha determinada.
- Utilización de la regla dollar cost average, que implicaría invertir periódicamente la misma cantidad en los mercados, independientemente si éstos están subiendo o bajando y del tipo de cambio. Es decir, invirtiendo una cantidad cada cierto tiempo, en ocasiones compraremos cuando el tipo de cambio sea más alto y en otras cuando esté más bajo y esto significaría que el inversor difunde su riesgo divisa a lo largo del tiempo.

Por tanto, según el tipo de inversor se podría utilizar un tipo de cobertura diferente. No obstante, no es recomendable el uso de estrategias basada en derivados para aquellos inversores que no estén familiarizados con el funcionamiento de los mismos y adicionalmente, algunas estrategias mencionadas llevan asociadas altas comisiones por lo que sería conveniente analizar si realmente al usar coberturas en una cartera contra el riesgo divisa se incurre en más gastos de los necesarios. Finalmente, y para inversiones a largo plazo la regla del Dollar Cost Average sería una opción bastante interesante a considerar.