Inversión oportunista en renta fija global, con Natixis-Loomis Sayles

TRIBUNA de Paula Mercado, directora de análisis de VDOS.

Los mercados de renta fija registraron rendimientos más moderados que los de renta variable durante 2021, con el índice Bloomberg Global Aggregate Bond Index terminado el año con un –1,39%. Tras la ampliación de los diferenciales de crédito en 2020, terminaron 2021 en niveles más estrechos que los anteriores a la pandemia. En general, los bonos corporativos superaron a sus equivalentes soberanos. La dispersión entre las dos clases de activos fue mucho menos pronunciada que durante el año anterior, con los bonos corporativos globales generando un retorno superior al de los bonos soberanos en un 0,82%.

Para 2022, el consenso de mercado es que los bancos centrales apliquen progresivamente una política monetaria más restrictiva, por lo que no debería ser una sorpresa negativa para los mercados. Especialmente si, tal como se espera, las tasas de inflación durante el año descienden de manera significativa, lo que no justificaría aumentar el ritmo en el incremento de tipos de interés. Por tanto, podría esperarse un aumento moderado, pero sostenido de los rendimientos en gran parte de los mercados de bonos y, por tanto, un comportamiento por rentabilidad más débil, incluso si tenemos en cuenta el potencial de mayores retornos de los bonos corporativos.

Con este entorno de mercado para 2022, en el que la diversificación y la selección individual de títulos de calidad pueden ser grandes aliadas, el fondo Loomis Sayles Global Opportunistic Bond Fund es una alternativa a considerar. Encuadrado en la categoría VDOS de Renta Fija Internacional Global, obtuvo durante 2021 una rentabilidad de 2,62%, en su Clase I/A en dólares.

Cartera

Tomando como referencia de gestión el índice Bloomberg Barclays Global Aggregate, invierte su cartera principalmente en títulos de renta fija de emisores ubicados en cualquier país del mundo, seleccionados según resulte oportuno. Como mínimo, dos tercios de estos títulos tienen calificación de grado de inversión (investment grade).

La filosofía de inversión de Loomis Sayles Global Opportunistic Bond Fund se basa en la creencia de que la gestión activa dinámica puede explotar las ineficiencias de los mercados globales y capturar las primas de riesgo disponibles en todo el conjunto de oportunidades. El estilo de gestión activa del equipo se basa en un equipo de inversión estable y experimentado, una cultura de investigación colaborativa y un sólido marco de riesgo basado en la tecnología. El equipo combina un enfoque fundamental ascendente para la selección de emisiones con una amplia superposición del entorno macroeconómico.

Equipo gestor

El equipo cree que las asignaciones tácticas a través de la gestión eficaz de la beta, junto con el análisis del nivel de seguridad ajustado al riesgo, constituyen un motor fundamental para la generación de alfa. Las amplias capacidades de análisis de la gestora permiten al equipo identificar tendencias macroeconómicas clave e incorporar asignaciones a divisas, curvas de rendimiento y oportunidades corporativas globales, seleccionadas para generar ideas de alfa de alta convicción. Su estilo de gestión value aprovecha las capacidades de análisis macroeconómico, soberano y crediticio de que dispone el equipo gestor para generar ideas de alfa de alta convicción.

El equipo gestor lo conforman David Rolley, Lynda Schwitzer y Soctt Service. David Rolley es Vicepresidente, Gestor de Carteras y Codirector del equipo de Renta Fija Global de Loomis, Sayles & Company. Con 41 años de experiencia en el sector de la inversión, cogestiona los fondos Loomis Sayles Global Opportunistic Bond Fund y Global Allocation, además de otros productos fuera de EE. UU. y múltiples carteras de bonos globales y de mercados emergentes. Antes de incorporarse a Loomis Sayles en 1994, fue Director de Análisis de Mercado de Capitales Internacional en DRI/McGraw-Hill. También fue vicepresidente corporativo y economista senior de EE. UU. para el grupo de renta variable institucional en Drexel Burnham Lambert, y economista financiero jefe en Chase Econometrics. David se licenció en el Occidental College y realizó un postgrado en Economía en la Universidad de Pensilvania. Fue presidente de la Asociación de Economistas de Negocios de Boston (Boston Association of Business Economists).

Gestión

El objetivo del fondo es proporcionar a los inversores una atractiva rentabilidad ajustada al riesgo, con carteras gestionadas por el equipo gestor y decisiones de inversión basadas en el análisis. El equipo toma ideas a partir de un amplio universo global de valores que incluyen crédito corporativo,  ABS y MBS (títulos respaldados por activos, incluyendo hipotecas), así como valores soberanos o cuasi soberanos y de agencias. El equipo identifica las principales tendencias macroeconómicas y se centra en divisas atractivas, curvas de rendimiento y una selección de emisiones corporativas globales. El proceso de inversión está diseñado para producir múltiples palancas de alfa basadas en las oportunidades disponibles en las condiciones actuales del mercado.

A partir de la información recibida del equipo de análisis de la gestora, el equipo participa activamente en los equipos sectoriales para debatir sobre perspectivas y formular las recomendaciones que hacen a toda la entidad gestora. El equipo de renta fija celebra reuniones periódicas para refinar las convicciones sobre temas generales y sopesar las ideas de inversión individuales, generadas a partir de su proceso formalizado de Equipos Sectoriales o en respuesta al análisis en tiempo real de los acontecimientos del mercado.

El equipo sopesa continuamente el atractivo relativo de cada título en la cartera. Una vez adquirido, se asigna a cada título un valor relativo, con respecto a una curva local relevante de bonos soberanos. Al supervisar el diferencial de rendimiento sobre esta curva, pueden juzgar hasta qué punto les compensa asumir el riesgo. Si los diferenciales se reducen hasta un punto en el que determinan que ya no les compensa adecuadamente el riesgo, tratarán de vender los títulos que tengan en cartera y sustituirlos por una posición que ofrezca una mayor ventaja por rendimiento. Este seguimiento diario de los diferenciales de rendimiento, junto con su análisis crediticio continuado, actúa como su disciplina de compra y venta para todos los valores.

La duración de los títulos en cartera es de +/- 2 años (+/- 1 año para países del G3 y +/- 0,5 años para el resto de los países, incluyendo mercados emergentes). En Divisa, +/- 15% es divisa activa (+/- 10%, para países del G3 y +/- 5%) para el resto de los países, incluyendo mercados emergentes). La asignación a High Yield puede ser de hasta 20%. La cartera puede incluir sectores no cubiertos por el índice de referencia Bloomberg Global Aggregate Index, como Titulizaciones de Crédito, High Yield (coporativa y de paises) y títulos Referenciados a la Inflación.

La cartera global agregada del fondo mantiene más de 200 valores, a menudo con más de un valor por emisor. Las cinco mayores exposiciones a 31 de octubre de 2021 son: Bonos del Tesoro de EE. UU. (18%) Bonos del Gobierno de Japón (12,10%) FNMA (8,80%) Bonos del Gobierno de China (7,40%) y Bonos del Gobierno de España (2,40%). La mayor asignación en títulos individuales del fondo es un bono gubernamental chino denominado en renminbi con vencimiento en 2025, con una ponderación del 6% (en total son 3 las emisiones de bonos gubernamentales chinos en la cartera del fondo, representando un 7,40%). El mayor emisor es el Tesoro de Estados Unidos, con un 18% ( 7 títulos individuales). Utilizando las definiciones sectoriales de nivel 3 del índice Bloomberg, a la misma fecha, sus mayores posiciones por sector corresponden a Bonos Globales del Tesoro (51%) (13,90% de mercados emergentes) Agencias y MBS (7,90%) emisiones corporativas del sector Bancario (4,80%) y de Transporte (3,70%) y Supranacionales (2,80%).

Análisis de rentabilidad

Por rentabilidad, el fondo bate al índice de su categoría en los cuatro últimos periodos anuales, 2018, 2019, 2020 y 2021. A tres años, su controlado dato de volatilidad de 4,78% lo sitúa entre los mejores de su categoría por tal concepto, en el quintil cinco. También bastante controlado es el dato de volatilidad en el último año (3,80%) posicionándose en el quintil cuatro, en el segundo mejor grupo de su categoría VDOS de Renta Variable Internacional Global. En este último periodo, su Sharpe es de 0,83 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 3,19%. La suscripción de la clase I/A en dólares de Loomis Sayles Global Opportunistic Bond Fund requiere una aportación mínima inicial de 100.000 dólares (aproximadamente 88.122 euros) aplicando a sus partícipes una comisión fija global única de 0,90%. El fondo cuenta con una clase R/A en euros, más adecuada para inversores retail, con un requerimiento de inversión de 1.000 euros y comisión fija de 1,50%.

La clase I/A en dólares es elegible para cliente Professional y Contraparte elegible, así como para Asesoramiento independiente, Professional y Contraparte elegible, para Asesoramiento no independiente sin acuerdo de honorarios, Profesional y Contraparte elegible y Asesoramiento no independiente con acuerdo de honorarios, Profesional y Contraparte elegible.

Según el equipo gestor, en cuanto a expectativas macroeconómicas, el crecimiento mundial por encima de la tendencia sigue siendo la hipótesis de base para 2022, ya que muchas economías rezagadas se ponen al día, las disrupciones de la cadena de suministro se relajan gradualmente y las medidas para contrarrestar el impacto económico de Covid resultan eficaces. En cuanto a las presiones inflacionistas, esperan que retrocedan gradualmente a lo largo del año, pero la incertidumbre respecto al momento en el tiempo y la escala precisos, junto con las señales de aumento persistente de los costes laborales y de la vivienda, podrían crear volatilidad y oportunidades tácticas en todos los mercados.

Estiman que las medidas políticas serán cada vez más favorables en China, a medida que se acerque el XX Congreso del Partido, aunque las medidas de ‘cero-Covd’ y la debilidad del mercado inmobiliario y de consumo pueden seguir planteando dudas a corto plazo sobre el papel de China como motor del crecimiento.

Incluso con los cambios previstos en la política fiscal y monetaria, las condiciones financieras del G-4 siguen siendo en gran medida favorables y el exceso de ahorro acumulado en todo el mundo debería ofrecer cierta protección frente a cualquier sorpresa negativa derivada de la evolución de la renta variable, los nuevos cierres relacionados con Covid, la geopolítica o las cadenas de suministro.

Los rendimientos de la deuda pública mundial siguen siendo elevados en relación con el crecimiento y la inflación previstos. La estela dejada por las políticas de la Fed, el BCE y otros bancos centrales en sus mercados de bonos locales debería mantener la presión al alza sobre los rendimientos de los bonos, incluso si la velocidad de las subidas de los tipos de interés oficiales en 2022 sólo cumple las expectativas del mercado.

Por otra parte, los beneficios empresariales y la escasa presión sobre los márgenes favorecen los fundamentos crediticios y las perspectivas de impago. Cualquier inestabilidad en las valoraciones provocada por el entorno de aumento de los rendimientos se vería probablemente como una oportunidad.

La evolución del fondo en los últimos tres años, especialmente por su controlada volatilidad, hace a Loomis Sayles Global Opportunistic Bond Fund merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS en su clase I/A en dólares.