Inversiones ESG: ¿mejor gestión activa que pasiva?

Inigo_Bilbao_Goyoaga_05_2016
Iñigo Bilbao

TRIBUNA de Íñigo Bilbao-Goyoaga, partner de Estudios Bursátiles SL y experto en fondos de inversión e inversión colectiva.

El presidente de MSCI Inc indicaba recientemente que las inversiones en el mundo están cambiando a una gran velocidad debido a un movimiento hacia inversiones sostenibles. Esto va a afectar los precios de los títulos valores, así como el riesgo y retorno de las inversiones, llevándonos esta nueva reasignación del capital hacia nuevos sectores y empresas en las próximas décadas. Por lo tanto, la sostenibilidad se ha convertido en una parte esencial a tener en cuenta en las inversiones a largo plazo.

Esto se puede visualizar muy bien con un ejemplo. En julio de 2020 la capitalización de Tesla (fabricante de coches eléctricos) superó por primera vez la de Exxon Mobil (quinto mayor productor de energía fósil). Hace tan sólo siete años Exxon era la mayor compañía por capitalización bursátil del mundo valiendo en bolsa cerca de 415.000 millones de dólares, habiéndose reducido actualmente su capitalización a la mitad. Mientras que Tesla hace siete años valía 4.500 millones de dólares y ahora vale 188.000 millones.

Al igual que con cualquier inversión, hay detractores de la gestión pasiva en el ámbito del ESG. Existen informes que indican que para hacer una buena gestión sostenible es imprescindible que esta sea activa. Sobre todo, enfatizan la necesidad de participar en las votaciones de las decisiones corporativas. Hay también una visión intermedia que indica que la gestión pasiva participará de forma light (light Green) en las votaciones sobre temas ESG en las juntas de accionistas eliminando en sus filtros las empresas con peores puntuaciones, frente a una fórmula más profunda (Deep Green) a través de una inversión activa, que premiará a las empresas con mejor puntuación.

Sin embargo, los grandes emisores de fondos indexados y ETF, tienen claro que quieren participar de esta tendencia imparable en las inversiones. La inversión ESG pasiva está creciendo en Europa. El 4% de las inversiones en ETF eran ESG en Marzo 2020. Aunque esta proporción parezca pequeña, el 20% de las inversiones que se han hecho en ETF desde enero 2019 han sido en vehículos ESG. La mayor parte es en renta variable pero la renta fija va cogiendo también impulso. Así mismo están preparando tanto argumentos como productos nuevos cada vez más sofisticados:

Va a haber ETF que tengan filtros específicos para cada tipo de necesidad de los clientes. Estos filtros van a cubrir desde la igualdad de género, a filtros de ratings de emisión de CO2, de energías renovables, de cumplimiento en el campo de los derechos humanos o laborales, o de productos vicio (“vice products” en inglés como, por ejemplo, el juego el tabaco o el alcohol), además de filtros de rating de alineamiento con las reglas marcadas por Naciones Unidas en el ámbito del ESG por mencionar algunos.

También se van a emitir ETF que cuantifiquen el impacto de sus inversiones en aspectos como el cambio climático, preservación del agua, uso de energías renovables o igualdad de género por mencionar campos que se están solicitando por diferentes clientes.

Y, por supuesto, aquellos proveedores de productos pasivos más adelantados harán oír sus opiniones en las juntas de accionistas de las empresas, para establecer un dialogo en todos los ámbitos que requieran la atención de sus inversores, incluido el de la gobernanza.

Podemos, por lo tanto, concluir diciendo que la gestión con criterios ESG va a crecer en la próxima década y lo hará en todos sus campos, tanto en gestión activa como en gestión pasiva en sus dos modalidades de fondos índice y ETF, conviviendo ambos estilos juntos.