Invertir en global macro

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Cedida

Cuando se invierte en los mercados financieros durante más de dos años, existen dos o tres cosas sobre las que uno puede estar seguro:

- Se van a producir crisis de mercado. 2001 con la burbuja dot.com, 2002 con los escándalos de Enron / Worldcom, 2008 con las subprimes y Lehman Brothers o 2011 con los países periféricos, etc… y solo considerando los 15 últimos años. Los mercados reaccionan de forma exagerada, en ambos sentidos, y hay que ser consciente de ello.

- Hay que prestar atención a los mensajes emitidos por los principales Bancos Centrales. La gente piensa que Georges Soros está siempre luchando contra el Banco de Inglaterra y ganándole la batalla, pero la mayoría de las veces acabaremos perdiendo dinero si apostamos en contra de un Banco Central. Además, no todos somos Georges Soros.

- Si Vd. es un buen gestor de cartera, con un proceso de inversión consistente y un equipo sólido, podrá acertar en un 60% de las veces y equivocarse en un 40% de las mismas. Esto significa que para ganar dinero, deberá asegurarse de que gana mucho más cuando acierta que pierde cuando se equivoca.

Y todas estas afirmaciones son, actualmente, incluso más ciertas que hace 10 o 20 años. Vivimos en un mundo cíclico, en el cual los ciclos son cada vez más cortos y los mercados se centran en los movimientos a corto plazo más que en cualquier otra cosa. Todo esto significa que necesitamos asignar el capital de forma dinámica y, sobre todo, conocer qué nivel de riesgo estamos asumiendo en todo momento.

Cuando se invierte en distintos activos en los mercados financieros, lo más importante son las características de riesgo/rentabilidad de las operaciones. Hay que saber, o como mínimo tener una fuerte convicción, sobre la situación actual de precios de los mercados. Hay que conocer cómo están posicionados los principales actores financieros, cuáles son las dinámicas de los flujos financieros, cuánto dinero se va a ganar si acertamos, pero aún más importante, cuánto dinero podríamos perder en el caso de estar equivocados. Podremos disponer del mejor análisis macroeconómico, pero si no prestamos atención a estos indicadores, al final podría costarnos dinero.

En el gráfico siguiente destacamos la correlación entre posicionamiento de los inversores y los mercados. Invertir en activos infraponderados por los inversores genera habitualmente atractivas rentabilidades.

Tomemos el ejemplo del mercado bursátil japonés: desde finales de 2012 hasta finales de 2014, el mercado ganó un 72%, lo cual es un dato espectacular y una de las mejores posiciones macro que se podían obtener en aquellos momentos. Veamos ahora cómo se generó esa rentabilidad: subió un 54% desde finales 2012 hasta mayo de 2013 y a continuación bajó un 22% en tres semanas. Un año después, seguíamos en los mismos niveles antes de subir un 25% en 2 meses durante el 4T 2014. Esto significa que hubiera sido posible obtener casi toda esa rentabilidad positiva invirtiendo solamente en dos ocasiones durante todo ese período, pero también significa que si hubiésemos invertido en el momento equivocado posiblemente podríamos haber terminado perdiendo dinero. El mercado japonés se caracteriza típicamente por estos grandes movimientos y el análisis habría diferido si hubiésemos analizado el mercado bursátil de EE.UU., aunque nos habría demostrado que ser capaces de fijar posiciones de acuerdo con las cotizaciones de mercado habría sido muy beneficioso.

Lo que queremos destacar es la importancia de lo que llamamos la técnica de los mercados, y no nos referimos al análisis técnico sino a todos aquellos parámetros que puedan ayudarnos a prever nuestra relación riesgo/rendimiento. El sentimiento de mercado, los análisis de flujos, los análisis técnicos, las análisis del calendario, etc… Creemos que si somos capaces de recopilar la información relevante, analizarla y comprenderla, estaremos en disposición de invertir nuestro dinero cuando el potencial alcista sea mayor que el riesgo bajista.

Actualmente, los posicionamientos de los inversores aportan pistas interesantes sobre la asignación geográfica de los activos: en los 3 últimos años, los inversores han sacado dinero de Europa con destino a Estados Unidos. Estos flujos podrían invertirse potencialmente en los próximos trimestres, dándose mejores rentabilidades en los mercados bursátiles europeos que en los de Estados Unidos.

El siguiente aspecto importante es comprender el comportamiento futuro de nuestras inversiones, es decir, saber cómo reaccionarán los distintos componentes de la cartera ante distintos escenarios. Toda operación o temática puede reflejarse en términos de correlación con los activos con riesgo, y esto es algo que debemos analizar constantemente ya que las situaciones son cambiantes en el tiempo. En la mayoría de los casos, unas posiciones largas en dólar estadounidense constituyen una cobertura con respecto a los activos con riesgo (2008 es un buen ejemplo, pero también el primer semestre de 2010 durante los temores de ruptura de la zona euro), aunque no es el caso desde mediados de 2014, mostrando el dólar una correlación positiva con los índices de renta variable. Y esto es cierto para casi cualquier activo, razón por la cual es muy importante evaluar la correlación actual y futura de nuestras inversiones con respecto a los activos con riesgo. No realizar este análisis nos conducirá, al cabo del tiempo, a sorpresas potencialmente negativas en términos de rentabilidad, y si a esto le añadimos turbulencias de mercado, podríamos terminar registrando unos rendimientos muy negativos incluso aunque creyéramos no haber asumido ese nivel de riesgo.

Con unos tipos de interés en niveles muy bajos y los Bancos Centrales obligando a los inversores a asumir riesgos, reinará el nerviosismo en los mercados durante los próximos años, con períodos de baja volatilidad seguidos de violentas correcciones, razón por la cual creemos que aplicar una asignación dinámica del capital y disponer de una sólida estructura de control de riesgos resultan clave en la actualidad.