Vinay Thapar presenta sus perspectivas para el sector salud, así como el proceso que lleva a cabo a la hora de invertir en este segmento. Comentario patrocinado por AllianceBernstein.
TRIBUNA de Vinay Thapar, gestor del fondo AB International Healthcare Portfolio. Comentario patrocinado por AllianceBernstein.
Las acciones del sector salud actúan a menudo como potentes analgésicos durante los descensos del mercado. Sin embargo, el sector ofrece mucho más que solo mitigación de las caídas a aquellos inversores que se centran en el potencial empresarial y resisten el afán de predecir avances científicos.
Si bien el índice MSCI World cayó un 18,1% en 2022, las acciones del sector salud solo retrocedieron un 5,4%. Sin embargo, la reputación de dicho sector como refugio seguro infravalora sus atractivos. Los grupos farmacéuticos, los fabricantes de dispositivos médicos y los proveedores sanitarios se están beneficiando de importantes tendencias que pueden impulsar las rentabilidades de aquellos inversores capaces de descifrar los complejos factores que dan forma al sector.
Tres grandes tendencias
Tres factores estimulan actualmente el cambio en el sector salud: la innovación, las estructuras de precios y las políticas. Sin embargo, esta dinámica a menudo choca con las perspectivas de inversión de un producto o una empresa y las complica. ¿Pagarán más las personas por un tratamiento revolucionario si no está cubierto por un sistema sanitario? ¿Es posible que un gobierno subvencione decididamente nuevas tecnologías de diagnóstico? ¿Los precios actuales son sostenibles a largo plazo? Las preguntas como estas varían de un país a otro, según las políticas de sus gobiernos, la economía nacional y el gasto o las preferencias culturales.
A pesar de estas dificultades, creemos que hay formas de extraer juicios informados en todo el sector que pueden llevar a los inversores a fuentes de rentabilidad y rendimientos de la inversión sólidos. El primer paso es evitar una falacia común: no hacer predicciones sobre ensayos farmacológicos. Muchas empresas intentaron desarrollar vacunas para el COVID-19 durante la pandemia, pero solo unas pocas lo consiguieron. Ni siquiera los mejores científicos del mundo pueden predecir con certeza los resultados de los ensayos, así que ¿por qué habrían de jugársela los inversores? Haga lo contrario: fórmese una imagen clara de cómo la innovación, los precios y el dinamismo de las políticas podrían afectar a la rentabilidad y a la tasa de crecimiento de una empresa.
Innovación médica
La innovación científica lleva décadas sustentando los avances sanitarios. Sin embargo, la revolución tecnológica en el sector salud todavía está en sus primeras etapas en numerosos aspectos. Los inversores deben mirar más allá de los equipos vanguardistas o la investigación en biotecnología para comprender cómo la innovación reformulará el sector. Por ejemplo, aunque el uso de big data y de la inteligencia artificial es todavía relativamente limitado en el desarrollo de fármacos, es probable que, con el tiempo, se conviertan en herramientas integrales en la mejora de la eficacia de los ensayos farmacológicos.
Los nuevos avances incidirán en numerosos ámbitos. La robótica ya está cambiando los procedimientos quirúrgicos. Los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer y trastornos cardiovasculares contribuirán a combatir los costes físicos y económicos del cambio demográfico. El desarrollo de soluciones para problemas relacionados con la edad, desde el resfriado común hasta el cáncer, es solo cuestión de tiempo.
Disrupción de los precios
Sin embargo, las innovaciones trascendentales no siempre tienen sentido desde el punto de vista económico. Comprender cómo se determinan los precios para un nuevo producto o servicio es esencial para medir el potencial de beneficios de una empresa.
La innovación y la fijación de precios guardan una curiosa relación en el sector salud. En el tecnológico, es bien sabido que la innovación potencia las mejoras de rendimiento y reduce exponencialmente los costes. Los ordenadores mainframe de IBM que permitieron el funcionamiento de la nave Apollo de la NASA en la década de 1960, cada uno con un coste de millones de dólares, solo tenían una pequeña parte de la memoria y la capacidad de procesamiento de un iPhone. Sin embargo, en el sector salud, sucede lo contrario: la innovación tiende a impulsar los precios al alza (gráfico, izquierda). Por ejemplo, hace 25 años, los pacientes con cáncer pagaban unos 200 dólares estadounidenses al mes por la quimioterapia y el éxito era limitado; actualmente, algunos tratamientos de quimioterapia pueden curar el cáncer con menos efectos secundarios, pero con un coste de 100.000 dólares.
Las tendencias de los precios determinarán los ganadores y los perdedores en el sector salud
En muchos casos, los inversores deben preguntarse si los precios son realistas. Por ejemplo, EpiPen, de Mylan, es un producto popular que puede evitar la muerte en casos de reacciones alérgicas extremas. Su precio se ha multiplicado por más de seis desde mayo de 2007 (gráfico anterior, derecha), cuando Mylan compró la unidad de medicamentos genéricos de Merck, incluida EpiPen. ¿Resulta sostenible? Si bien los productos con precios elevados pueden favorecer los beneficios y los márgenes de una empresa, también pueden suponer un obstáculo si la dinámica del mercado o las decisiones de política fuerzan una bajada de los precios.
Dinámica de las políticas
Las políticas públicas sobre el sector salud son un determinante clave de si una empresa alcanzará el éxito o fracasará. El gasto sanitario per cápita varía drásticamente de un país a otro y la calidad ofrecida no siempre es reflejo del precio que se paga. Por ejemplo, Estados Unidos gasta más en salud que casi cualquier otro país del mundo, pero la calidad de la atención que se presta es inferior a la del Reino Unido y Alemania, países que gastan mucho menos (Gráfico).
La dinámica de las políticas es un aspecto clave para las empresas del sector salud
Las decisiones de política pueden suponer la diferencia entre vivir y morir, al determinar qué costes y tratamientos están cubiertos. Los sistemas sanitarios de todo el mundo están acusando el lastre del aumento de los costes y los trabajadores se ven obligados a hacer frente a más costes sanitarios. Al mismo tiempo, la demanda de economías emergentes está creciendo y es probable que el gasto aumente en pleno esfuerzo para mejorar la calidad de la atención sanitaria. Estas tendencias reformularán los factores de precio de los tratamientos, la tecnología y los servicios.
Fundamentales de las empresas
Teniendo en cuenta estos tres factores, los inversores pueden evaluar una empresa del sector salud. En nuestra opinión, una empresa relacionada con el sector salud innovadora posicionada para triunfar a largo plazo en un contexto de presiones de precios y arenas movedizas políticas debería presentar los siguientes atributos:
- Rentabilidad del capital invertido (ROIC) elevada o en proceso de mejora.
- Elevadas tasas de reinversión.
- Balances sólidos.
- Negocios con ventajas competitivas duraderas.
Sea precavido con aquellas empresas que busquen el crecimiento de las ganancias a costa de la rentabilidad. Las empresas muy codiciosas también deben analizarse detenidamente, en especial, si acumulan un gran volumen de deuda o ventas que se concentran en un grupo reducido de productos. Además, creemos que las empresas cuyo crecimiento futuro depende del éxito de un único ensayo farmacológico deben manejarse con suma atención.
Intuitive Surgical es un buen ejemplo de una empresa con puntuaciones elevadas en nuestros criterios. La empresa es líder en robótica médica; cuenta con tecnología de eficacia probada en un sector con elevadas barreras de entrada para competidores. La adopción global de la cirugía robótica está aumentando, en 2021 se realizaron más de un millón y medio de procedimientos, lo cual supone un incremento del 50% desde 2018. La sólida rentabilidad del capital invertido de Intuitive Surgical le brinda los medios económicos necesarios para financiarse su expansión, así como nuevas oportunidades en ámbitos como la cirugía por orificios naturales, que reduce el riesgo de los procedimientos y no deja cicatrices.
Por otra parte, consideramos que los distribuidores de medicamentos y los centros hospitalarios son a menudo inversiones problemáticas. En el caso de numerosos distribuidores de medicamentos, los modelos de precios son insostenibles, pues las empresas cobran en función del valor de la carga, lo contrario de lo que sucede con los modelos de precios de otras empresas de distribución, donde el precio se basa en las dimensiones, el peso y la distancia recorrida. La rentabilidad de los centros hospitalarios también se enfrenta a presiones, pues los nuevos avances tecnológicos permiten que los pacientes no acudan a los hospitales para recibir numerosos tipos de tratamientos.
Para invertir de forma efectiva en acciones del sector salud se requiere un conjunto de competencias único; no se trata de percepciones científicas. Aplicando un proceso de inversión disciplinado que integre los diversos factores que afectan a las empresas del sector salud, los inversores pueden acceder a fuentes de sólida rentabilidad potencial capaces de vigorizar una cartera de renta variable a largo plazo.