Quentin Macfarlane explica las ventajas de la inversión en crecimiento de calidad y por qué es más resiliente a la ciclicidad del mercado. Comentario patrocinado por Seilern Investment Management.
TRIBUNA de Quentin Macfarlane, research analyst and portfolio manager, Seilern Investment Managament. Comentario patrocinado por Seilern Investment Management.
En ocasiones se tiende a pensar que el trabajo de los gestores de fondos se reduce a analizar el complejo rompecabezas geopolítico y macroeconómico a nivel mundial para prever los acontecimientos futuros. Según esta perspectiva, se considera que los gestores de fondos más exitosos son aquellos que pueden vislumbrar lo que sucederá a pesar de la incertidumbre y asignar los activos de manera acertada. Sin embargo, como hemos podido observar en las últimas semanas, esta noción no es completamente precisa. Nos hemos sorprendido al ver cómo las nóminas no agrícolas sorprendieron al alza de manera inesperada, provocando un aumento en los mercados. Además, los recientes acontecimientos en la guerra de Oriente Medio han influido en las dinámicas del mercado de manera imprevisible.
En Seilern, el foco en el crecimiento de calidad elimina la necesidad de descifrar este enigma constantemente cambiante. Las compañías en las que se invierte han demostrado su capacidad para prosperar en cualquier entorno de mercado. Estas compañías ofrecen productos y servicios que respaldan un crecimiento sostenible de los beneficios a lo largo de las décadas. Por ende, el objetivo principal radica en garantizar que los fondos de Seilern sean coherentes y sigan siendo los activos de Crecimiento de Calidad más puros posible.
Mantener la coherencia es un desafío más complejo de lo que parece a simple vista. En momentos de gran incertidumbre, los gestores de fondos suelen sentir presión para tomar medidas y proteger los activos de sus clientes. Aunque estas acciones pueden parecer apropiadas en ese momento, ceder a esta tentación puede llevar hacia lo que se considera el pecado capital en la industria: la deriva de estilo. Considerando los eventos significativos de los últimos años, desde una pandemia global hasta conflictos bélicos, crisis bancarias, inflación y, por supuesto, las subidas de los tipos de interés, es crucial destacar algunos errores comunes que los gestores pueden cometer bajo esa presión extrema.
Frente a una corrección del mercado, algunos gestores optan por aumentar la liquidez, una decisión poco acertada por tres razones fundamentales. En primer lugar, la determinación de cuánto efectivo mantener corresponde al selector del fondo; no compete a los gestores modificar sus decisiones de asignación de activos. En segundo lugar, esta estrategia expone a los peligros de la sincronización del mercado en el proceso de toma de decisiones. Además, en caso de una evaluación errónea y una recuperación del mercado, esta elección se convertirá en un lastre para la rentabilidad del fondo. Tomando Seilern World Growth como ejemplo, se puede ver que la posición en efectivo del fondo ha disminuido del 4% en 2019 al 2% en 2023, lo que es coherente con el objetivo de Seilern de estar completamente invertidos.
Otra medida que algunos gestores llevan a cabo es la de rotar sus carteras, buscando oportunidades en nombres que se adapten al nuevo panorama macroeconómico. Esta práctica nuevamente expone al riesgo de sincronización del mercado y pone en duda la convicción en la filosofía de crecimiento de calidad. En contraste, la estrategia de Seilern ha permanecido constante. Durante este período, la rotación de nombres ha oscilado entre el 10% y el 20%, rango que se ha mantenido sin cambios durante los últimos cuatro años. Esta coherencia refleja la firme adhesión a los principios fundamentales que guían las decisiones de inversión del equipo de Seilern.
Por último, añadir más nombres a la cartera en un intento de diversificar el riesgo puede ser una tentación común. Sin embargo, este enfoque no siempre reduce el riesgo. La diversificación excesiva dificulta la gestión efectiva, ya que es complicado conocer en profundidad y a la perfección muchas compañías en diferentes sectores. Además, la calidad de la cartera puede disminuir al incluir empresas de menor calidad bajo el pretexto de la diversificación. Gestionar el riesgo asociado con las compañías que no cumplen las expectativas es más efectivo cuando se tiene un conocimiento profundo de unas pocas, en lugar de tener una cartera ampliamente dispersa. En resumen, la calidad supera a la cantidad cuando se trata de construir una cartera sólida y resistente.
Afortunadamente, en Seilern se ha evitado caer en la trampa de aumentar el número de nombres en la cartera, manteniéndola constantemente entre 21 y 23 durante todo este periodo. Sin embargo, mantener la coherencia no implica inacción. De hecho, permanecer inmóviles podría exponer a los fondos a una deriva de estilo, ya que se podría retener compañías que dejen de cumplir con los estándares de Crecimiento de Calidad de Seilern.
En primer lugar, para mantener la coherencia, es fundamental tener convicción en el núcleo de la cartera. Esto implica una evaluación continua de las inversiones para asegurarse de que sigan siendo verdaderas compañías de crecimiento de calidad. En la actualidad, un 60% de la cartera de Seilern World Growth ha permanecido inalterado durante los últimos cuatro años, y existen cinco nombres en la cartera que llevan ahí una década. El objetivo principal al construir una cartera de valores de crecimiento de calidad es crear una cartera capaz de resistir el paso del tiempo.
En segundo lugar, es esencial eliminar los nombres más antiguos y de menor calidad. En los últimos cuatro años, se han vendido 11 nombres de Seilern World Growth por diversas razones. Algunos mostraban niveles de ciclicidad superiores al umbral aceptable para el fondo, otros excedían los límites internos de deuda, y en algunos casos surgían opciones más atractivas debido a nuevas incorporaciones en el Universo de inversión.
Por último, es crucial identificar nuevas compañías para revitalizar el fondo. Durante este período, se han incorporado nueve nombres, ocho de los cuales eran adiciones completamente nuevas al universo. Todas ellas con unos niveles de crecimiento muy atractivos, provenientes de diversas fuentes. Son compañías que se espera mantener en la cartera durante la próxima década y más. Considerando los acontecimientos recientes, los fondos han mantenido una notable estabilidad. Alcanzar este nivel de consistencia va mucho más allá de la inacción; requiere una investigación exhaustiva y un compromiso inquebrantable con la filosofía de Crecimiento de Calidad.