La conexión ética: de Inversión Socialmente Responsable a finanzas islámicas

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TRIBUNA de Enrique Marazuela, CFA, CAd, presidente de CFA Society Spain, y William Tohmé, director sénior de CFA Institute para Oriente Medio y Norte de África.

La inversión socialmente responsable (ISR) y las finanzas islámicas comparten orígenes y aspiraciones similares. Ambas parten de una base ética común que sitúa la administración responsable y la generación de valor social a la vanguardia de las finanzas. Sin embargo, en su mayor parte, estos dos modelos de finanzas han existido como enfoques distintos en mundos paralelos.

Un informe publicado por CFA Institute, Sustainable, Responsible and Impact Investing and Islamic Finance, busca cerrar la brecha ética entre ambas analizando sus conceptos básicos y sus conexiones históricas. La ISR se desarrolló antes de que se establecieran las finanzas islámicas en la década de 1970. Definió algunas prácticas y estructuras básicas, como la selección excluyente y la reciprocidad, que se han convertido en una parte integrante de las finanzas islámicas modernas. Esto no es una coincidencia; las finanzas islámicas han estudiado y empleado conscientemente los métodos desarrollados por la ISR.

Por cierto, este lapso de tiempo entre la innovación en la ISR y su adopción por parte de las finanzas islámicas parece estar disminuyendo. El Domini Social Index, compuesto por las 400 empresas estadounidenses de gran capitalización, se lanzó en 1990. En 1999 se lanzó el Dow Jones Islamic Index. El Banco Mundial lanzó el primer bono verde en 2008. Y en menos de 10 años, se emitió el primer Sukuk, también conocido como bono islámico, verde. El primer bono de impacto social se lanzó en 2010, y el primer Sukuk ISR se emitió en 2015.

Diferencias y factores complementarios

A pesar de las áreas de convergencia, existen diferencias significativas entre ambos modelos. Obviamente, las finanzas islámicas son significativamente más pequeñas que la ISR; la mayoría de sus activos se encuentran en la banca comercial y están en solo 12 jurisdicciones.

Además, aunque ciertas prohibiciones islámicas pueden ser consistentes con un enfoque del criterio de exclusión bajo la ISR, las preocupaciones de las finanzas islámicas van más allá del propósito de las finanzas, por ejemplo, la exclusión del alcohol, el tabaco y los juegos de azar, e incluso hasta la misma estructura de la financiación, como puede ser el caso de las prohibiciones contra la riba (prestar dinero con interés) y un excesivo gharar (negociación del riesgo).

En consecuencia, y aunque algunas inversiones pueden etiquetarse como islámicas e ISR, la mayoría de las inversiones ISR de los países desarrollados es difícil que cumplan con los criterios islámicos. Esto se debe a que la ISR no está, en su mayor parte, afectada por las prohibiciones islámicas, tales como prestar dinero con intereses o la negociación de riesgos, entre otras razones porque no trata de evitarlas. Además, no todas las inversiones que cumplen con la Sharia son necesariamente socialmente responsables. Por ejemplo, existe una importante inversión islámica en recursos extractivos, tales como la minería.

El futuro

Sin embargo, han llegado al mercado Sukuk ciertamente innovadores y que cumplen con avanzados criterios ISR. Por ejemplo, en 2017, se emitió un Sukuk verde en Malasia, que recaudó 59 millones de dólares estadounidenses para financiar una planta de energía solar. La emisión recibió una calificación de verde oscuro por el Centro para la Investigación Internacional del Clima y el Medio Ambiente (denominado Cicero por sus siglas en inglés) de Oslo, Noruega. (1)Cicero atribuye tres tonos de calificaciones verdes, el verde oscuro es la calificación más elevada y únicamente se otorga a iniciativas que reducen las emisiones de carbono en el largo plazo, tales como la energía eólica. También, en marzo de 2018, Indonesia emitió el primer Sukuk verde soberano, que estuvo sobre suscrito y que recaudó 1.250 millones de dólares(2).

La clave con los productos que cumplen ambos requisitos, tanto de ISR y como de las finanzas islámicas, es si existe un beneficio tangible utilizando las dos estrategias conjuntamente. Un análisis que estudió 5.000 compañías no financieras, sugiere que existen sinergias beneficiosas.

Las empresas que cumplen con la Shariah tienen puntuaciones ISR en promedio un 6% superior que las excluidas por su proceso de evaluación. Para las empresas no financieras, la diferencia se amplía hasta el 10%. En general, en promedio, las empresas que cumplen con la Shariah tienen puntuaciones ISR un 10,2% más altas que las que no cumplen.

La preocupación de que las restricciones impuestas por la ISR o las finanzas islámicas, tales como el criterio de exclusión, puedan afectar negativamente al rendimiento, no está respaldada por la evidencia empírica. En 2015, la división de Wealth & Asset Management de Deutsche Bank publicó un metaanálisis de cómo las consideraciones de ISR afectan el desempeño financiero corporativo. Este metaanálisis examinó 2.250 estudios académicos entre 1970 y 2014 y concluyó que la ISR tuvo una contribución positiva en el rendimiento en el 62,6% de los casos y una negativa en solo el 10%. En el resto de la muestra el impacto fue neutro(3).

Las tendencias demográficas también apuntan hacia un futuro en el que la ISR y las finanzas islámicas serán empleadas de forma conjunta en beneficio de la sociedad.

Pew Research Centre estima que entre 2010 y 2050, la población musulmana aumentará un 73%, (4)mientras que en 2019 los millenials (1981-1996) superaron a los baby boomers (1946-64) como la mayor cohorte demográfica. (5)Los millennials son defensores entusiastas de la ISR: en una reciente encuesta realizada por Deloitte, un 63% más de millenials encuestados respondieron que mejorar la sociedad es más importante que obtener beneficios(6).

Tanto para la sociedad en su conjunto como para el sector de la inversión, la proliferación de un sistema de finanzas, cualquiera que sea su origen, que sitúe la administración responsable en su núcleo, solo puede ser beneficioso. La educación de los profesionales juega un papel clave para amplificar esta tendencia social, y es aquí donde todos los profesionales, y en particular los titulados CFA, tienen un papel vital que desempeñar a través de la difusión y la normalización de los más altos estándares del sector, el liderazgo ético y su defensa.

Fuentes y notas
(1) www.sc.com.my/api/documentms/download.ashx?id=1316fd32-1993-44cb-9669-5d5687adda35
(2) https://www.undp.org/content/undp/en/home/blog/2018/Indonesias-green-sukuk.html
(3) https://institutional.dws.com/content/_media/K15090_Academic_Insights_UK_EMEA_RZ_Online_151201_Final_(2).pdf
(4) http://www.pewresearch.org/fact-tank/2018/03/01/millennials-overtake-baby-boomers
(5) http://www.pewresearch.org/fact-tank/2018/03/01/millennials-overtake-baby-boomers
(6) https://www2.deloitte.com/content/dam/Deloitte/at/Documents/human-capital/at-deloitte-millennial-survey-2018.pdf