La cumbre climática y la búsqueda de soluciones

Ana Claver Noticia
Firma: cedida (Robeco).

TRIBUNA de Ana Claver Gaviña, CFA, responsable para Iberia, U.S. Offshore y Latam, Robeco. Comentario patrocinado por Robeco.

Como no puede ser de otra manera, el tema estrella en la comunidad sostenible y financiera, y fuera de éstas, es la cumbre climática que se celebrará, como todos sabemos, en noviembre en Glasgow, y esperamos sea la más importante de todas las que se han celebrado.

Cerca de 200 países se verán representados en esta 26a edición de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la llamada COP26, donde se llevará a cabo la primera revisión de las políticas adoptadas en el Marco del Acuerdo de París adoptado en 2015. En principio, las cinco áreas prioritarias que se debatirán serán adaptación y resiliencia, naturaleza, el transporte por carretera, la transición energética y las finanzas.

No debemos olvidar que el ser humano no está habituado a pensar y actuar considerando el largo plazo, suponiéndosenos una cierta desconsideración por el futuro. Sin embargo, en la lucha contra el calentamiento global, componente clave de nuestro desarrollo sostenible, resulta ser una preocupación principalmente intergeneracional; y, aun así, parece que esta vez sí que lo hemos entendido, y no sólo eso, sino que realmente nos preocupa el si seremos capaces de llegar a tiempo.

Según Naciones Unidas, el cambio climático está golpeando el planeta más fuerte y antes de lo esperado, y los esfuerzos para combatirlo no están siendo lo suficientemente agresivos. Según Antonio Guterres, secretario general de la ONU: "La disrupción en nuestro clima y nuestro planeta es todavía peor de lo que pensamos, y se mueve más rápido de lo predicho". Estas declaraciones llueven sobre mojado, después de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en su último informe, afirmara este año que afrontar el calentamiento global es un código rojo para la humanidad.

Lo que hace unos años se encontraba limitado a informes científicos aparentemente lejanos, ahora lamentablemente ya lo tenemos cada vez más cerca. Lo percibimos por medio de sus efectos en la naturaleza, resultando fácilmente observables por el ojo no experto y que se traducen, hablando de inversiones, en un riesgo potencial muy elevado.

Desde la visión de nuestro especialista en cambio climático en Robeco, Lucian Peppelenbos, existen una serie de temas que deberían verse reforzados en esta cumbre, y me parece oportuno recordarlos aquí. Primero, el refuerzo de las políticas de ceroneto, donde Robeco tratará de alcanzar la neutralidad en emisiones en todas sus estrategias de inversión para 2050, porque en nuestra política sobre el Cambio Climático reconocemos, como industria de gestión de activos, nuestra responsabilidad respecto a los riesgos del clima y con el Acuerdo de Paris.

En segundo lugar, los bosques, la tierra y los océanos son nuestros mayores aliados para limitar el calentamiento global, protejamos el medio natural mediante la financiación de créditos de carbono. Para esto Robeco cuenta con informes de posicionamiento sobre estas cuestiones, además de programas de interacción cuyo objetivo es acelerar la descarbonización y combatir la deforestación y la pérdida de biodiversidad.

Un tercer punto es estimular el flujo de capitales para la acción climática, lo que obliga a nuestra industria a ser imaginativa. Robeco ofrece sus fondos climáticos, pero también los fondos temáticos que llevan muchos años trabajando en el sentido de la eficiencia energética, las nuevas tecnologías que acompañan a las energías renovables, el transporte limpio, o la economía circular, y que buscan entre otras ventajas reducir el consumo energético. Y por último, prestar mayor atención a la transparencia en la publicación de la información climática, algo en lo que la regulación está trabajando.

Como otros grandes grupos inversores internacionales, querría también aprovechar para señalar nuestro compromiso con el TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosure), que nos obliga a desarrollar una estrategia climática, mantener una buena gobernanza en este sentido, medir los riesgos y ser transparentes con los resultados. Respecto al riesgo climático hemos llevado a cabo pruebas de estrés para entender el riesgo de nuestras carteras bajo diferentes escenarios de cambio climático.

Resulta curioso que diversas empresas, en la reunión previa a la COP escocesa reclamaran mayor ambición. Parece ser que están en lo cierto, y resulta necesario, por lo que desde Robeco animamos también a tomar siguientes pasos, como el análisis del scope 3 de emisiones que pondrá mayor presión en empresas con una cadena de suministro o unos productos que a la postre resulten intensivos en CO2. También resulta clave a la hora de analizar apropiadamente una compañía entender el riesgo climático que van a mostrar a futuro, esto es, su estrategia. Y como no, su capacidad de adaptación en su escenario business-as-usual, el impacto financiero de los riesgos físicos, la existencia de seguros, etc.

Los inversores debemos asumir un papel de liderazgo en esta crisis. Porque, en Robeco creemos que “uno de los mayores riesgos para los propietarios y gestores de activos es no saber ver la oportunidad de transformación hacia un planeta más sostenible. La sostenibilidad es ahora un motor clave de la innovación: la búsqueda de soluciones frente al cambio climático, en especial, está impulsando la innovación tecnológica a un ritmo sin precedentes”. Aprovechemos la oportunidad.