En los últimos 10 años, el enfoque de la diversidad en las empresas ha evolucionado más allá del género para incluir una amplia gama de características únicas en los equipos de trabajo como son la experiencia, la edad, las habilidades técnicas, las identidades LGTBIQ+ o diversidades funcionales y culturales.
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En los últimos tiempos se habla mucho de diversidad. Cada grupo de interés le da un sentido, de forma que se está generando confusión y hasta una cierta fatiga. No obstante, actualmente la diversidad se reconoce claramente como un valor esencial dentro de las empresas, las cuales realizan esfuerzos significativos para garantizar su presencia y promoción en los ambientes de trabajo.
¿El motivo? Hemos evolucionado: la sociedad es más global, multicultural, abierta y también, más envejecida. Aunque parezca un tema de nuestros tiempos, en realidad es que desde hace más de 10 años hay evidencia clara sobre cómo la diversidad de género contribuye a mejorar los resultados empresariales. Un estudio de Credit Suisse en 2012 reveló que las empresas que incorporan mujeres en sus consejos de administración después de la crisis financiera de 2008 registraron un Retorno sobre el Capital (ROE) y un crecimiento que superaba en cuatro puntos porcentuales al promedio de las compañías dirigidas exclusivamente por hombres.
Por su parte, McKinsey lleva analizando desde el año 2015 la correlación entre diversidad y desempeño en las organizaciones. En el último informe de esta consultora en este ámbito, destaca que las empresas con mayor heterogeneidad étnica, racial y de género en el equipo gestor tienen un 39% de probabilidades de tener mejores resultados financieros que nadie.
La conclusión de estos estudios es similar a la de otros informes, como el publicado por Boston Consulting Group en 2018, que señala que las compañías con una diversidad superior a la media obtienen un 19% más de ingresos por innovación y experimentan unos márgenes EBIT un 9% más elevados en promedio.
Cambio de foco
Sin embargo, en estos últimos 10 años el foco de la diversidad ha cambiado, ya no hablamos solo de género, pues en los equipos de trabajo encontramos nuevas características que hace a los empleados únicos, diferentes (perfiles con más experiencia, más jóvenes, perfiles técnicos, mujeres, hombres, LGTBIQ+, diversidades funcionales, diferentes culturas...). Esta es la diversidad que aporta valor.
Según la definición de Adecco, se trata de “un valor empresarial estratégico que responde al abanico de talentos diferentes y necesarios para el funcionamiento óptimo de una empresa. Con frecuencia, trata de cuantificarse estableciendo categorías por género, edad, discapacidad, raza, etc. Sin embargo, es más difícil de contabilizar cuando se eliminan estas etiquetas y se pone el foco en los conocimientos, experiencias, valores, actitudes y genuinidad de las personas”. No obstante, estos retornos no se generan de inmediato. Se trata de una apuesta a medio plazo, pues necesita de una correcta política de inclusión y equidad para desplegar todo su valor.
En 2018, Deloitte reveló que las organizaciones con culturas inclusivas son dos veces más propensas a alcanzar o superar sus metas financieras. Además, tienen tres veces más predisposición a demostrar un alto rendimiento, están seis veces más inclinadas a ser innovadoras y ágiles, y son ocho veces más capaces de obtener resultados comerciales superiores. Deloitte también destacó que la diversidad, por sí sola, es menos efectiva que cuando se acompaña de inclusión. Si las empresas cuentan con equipos diversos, una buena estrategia y una correcta implementación de políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), serán más eficientes, más completas y, sin duda, estarán mejor alineadas con los objetivos de sus diferentes grupos de interés.
Reacción del mercado
Así lo muestran los resultados; por ejemplo las compañías cotizadas ya han demostrado un progreso significativo en la integración de la diversidad de género en sus consejos de administración durante la última década, entre 2013 y 2023. Específicamente, la representación femenina en los consejos del S&P 500 ha aumentado en 14 puntos porcentuales. Además, adoptando un enfoque más holístico hacia la diversidad, el número de ejecutivos de diversos backgrounds en las empresas de ese mismo índice bursátil se ha incrementado un 76% en el mismo período, según un informe de SpencerStuart.
Fuente: SpencerStuart
No se trata simplemente de sumar diversidad a una organización sino de tejerla en el mismo núcleo de su ser, permitiendo que la equidad e inclusión sean los pilares sobre los que se construyan todas las decisiones y estrategias. Las compañías que abrazan este enfoque no solo se posicionan para superar a sus competidores, sino que también se alinean más estrechamente con las expectativas de una sociedad que valora y demanda igualdad y respeto por la diversidad.