La gestión activa de carteras empieza por la indexación

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Cedida por BlackRock

TRIBUNA de Tania Salvat, ventas para el área de distribución de BlackRock para España. Comentario patrocinado por BlackRock.

El avance tecnológico y el contexto económico posterior a la crisis financiera han dado forma a un nuevo escenario que obliga a los inversores a tener que adaptarse y a evolucionar para responder a una realidad en cambio constante. Una de las grandes transformaciones se ha producido en los procesos de construcción de carteras, donde ha ido evolucionando el papel que desempeña la gestión indexada. La percepción en torno a este tipo de productos ha ido madurando con el tiempo y cada vez son más los distribuidores y los inversores que comprenden las grandes ventajas que ofrecen los fondos cotizados.

La primera de estas ventajas tiene que ver con el ahorro de tiempo que conlleva recurrir a fondos indexados. El número de fondos domiciliados en Europa prácticamente se ha duplicado en la última década. Los inversores tienen ahora cerca de 48.000 fondos entre los que poder elegir. Esto último implica que la identificación de los gestores que realmente generan alfa de manera consistente es cada vez más costosa y más complicada.

BlackRock Investment Institute ha realizado un exhaustivo estudio en el que se analiza el comportamiento de 4.500 gestores en 21 clases de activos durante 20 años (1997-2017)(1) y que, además, se sitúan en el primer cuartil de su categoría en un periodo de cinco años. Los datos de este estudio reflejan la dificultad para generar alfa de forma consistente en las distintas clases de activos. Por otro lado, un estudio de S&P(2) señala la relación inversa entre el horizonte temporal y la capacidad de los fondos de mantenerse en las primeras posiciones. De hecho, tan solo un 27% de los gestores de renta variable estadounidense ha logrado mantenerse entre las primeras posiciones de su categoría durante el periodo analizado de 2008 a 2013.

Un gran número de gestores siguen estrategias por las que escogen entre estos fondos de primer cuartil. El ritmo de este constante baile en los primeros puestos de los rankings requiere de una gran capacidad de análisis y conlleva unos elevados costes, por lo que la indexación surge como una gran oportunidad para obtener acceso a la exposición deseada de una manera más eficiente en costes.

La segunda ventaja de utilizar fondos indexados como parte central de las carteras está directamente relacionada con la gestión de riegos. Para muchos inversores, la construcción de carteras empieza definiendo una asignación de activos estratégica a nivel de índices que se implementa después escogiendo entre los distintos instrumentos disponibles. Este planteamiento asume que, al encajar las herramientas disponibles en esa asignación de activos, el riesgo general de la cartera será similar al de la combinación de índices en torno a los que se ha construido la estrategia.

Sin embargo, la selección de estos instrumentos suele realizarse de manera separada a las decisiones de asignación de activos y el nivel de riesgo varía notablemente entre fondos. Esta forma de plantear la construcción de carteras puede provocar que el riesgo general de una estrategia sea mayor en aquellos casos en los que no se incorporan ETF.

La indexación también ayuda a evitar que los objetivos de inversión se desvíen de la exposición real que se pretende, ya que la libertad de acción de muchos gestores o el exceso de diversificación de productos pueden derivar en un desvío considerable de los objetivos que se persiguen con la estrategia principal. Los fondos indexados pueden constituir una herramienta muy útil a la hora de controlar el riesgo y reducir estas desviaciones.

Finalmente, los fondos indexados son una vía muy eficaz para responder a la cada vez mayor presión existente sobre las comisiones. El incremento de la transparencia y del escrutinio de los inversores finales ha provocado que los distribuidores tengan que rediseñar sus modelos de ingresos.

La mayor importancia que tienen los costes en toda la cadena de valor ha provocado que los inversores estén más preocupados que nunca por la relación calidad-precio de los activos que incorporan a las carteras. Ante este escenario, el éxito va más allá de ser capaces de reducir las comisiones de gestión. La verdadera pregunta que hay que plantearse al construir una cartera de manera activa es analizar si se puede obtener ese mismo resultado de una manera más eficiente. En BlackRock pensamos que, salvo que un gestor sea capaz de batir al índice de manera notoria y constante, la indexación es una gran manera de obtener la exposición que deseas de una forma eficiente.

Fuentes:
1
BlackRock Investment Institute, “Blending alpha-seeking, actor and indexing strategies: a new framework”, julio 2018.

2 S&P Persistence Scorecard (SPIVA), S&P Dow Jones Indices LLC, CRSP a septiembre de 2018. Para High Yield se entrevistó a 144 gestores diferentes; para renta variable estadounidenses se encuestó a 1988. Análisis basado en el recuento de fondos en el comienzo (septiembre de 2013) y evaluar cuántos de estos fondos permanecieron en el primer cuartil después.


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