TRIBUNA de Didier Bouvignies, responsable de inversiones de Rothschild & Cie Gestion
¿Invertir en Bolsa adaptándose perfectamente a las circunstancias y a las oportunidades de los mercados? Ese es el objetivo de numerosos inversores. Sin embargo, la crisis financiera y sobre todo las rentabilidades escasas y volátiles han puesto en evidencia las dificultades de los mercados de renta variable para realizar una asignación de activos con capacidad de reacción y que genere una buena rentabilidad. Ante esta constante, los inversores expresan la necesidad de adaptar su asignación de activos a las distintas condiciones del mercado. Algunas sociedades gestoras han propuesto una solución: la gestión flexible. Explicación.
Estos últimos años han sido muy desiguales para los mercados de renta variable: burbuja tecnológica, burbuja inmobiliaria, crisis de las hipotecas subprime, regreso de la volatilidad, rentabilidades escasas e importantes divergencias geográficas que han supuesto para los inversores dificultades a la hora de asignar sus activos en el momento adecuado. Ante este panorama, les resulta muy difícil invertir en productos de renta variable puros, al tener que cumplir habitualmente ciertos requisitos de exposición de activos, aun a riesgo de dejar pasar oportunidades
¿Qué solución proponerles si desean beneficiarse de las oportunidades y las rentabilidades de los mercados de renta variable al mismo tiempo que controlan el riesgo de su asignación? La gestión flexible ofrece una respuesta a estas preocupaciones. Ante todo, permite delegar la responsabilidad de la asignación de activos a profesionales que pueden, gracias a su experiencia, aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados. La exposición de la cartera a las distintas clases de activos (renta variable, renta fija o mercados monetarios) se optimizará según sus previsiones y su capacidad de analizar las tendencias de mercado. Gracias a un fondo flexible, el inversor deja de preocuparse por la volatilidad y la dificultad de incrementar o disminuir las posiciones en los mercados.
No obstante, dada la variedad de estilos y niveles de riesgo, el inversor ha de entender bien la filosofía de gestión de estos fondos flexibles. Por último, es necesario analizar el comportamiento histórico de estos fondos para aceptar la capacidad que tienen estos “fondos de gestores” para sortear los vaivenes de los mercados.