La inversión en infraestructuras sigue siendo una prioridad creciente para los inversores globales

Colm O'Connor_noticia
Firma: cedida (Amundi).

TRIBUNA de Colm O’Connor, gestor de carteras de Recursos Naturales e Infraestructuras Sostenibles, KBI Global Investors. Comentario patrocinado por Amundi.

Los inversores pueden acceder a esta clase de activo de infraestructuras de diferentes formas: a través de la inversión directa en un proyecto de infraestructuras, a través de un fondo no cotizado o mediante los mercados de renta variable. El resultado neto es la inversión en un activo físico que proporciona un servicio o recurso esencial a la población mundial. Ejemplos de activos de infraestructuras son los aeropuertos, las carreteras de peaje, los parques solares, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales o las infraestructuras digitales.

Estas compañías, por la naturaleza de su actividad y sus modelos de negocio, tienen un perfil de ingresos más consistente, con la posibilidad de traspasar la inflación, lo que a menudo está incorporado en los contratos de larga duración con entidades reguladas o contrapartes de elevada calidad. Esta clase de activo proporciona un mayor nivel de seguridad al inversor(1), así como previsibilidad en la generación de flujos de caja. Al acceder a través de los mercados públicos, también proporciona liquidez.

Sin embargo, dentro de la clase de activo existe una distinción cada vez mayor entre las infraestructuras tradicionales y las sostenibles. En KBI Global Investors, distinguimos entre lo que se clasifica como un recurso o servicio esencial y lo que clasifica como un recurso o servicio crítico, centrándonos en estos últimos. Existen diferentes categorías de infraestructuras reconocidas y hemos realizado un análisis exhaustivo sobre ellas para identificar cuáles son críticas y cuáles no. Por lo tanto, nuestra estrategia se centra en las compañías que participan en el suministro de infraestructuras de recursos y servicios sostenibles a la población mundial, como el agua, la alimentación, la energía limpia, los datos, la asistencia sanitaria, la vivienda, la educación, el saneamiento y la mitigación y adaptación al cambio climático.

Creemos que ofrecemos una solución diferente, ya que los inversores siguen estando poco expuestos a las infraestructuras sostenibles en la actualidad, mientras que las estimaciones sobre el gasto en infraestructuras necesario para la próxima década están orientadas a este mercado. De hecho, aproximadamente la mitad del gasto está previsto para infraestructuras Net Zero, como las renovables, las redes eléctricas y la eficiencia energética, y un porcentaje importante para infraestructuras de agua y telecomunicaciones. Nuestra estrategia debería beneficiarse de este gasto masivo en infraestructuras de varios billones de dólares al año. 

Este gasto en infraestructuras está siendo también impulsado por los esfuerzos de los gobiernos y los responsables políticos para estimular la actividad económica tras la pandemia. La inversión en infraestructuras tiene un importante efecto multiplicador, ya que el dinero que se pone a trabajar permanece en la economía durante muchos años. Las infraestructuras para la transición energética también están siendo impulsadas por las obligaciones de los países con respecto a las emisiones netas, así como por la seguridad energética (especialmente en Europa como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania), pero también por cuestiones puramente económicas. Las fuentes de energía renovables son gratuitas y los costes de los insumos están bajando. El petróleo y el gas, por su parte, emiten CO2, son enormemente caros, hacen subir la inflación y suponen un enorme agujero en el bolsillo de sus electores.

Creemos que las infraestructuras actuales serán muy diferentes en el futuro. Por ejemplo, la red eléctrica mundial está envejecida, es inflexible e ineficiente. El sistema energético actual, basado en gran medida en el hardware, pasará a estar automatizado y a ser digital. La red estará mejor preparada para hacer frente a las fuentes de energía intermitentes (renovables), al tiempo que será mucho más estable y resiliente.

En ocasiones se descuida la inversión en infraestructuras durante muchos años y otras veces se producen disrupciones en las mismas. Hoy en día, se han materializado ambas cosas y creemos que las compañías que poseen y explotan nuestras infraestructuras más importantes ofrecen a los inversores un excelente punto de entrada y una oportunidad de inversión de varios años o varias décadas. Con la cantidad de dinero que se destina a estas áreas, los inversores podrían beneficiarse del nivel de ingresos y cierta protección contra la inflación. Otra ventaja añadida es que su inversión tiene un efecto positivo en los objetivos Net Zero y en los ODS, al tiempo que crea puestos de trabajo, impulsa la actividad económica y ofrece una perspectiva más sostenible para las generaciones futuras.

Comunicación comercial. Dirigido a inversores profesionales. No recomendación ni asesoramiento. Sin garantía de capital ni de rentabilidad. Rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. Ver Folleto y DFI. KBI Funds Icav; registrado en CNMV nº1248. Amundi Iberia SGIIC registrada en CNMV nº 31 www.amundi.es.