La llamada de la CNMV a la sostenibilidad (I)

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TRIBUNA de Miguel Linares PolainoAna Irlán, fundador y directora de Consultoría en Sostenibilidad de Linares Abogados. 

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha publicado su informe de supervisión de memorias anuales de las cotizadas, donde analiza el llamado Estado de Información No Financiera (EINF), que tanto ESMA como la propia CNMV establecieron como prioridades de supervisión. 

Con la percepción del interés creciente sobre estos asuntos para los inversores y otros grupos de interés, la CNMV observa una mejora en la calidad de los contenidos de los EINF, si bien considera también que las entidades deben seguir en esta línea de mejora. Vamos por buen camino.

El EINF es la información que deben presentar las empresas afectadas por la Ley 11/2018, donde aportar resultados relacionados con la sostenibilidad, necesaria para comprender la evolución del negocio, las políticas ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) y los resultados de las mismas, así como aquellos riesgos vinculados a estas cuestiones.

Así, el EINF se concibe como la herramienta para reportar sobre cuestiones ambientales; sociales y relativas al personal; información relativa a los Derechos Humanos; a la lucha contra la corrupción y el soborno; e información sobre la sociedad.

La publicación de esta información es una práctica que comenzó a utilizarse al inicio de la década de los 90, fundamentalmente en sectores altamente regulados o con un marcado impacto ambiental. Fue a finales de dicha década cuando comenzaron a establecerse, a nivel internacional, estándares de reporting en este ámbito, aportando coherencia y comparabilidad. Su aplicación ha permitido al reporting no financiero extenderse e integrarse en el negocio ayudando a mejorar la confianza en las empresas.

Tras hechos como la renovación en agosto de 2019 del propósito de la Business Roundtable -organización de EEUU que reúne a los CEO de casi 200 compañías referentes del país- con el compromiso de liderar para el beneficio de todos los stakeholders y no solo de los inversores; el llamamiento de Larry Fink, ese hombre capaz de abrir la boca y decidir donde va a ir a parar el dinero que invertimos; el lanzamiento del Plan Europeo de inversiones sostenibles; la integración de Objetivos de Desarrollo Sostenible en la estrategia de negocio de cada vez más empresas y dentro del marco de la Agenda 2030 de la ONU, etc. estamos llamados a la sostenibilidad y así lo indican las tendencias del management y regulatorias.

Y es que, las empresas emisoras (y otras) ya no solo deben informar de cuánto ganan, sino también de CÓMO lo ganan. Esto amplía su dimensión económica (y, por tanto, su concepto de sostenibilidad), añadiendo la social y la medioambiental.

Así, el EINF, al formar parte del informe de gestión, está incluido en el informe anual que los emisores deben elaborar y publicar, quedando bajo la competencia supervisora de la CNMV, quien, de conformidad con el art. 122.2 del TRLMV, tiene que comprobar que la información periódica se ha elaborado de conformidad con la normativa aplicable o proceder en caso contrario, a requerir su cumplimiento.

El informe de supervisión de memorias anuales de las empresas emisoras de la CNMV incluye aspectos de mejora y prioridades para la información a presentar de las cuentas anuales de 2019. Destaca como principales áreas de revisión del EINF 2019: la materialidad; el perímetro del EINF; indicadores clave del rendimiento (KPI); las cuestiones sociales y relativas al personal; y el informe verificador. 

Además, la CNMV también advierte que, en la supervisión de las cuentas de 2019, prestará especial atención a los deterioros de activos en el sector energético y de extracción de petróleo y gas, lo que deberán tener en cuenta todas las entidades a la hora de invertir en activos que puedan estar afectados y ofrecerlos a sus clientes.

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Con todo, la CNMV admite haber observado un progreso con respecto a los contenidos de los EINF presentados, pero insiste en que las entidades deben seguir trabajando en esa línea de mejora, aplicando las recomendaciones indicadas.

No obstante, y aludiendo a lo anterior, las entidades no deben ceñirse a la dimensión normativa del asunto, porque en un contexto donde está cambiando la manera de gestionar las empresas, y todo tipo de organizaciones, la sostenibilidad viene para quedarse.

Aparte, no hay que olvidar que esta información del EINF representa un criterio de decisión fundamental en las decisiones de los inversores y otros grupos de interés con relación a las empresas.

Cuestiones como: compromiso y estrategia; mirar alto y mirar lejos; contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible; etc. son hoy claves para el éxito y la perdurabilidad de las compañías. Con esta “nueva” rendición de cuentas, la sostenibilidad se sitúa a la cabeza de las empresas y, por aludir al episodio que estamos viviendo, probablemente después de esta crisis provocada por el COVID-19 todavía consideraremos más la contribución al entorno, al desarrollo de la sociedad y, en definitiva, al nuestro propio, el de las personas.

Es ley de vida y es ley de supervivencia.

 

Segunda parte

La llamada de la CNMV a la sostenibilidad (II)  

Tercera parte

La llamada de la CNMV a la sostenibilidad (III)