Las oportunidades en el 2016 llaman a la puerta

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Foto cedida

La aversión al riesgo se apodera de los inversores. A pesar de un entorno de posiciones cortas, pensamos que es hora de sobreponderar renta variable de países desarrollados.

Anexo 1: Los principales mercados de renta variable han caído entre el 01/01/2016 y 21/01/2016

El principio del año 2016 no fue bueno para la renta variable, con caídas importantes en los principales mercados tales como el S&P500, el EuroSTOXX 50 y el Nikkei. La volatilidad del Mercado aumentó debido a la preocupación por parte de los inversores acerca de las perspectivas de la economía en general y de China en particular.

A pesar de las razones para ser cauto, no pensamos que la economía global esté al borde del precipicio. Cualquier comentario sobre una  nueva recesión es, desde nuestro punto de vista, precipitado.

El sentimiento de los inversores está muy deprimido

En las primeras semanas del 2016 el pesimismo ha sido palpable, y no solamente en renta variable. Los diferenciales en bono corporativo high-yield se ensancharon. Los bonos corporativos estadounidenses han sufrido mucho, particularmente los emisores del sector energético que están muy perjudicados por las fuertes bajadas del precio del crudo, que se encuentra en los niveles más bajos de los últimos 12 años. Esta caída refleja las preocupaciones de los mercados sobre el débil crecimiento global, y como consecuencia la debilidad en la demanda del petróleo, pero también refleja un aumento de la oferta por parte de Irán ahora que las sanciones se han levantado.

Nuestro análisis sugiere que los inversores están extremadamente cortos en renta variable, especialmente en renta variable estadounidense. A pesar de ello nosotros no  vemos ninguna tendencia que presagie una recesión global o en Estados Unidos. Nuestra visión del panorama económico global es neutra tanto para la liquidez como para la renta variable de países desarrollados. Hay factores positivos como la política monetaria y la actividad en fusiones y adquisiciones, por el contrario la situación geopolítica es negativa.

Anexo 2: La evolución de la prima de riesgo para los bonos corporativos high yield (de 01/01/15 hasta 19/01/16)

Añadiendo riesgo en renta variable

A mitad de enero del 2016 hemos procedido a sobreponderar la renta variable, aunque no nos hemos beneficiado todavía de esta estrategia, debido a que los mercados se centraron en las repercusiones negativas de los precios bajos del petróleo, de las materias primas y de la desaceleración de China (y otros países emergentes) y de los últimos datos de Estados Unidos.

Las salidas de capital en China y la disminución de sus reservas monetarias han traído fuertes preocupaciones y explican el mal inicio del año de los mercados.

También han provocado inestabilidad en los mercados las condiciones financieras globales más difíciles (mayores diferenciales tanto en los mercados de bonos corporativos como de bonos emergentes), situación que se intensificó en Estados Unidos debido a un dólar más fuerte y a unas normas más restrictivas para los bancos  en cuanto a préstamos comerciales e industriales.

La sobreponderación de nuestra cartera en renta variable se debería  considerar como un movimiento táctico. Miramos a los motores estructurales de la economía global y consideramos que las ventas en renta variable han sido excesivas.

Debido a las previsiones económicas grises, hemos abandonado nuestra sobre-ponderación en renta variable emergente.

Preferimos la renta variable estadounidense gracias a sus perspectivas de crecimiento de la economía y del aumento en las fusiones y adquisiciones. La renta variable japonesa debería beneficiarse por una parte de las medidas de estímulo impulsadas por el Banco de Japón y por otra parte por las fusiones y adquisiciones. Para aquellos inversores con una predisposición para invertir en Europa, aconsejamos una sobre-ponderación en renta variable europea.

El crecimiento de China: decepcionante pero no alarmante.

Los recientes datos económicos de China han relevado ser más débiles de lo esperado. El crecimiento del PIB para el año 2015 fue el más lento en las últimas dos décadas, mientras que el deflactor del PIB, siendo la medición de precios más expendida, se mantuvo en niveles deflacionistas.

Mientras que el consumo se ha mantenido, no ha podido compensar un crecimiento más lento de las inversiones. Por lo que en general el crecimiento ha sido moderado. Mientras tanto, el crédito está creciendo dos veces más rápido que el PIB.

La deuda no financiera china resulta más preocupante, teniendo más peso porcentual en el PIB y ha subido más que en cualquier de los 39 países donde se realiza el estudio BIS data, Hong Kong puesta aparte.

Anexo 3: La evolución del PIB chino (del 01/01/10 al 19/01/16)

Los mercados esperan de los gobiernos más estímulos fiscales y medidas para hacer frente a la sobrecapacidad de la industria pesada. Recientemente, el gasto público ha subido con más fuerza, sin embargo resolver la sobrecapacidad podría llevar a una situación de conflicto con los gobiernos locales debido a las posibles pérdidas de trabajo. De todas formas, si los estímulos fiscales estuviesen implementados en todas las regiones estarían dirigidas a inversiones en infraestructuras.

Los estímulos tanto monetarios como fiscales, los bajos precios del petróleo y una depreciación de la moneda deberían estabilizar el crecimiento. Debido al año nuevo chino y las distorsiones habituales de los datos económicos que están por llegar, serán necesarios unos meses antes de tener más claridad sobre el rumbo de la economía.