Las oportunidades que ofrece la economía suiza

Paul_Schibli
Foto cedida

En estos momentos, el potencial de la bolsa suiza es muy favorable. Ha mostrado un crecimiento, desde el inicio de la crisis financiera, bastante superior al de la Eurozona y creemos que la economía suiza se mantendrá entre Ios primeros puestos del ranking de competitividad e innovación.

Es cierto que la situación temporal generada por la apreciación del franco suizo frente al euro ha hecho que la bolsa suiza haya tenido últimamente un crecimiento algo inferior. Pero ha sido éste el único factor -incido en su temporalidad- que ha generado una leve desaceleración. De hecho, las turbulencias de China que están cambiando el mapa de las principales bolsas, apenas han afectado a la situación del parqué suizo.

En un momento en que el mercado parece anestesiado por los bancos centrales vemos que las acciones baratas son cada vez más baratas y ocurre lo mismo con las más caras. ¿El motivo? Probablemente, que subsisten las dudas con respecto a la economía mundial; dudas que no ha ayudado a despejar Ia decisión de la FED de esperar más tiempo antes de subir los tipos.

Los mercados seguirán agitados durante las próximas semanas. Por eso, más que nunca, los criterios de calidad deben primar. En este contexto, optamos una cuidada selección de las acciones en las que invertimos, con la vista puesta en el medio/largo plazo, basando nuestras decisiones de inversión en el profundo conocimiento de las empresas, en la calidad de su gestión, en su estrategia y en su posicionamiento para lograr ese punto extra de calidad que las diferencie de sus competidores.

Mirabaud Equities Swiss Small and Mid Caps, uno de los fondos de renta variable más rentables del mercado a 10 años, es una opción muy interesante hoy para aquellos inversores tanto institucionales como minoristas que prefieran el medio plazo y a los que les seduzca especialmente la alta calidad y una selección de compañías basada en cinco sólidos criterios: rendimiento en el mercado y negocio transparente; productos y servicios con ventajas competitivas y potencial de cara a futuro; equipo directivo convincente y con capital propio invertido en la compañía; modelo de negocio sostenible; y con fuertes y/o crecientes ratios de beneficios.

La base de la cartera está formada por compañías de pequeña y mediana capitalización, un segmento éste último que se mueve entre los 2.500 millones y los 15.000 millones de francos suizos de capitalización y que es donde encontramos alrededor de 30 compañías con un nivel de liquidez suficiente y con el que nos sentimos cómodos, y entre las que estamos invertidos en aproximadamente 40 firmas.

Gestión activa y convicción son la base de la gestión, pero sin olvidar criterios de riesgo muy estrictos que garanticen la seguridad de la inversión. Por ello, no invertimos en compañías por debajo de los 500 millones de francos suizos, lo que asegura la liquidez necesaria para tener una posición de, al menos, el 1% de la cartera.  Y cambiamos posiciones cuando éstas tienen un alto riesgo potencial o menos potencial de revalorización que otras opciones. Esto se corresponde, principal y normalmente, a cambios de estrategia, a problemas en el balance o a una pérdida en su capacidad de innovación o liderazgo.

Basándonos en nuestros principios de inversión, consideramos que todavía es tiempo de invertir en acciones suizas; nos pueden dar atractivas rentabilidades, tanto por su potencial de crecimiento como por tener el franco suizo como divisa alternativa.

Aún no es el momento de ser contrarian. Es demasiado pronto.