Los países, las empresas y los inversores tienen que actuar (parte 1)

Firma: cedidas (Robeco).

TRIBUNA de Peter van der Werf, responsable sénior de Interacción del equipo de Titularidad Activa, y Ana Claver, responsable para Iberia, Latam y US Offshore, Robeco. Comentario patrocinado por Robeco.

Nadie puede ignorar el cambio climático, y menos los inversores, ya que disponen de los medios necesarios para poder emplear su dinero allí donde se pueda marcar la diferencia. El 83% de los inversores internacionales señalan a los gobiernos y a los reguladores como los principales responsables en la importante misión de reducción de emisiones de carbono para poder llegar a cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Las empresas cotizadas y no cotizadas aparecen a continuación en la lista (64%), seguidas de los inversores institucionales (59%). Otra manera de ayudar a las empresas a transitar a un modelo de producción de cero emisiones es a través de la titularidad activa

Robeco siempre ha sido partidario de utilizar la interacción con las empresas como una forma eficaz para instar cambios positivos. Ello tiene su reflejo en los seis programas de interacción directamente relacionados con el cambio climático, con una creciente incidencia en la descarbonización. Todos los años, el equipo de Titularidad Activa de Robeco selecciona cuatro o cinco temas en los que centrará su interacción. Es importante recordar que cada proceso de interacción tiene una duración aproximada de tres años, de este modo todavía están activas las temáticas escogidas desde 2018. A continuación, presentamos resumidas las temáticas escogidas para 2021:

1. Financiar la transición hacia una economía baja en carbono.

Los organismos reguladores están prestando cada vez más atención a la financiación de proyectos que mitiguen los efectos del cambio climático y al modo en que el sector financiero puede apoyar la transición a una economía baja en carbono, en lugar de ralentizarla. Un ejemplo de ello consiste en asegurarse de que los bancos ajustan sus políticas de financiación a los objetivos de reducción del carbono que los gobiernos fijan para cumplir con el Acuerdo de París.

Muchos bancos todavía financian a empresas que registran grandes emisiones de carbono sin recabar de ellas ningún compromiso de apostar por modelos de negocio de menos carbono. Por consiguiente, no están alineando sus actividades de concesión de crédito con los compromisos del Acuerdo de París.  De este modo prevemos que el sector financiero cada vez dispondrá de un conocimiento mucho más detallado de los riesgos y oportunidades climáticos, y los tendrán en cuenta ya que cada vez son más de su incumbencia.

2. Atención a los grandes emisores de carbono

La otra cara de la moneda es la que se refiere a los grandes emisores de carbono. El programa de interacción se dirige a empresas que se han quedado atrás en la transición. En el pasado, hemos colaborado con un gran número de empresas en torno a la necesidad de realizar la transición hacia modelos de negocio con menos emisiones de carbono, pero algunas todavía no avanzan lo suficiente.

En consecuencia, a través de este programa vamos un paso más allá y nos centramos en un escenario 'lo peor de lo peor'. Se trata de empresas a las que no les basta un simple empujón: son las que verdaderamente necesitan un cambio fundamental para avanzar en la transición hacia modelos de negocio con menos emisiones de carbono., mediante el proceso de interacción las ayudamos a avanzar en la dirección correcta.

3. Combatir la pérdida de biodiversidad

La lucha contra la pérdida de biodiversidad la iniciamos en 2020, y en septiembre de ese año recibió un espaldarazo cuando Robeco fue una de las 55 entidades financieras que suscribió el Compromiso Financiero por la Biodiversidad. La exposición de los inversores a la pérdida de biodiversidad proviene principalmente de los cambios en la utilización de la tierra, consecuencia de la desforestación producida por la limpieza de terrenos para aumentar la producción agrícola. Queremos que las empresas que producen soja, cacao o aceite de palma, o aquellas que fabriquen alimentos, lleven a cabo una evaluación del impacto que, su actividad y sus cadenas de suministro, tienen sobre la biodiversidad. También, promovemos que elaboren planes destinados a lograr una deforestación neta nula en 2023.

4. Carbono neto zero

Existe una creciente urgencia de lograr cero emisiones netas de carbono para 2050. En 2020, Robeco se comprometió a lograr para 2050 cero emisiones netas de gases con efecto invernadero en todos los activos que gestiona.

El cambio climático supone una amenaza significativa para la inversión, por lo que los inversores deben alinear sus carteras con los objetivos del Acuerdo de París. Hay que descarbonizar los sectores clave. El sector energético supone más de la mitad de las emisiones mundiales. Los sectores del cemento y el acero también son importantes emisores.

5. La deforestación en las plantaciones de aceite de palma

En 2019 se lanzó un programa de interacción para abordar los retos que plantea el sector del aceite de palma, como el de la deforestación, que agrava el cambio climático al eliminar importantes sumideros de carbono y destruir la biodiversidad. En el pasado hemos dialogado activamente con empresas de aceite de palma, pero queríamos ir más lejos y centrar nuestros esfuerzos en asegurarnos que las productoras se comprometen a adoptar prácticas de producción de aceite de palma sostenibles. Por eso nos vamos a centrar en productores y comerciantes de Malasia e Indonesia, para adaptarlos a las pautas marcadas por la Roundtable for Sustainable Palm Oil.

6. Colaboración sobre el cambio climático

Volviendo al inicio, el interés global por la interacción colaborativa sobre el cambio climático se inició en 2018, cuando nos unimos junto a otros miembros a la iniciativa Acción por el Clima 100+, que se centra en los mayores emisores corporativos de gases con efecto invernadero del mundo. Como pionero y líder en inversión sostenible, Robeco logro un importante hito en diciembre de 2018, cuando Shell acordó fijar objetivos a corto plazo para descarbonizar su negocio principal de petróleo y gas, y a vincular la remuneración de sus ejecutivos a dichos objetivos por primera vez.

Queda patente, una vez más, que el diálogo y la interacción con las empresas en que invertimos funciona. Se trata de un mecanismo poderoso y un elemento diferenciador clave para propiciar cambios que permitan afrontar retos tan decisivos como el cambio climático. El ejemplo de Shell demuestra los buenos resultados de este enfoque.

A modo de conclusión, Robeco es líder global en sostenibilidad, y estamos convencidos de que los inversores tenemos un gran poder de redirigir activos hacia los sectores más relevantes, pero un gran poder siempre conlleva una gran responsabilidad, y es por eso que desde hace años interactuamos con las compañías en las que invertimos, con el fin de mejorar aspectos relativos a la sostenibilidad. Dada la urgencia acuciante del cambio climático, en los últimos años nos hemos focalizado en las temáticas de interacción más relevantes con el fin de aumentar la velocidad de crucero para poder transitar a una economía de emisiones cero.  Nuestro propósito es que se cumpla el Acuerdo de Paris, y no se deteriore aún más nuestro planeta y la sociedad global que lo habita.