No se confunda: los ETF vuelven a demostrar que son a prueba de balas

AitorJauregui
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TRIBUNA de Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio para BlackRock Iberia. Comentario patrocinado por BlackRock.

Tras la volatilidad vivida en los mercados durante las primeras semanas de febrero, los inversores pudieron leer un sinfín de noticias sensacionalistas sobre la influencia que los ETF tuvieron sobre los precios del mercado. Durante esas semanas, los medios de comunicación generaron nerviosismo y una intranquilidad que se vio reflejada claramente en el comportamiento del mercado. En el caso de los inversores, evitar este tipo de distracciones es muy importante para lograr los objetivos de rentabilidad a largo plazo y para entender cuál es la verdadera historia de los ETF.

Estos son los hechos: las drásticas fluctuaciones en el mercado propiciaron un importante volumen de operaciones en los ETF, pero no provocaron un éxodo generalizado, ni mucho menos. Todo lo contrario, creemos que los ETF permitieron a los inversores operar de forma fluida y en grandes volúmenes. Los inversores recurrieron a los ETF durante la conmoción, y, en palabras de un bróker, “los ETF se consideran instrumentos de cobertura líquidos en momentos de turbulencias”.

Operaciones eficientes

Si echamos un vistazo a los números, podemos ver que los ETF cotizados en EE. UU. registraron volúmenes de 240.000 y 260.000 millones de dólares el 5 y el 6 de febrero, mientras las acciones caían y repuntaban. Con todo ello, los ETF cotizados en EE.UU. negociaron más de un billón de dólares durante la tercera semana de febrero, cuando la bolsa estadounidense sufría su declive más pronunciado de los dos últimos años.

Los ETF representaron casi el 40% de los volúmenes de negociación en renta variable americana en los días de mayor actividad, en comparación con su promedio del 26% de los últimos cinco años. Y, salvo en un pequeño número de productos cotizados apalancados e inversos (que tienen poco en común con los ETF tradicionales y creemos que deberían clasificarse de manera diferente), no hubo interrupciones de negociación en los ETF tradicionales.

Los detractores (algunos con férreos intereses) llevan mucho tiempo afirmando que las marcadas correcciones de los mercados podrían provocar que los inversores en ETF y en fondos indexados salgan despavoridos, agravando así los riesgos del mercado. Estas afirmaciones no son sino conjeturas que no se basan en datos ni en hechos reales.

No deberíamos permitir que este tipo de voces críticas distraigan al inversor. A pesar del rápido crecimiento de este tipo de productos, un cálculo reciente mostró que los ETFs apenas representan el 4% del mercado mundial de renta variable por capitalización bursátil.

El último episodio de turbulencias vivido por los mercados nos proporciona aún más pruebas en este sentido.

La volatilidad del mercado durante la segunda semana de febrero avivó los elevados volúmenes de operaciones en el mercado secundario o en bolsa de más de 1 billón de dólares. No obstante, el volumen neto de reembolsos de todos los ETF cotizados en EE. UU. durante esa semana representaron sólo una pequeña parte de ese total (29.900 millones de dólares). Los ETFs de renta variable registraron salidas por valor de 28.100 millones de dólares, mientras que los ETF de renta fija registraron salidas por valor de 468 millones de dólares.

En épocas de turbulencias en los mercados, es normal presenciar volúmenes elevados de negociación de ETF en el mercado secundario. Estas operaciones se realizan de forma bilateral, entre comprador y vendedor.

Una pequeña proporción de ese volumen secundario se materializa en actividad en el mercado primario, donde se crean y reembolsan las participaciones en ETF en función de la oferta y la demanda. Es únicamente en el mercado primario donde la negociación de ETF afecta a las acciones y a los bonos subyacentes.

Un análisis de BlackRock de la semana pasada mostró que el elevado número de operaciones en el mercado secundario eran aún más eficientes de lo usual. Las creaciones y los reembolsos de participaciones en ETFs resultaron en apenas el 3,86% de las operaciones bursátiles en Estados Unidos del 5 al 9 de febrero, por debajo de la media del 4,32% del periodo de 12 meses cerrado en enero.

En última instancia, son las variaciones de las asignaciones de activos de los inversores las que impulsan los precios de los activos. Creemos que el reciente episodio de volatilidad en el mercado pone de manifiesto por qué los ETF son una opción para los inversores que busquen liquidez, así como por qué las reflexiones de los detractores no constituyen sino una simple distracción.