Materias primas, el cómo es casi tan importante como el cuánto

Si alguien me pregunta cual es la clase de activo que en términos relativos más se ha incrementado el interés de los inversores durante la última década, sin duda, diré que las materias primas. Lejos de verse como algo sofisticado o fuera del alcance del común de los mortales, actualmente la inversión en commodities es parte esencial del asset allocation de un gran número de inversores, tanto privados como institucionales.

Cuando se analiza la inversión en materias primas a menudo se pone el énfasis en los factores de demanda y oferta que cada clase de commodity presenta, olvidando, en muchos caso, algo altamente relevante, el vehículo que se va a utilizar para invertir en una materia prima de determinada.

Las presentaciones de los fondos de materias primas se suelen centrar en las buenas perspectivas que muestra el oro, el petróleo o cualquier otra commodity, obviando o limitando la información sobre como se realiza la exposición a las mismas.

En materias primas el cómo (el vehículo) es casi más importante que el cuánto (el incremento de la materia prima).

Excepto en el oro, en la inmensa mayoría de los materias primas los inversores no invierte en el spot (la materia prima física) sino que ganan exposición a través de diferentes instrumentos (acciones cotizadas relacionadas con la materia prima, futuros sobre una materia prima, ETFs cuyos subyacente son futuros sobre materias primas, etc). Esta manera de invertir provoca que el rendimiento de la inversión no sea el de la materia prima física, sino otro diferente.

En el caso de acciones cotizadas como las empresas mineras, a pesar de que su adquisición tiene claras ventajas, presentan una correlación, en algunos casos, limitada como las materias primas que producen. Es un caso similar ocurre con las petroleras.

En el caso de los futuros sobre materias primas, como es conocido, el spot y los futuros no están plenamente arbitrados, por lo que comprando un futuro de una materia prima se puede perder dinero a pesar de que el spot suba.

Los ETF (o productos similares a los ETF) de materias primas (excepto algunos que replican al oro) tienen como subyacente futuros sobre materias primas, no materias primas físicas.

Dado que el acceso de los inversores a materias primas físicas es complicado, cuando inviertan a través de diferentes vehículos financieros deben prestar especial atención a sus características, ventajas e inconvenientes, y sobre todo, a la correlación entre el comportamiento de dichos vehículos y la materia prima a la cual se quiere tener exposición. Lo contrario puede conllevar alguna que otra sorpresa.