Por qué los costes energéticos podrían descender hasta cero

Audun Wickstrand-Iversen_noticia
Firma: cedida (DNB AM).

TRIBUNA de Audun Wickstrand-Iversen, gestor del Disruptive Opportunities Fund, DNB AM. Comentario patrocinado por DNB Asset Management.

Todos los días se publican noticias sobre el futuro de la energía, sobre el ocaso del petróleo o sobre la transición ecológica. El denominador común suele ser el hecho de que el precio de la energía no dejará de subir hasta 2030 y que nos adentraremos en una sociedad con cero emisiones en 2050. En algunas de estas informaciones se apunta que el precio de la energía está subiendo con fuerza, mientras que en otras se afirma que está aumentando ligeramente. ¿Y si nuestro proceso de análisis estuviera completamente equivocado? ¿Y si los costes de producción de la energía se redujeran hasta el cero?

Empecemos con una pequeña central solar de 10 MWp. Con 1400 horas de sol al año, el sistema produce suficiente electricidad para 3000 hogares. Si utiliza alrededor de 40 000 módulos solares, eso equivale a entre 12 y 15 campos de fútbol. La garantía habitual de los módulos solares es de 20-25 años de servicio, con una reducción máxima de la producción del 20 %. Para simplificar, diremos que la central ha firmado un contrato a 20 años con un gran cliente.

Financieramente hablando, ¿cómo pintaría un sistema de estas características?

El perfil financiero de una central solar se caracteriza fundamentalmente por requerir grandes inversiones en el sistema. En primer lugar, la construcción durante el primer año, después la amortización durante un periodo de 15 a 20 años, junto con la devolución de los préstamos y los intereses. Las centrales solares no tienen piezas móviles, lo que significa que el mantenimiento generalmente consiste en sustituir cables y fusibles, segar la hierba y limpiar los paneles.

Los inversores deben sustituirse al cabo de diez años y las baterías para el almacenamiento intermedio pierden fuerza con el paso del tiempo. Además, existen costes administrativos, como seguros, garantías y auditorías. Realizando el 100 % de la inversión hoy, el sistema se terminaría de pagar completamente entre 2035 y 2040. El sistema, que por lo tanto ya está totalmente amortizado, también ha generado una buena rentabilidad sobre el capital que oscila entre el 5 % y el 12 %. ¿Qué ocurre entonces? Los datos empíricos revelan que las células solares pierden un 10 % de eficiencia, en lugar de un 20 %, y esa es la clave. ¿Y si la inversión perdura 40 años, en lugar de 20? En teoría, un panel solar puede producir energía durante mucho tiempo, probablemente más de 50 años. Además, está el factor de que el sol como insumo es un recurso renovable y gratuito. Desde 2035 hasta la sociedad con cero emisiones en 2050, nuestro sistema de reducidas dimensiones producirá el kilovatio/hora más barato del mundo junto con las centrales hidroeléctricas subvencionadas de Noruega.

Cuadruplicar el volumen anual de instalaciones desde 2020

Únicamente se puede reducir el coste de la energía hasta el cero y pasar a una posición de liderazgo en precios si la energía solar se generaliza realmente. Actualmente, la energía solar supone apenas el 2 % de la electricidad mundial. Se prevé que la electricidad procedente del viento y el sol se incremente desde el 8 % en 2019 hasta el 30 % en 2030, y que más de la mitad de esta cifra corresponda a la energía solar. De acuerdo con el ampliamente debatido informe de la Agencia Internacional de la Energía titulado Net Zero by 2050, el mundo debería instalar 630 GWh anualmente hasta 2030. Eso equivale a cuadruplicar el volumen anual de instalaciones de 2020 y una ligera aceleración frente al ritmo del periodo 2010-2020, cuando las instalaciones anuales se triplicaron.

En 2030, la energía solar podría suponer casi el 20 % de la producción en 2050 el 90 % de ella podría provenir de fuentes renovables, según la Agencia Internacional de la Energía. En la mayoría de los países, ahora mismo es más barato generar un nuevo kilovatio/hora instalando paneles solares y el coste cada vez es más bajo.

Los dos principales argumentos a favor de la energía solar como oportunidad disruptiva

La industria solar puede aumentar la producción reduciendo los costes, lo que significa que las centrales solares se abaratan cada año y el sol como recurso renovable sigue siendo gratis. Volvamos a nuestro pequeño sistema solar. A lo largo de sus entre 30 y 50 años de vida útil, la energía solar se convertirá en un líder en precios en las regiones más grandes. Eso ocurrirá probablemente en algún momento después de 2030.

El argumento más importante a favor de la energía solar se encuentra en la factura energética. En una hora, el sol envía a la Tierra más energía de la que podemos utilizar en un año. Si conseguimos capturar fragmentos de esta energía, no habrá crisis energéticas. El plazo de amortización de la energía (Energy Payback Time o EPBT) sirve para calcular cuánto tarda un sistema de generación de energía en producir más energía de la que se utilizó para ponerlo en marcha. En el caso de la energía solar, este tiempo oscila entre seis y 36 meses, dependiendo del número de horas de sol y la temperatura. Con una vida útil de 40 años y un EPBT de 36 meses, tenemos 37 años de energía gratis para el planeta y los costes energéticos se reducirán hasta el cero. Así pues, creo que nuestra pequeña central solar de 10 MWp que está construyéndose hoy formará parte de un viaje en el que los sistemas serán cada vez más baratos. En 2030, la energía solar tendrá un peso tan grande en el mix de generación que será un factor relevante en el precio de la electricidad. Este año se construirán 140 GW de energía solar.

En 2040, todas las nuevas centrales construidas en esta década estarán terminadas y pagadas. En todo el mundo pueden apreciarse las primeras señales de la legión de centrales solares que se avecina. ¿Podría ser España un indicio de lo que está por venir? Una combinación de centrales solares nuevas y antiguas reducirá continuamente el precio de la electricidad hasta 2025. Entonces, la pregunta que se plantea es la siguiente: ¿Quién puede competir con un sistema de generación solar totalmente amortizado con insumos gratuitos? Si la respuesta es nadie, los costes energéticos serán nulos en 2050 y no subirán. En DNB Asset Management, a eso lo llamamos una oportunidad disruptiva.