Problemas de suministro, carestía… aseguremos el largo plazo

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Firma: FundsPeople.

TRIBUNA de Ana Claver Gaviña, CFA, responsable para Iberia, U.S. Offshore y Latam, Robeco, y presidenta del Comité de Sostenibilidad, CFA Society Spain. Comentario patrocinado por Robeco.

Las proyecciones de crecimiento del FMI para la economía mundial rebajan ligeramente las expectativas para 2022, con respecto al recién finalizado 2021. Parecen justificadas ante los problemas de suministro de las economías más avanzadas y las nuevas variantes del COVID-19, como ómicron.

El actual incremento de los precios de las materias primas, el precio del carbono, o los cuellos de botella en la cadena de suministro fomentan que, a corto plazo, ciertos sustitutos que en otro momento no fueron factibles, resulten ahora más atractivos y competitivos. Este es el caso del vehículo eléctrico y sus infraestructuras o los biomateriales, pero también de elementos para una mejor eficiencia en los edificios, o las soluciones de automatización para facilitar el retorno de la producción local desde terceros países.

Robeco busca soluciones en esta situación tan compleja; y, como siempre decimos, los desafíos dan lugar a oportunidades para el inversor. Cuando pensamos en escasez de recursos, Robeco ofrece una estrategia que da solución precisamente a estos problemas, RobecoSAM Smart Materials, ya que invierte en materiales innovadores y tecnologías más eficientes.

Desde Robeco estamos identificando oportunidades de inversión a lo largo de toda la cadena de valor energética, gracias a la evolución hacia una mayor electrificación, acompañada de una creciente descarbonización. La generación renovable, con materiales y equipamiento para la producción, pasando por la distribución de energía con las redes inteligentes, la descentralización y la digitalización, hasta en el cliente, con la gestión de la energía con semiconductores y el almacenamiento energético, procesos industriales, transporte o Big Data, todos se vuelven clave en momentos de carestía energética como el actual.

El futuro de la energía es eléctrico, limpio, eficiente y seguro. Si a estas características le sumamos que el coste de construcción y operación es, a lo largo de su vida útil, inferior al de otras tecnologías que emplean el gas o el carbón, la oportunidad está servida. Pero para que la solución renovable sea la buscada, debemos avanzar en almacenamiento energético y en una gestión energética a través de redes, apropiada.

Resultan particularmente atractivos temas como la energía solar competitiva y escalable, los semiconductores de potencia para gestión energética, el hidrogeno verde, la electrificación del transporte o la eficiencia energética en edificios. Si queremos cumplir con Net Zero, o no superar el escenario de 1,5ºC, debemos acelerar la entrada de este tipo de soluciones basadas en las energías renovables, y todo lo que acompaña, más aún en un momento de inflexión donde las subvenciones no son tan necesarias ante los menores costes de aquellas. La necesidad de crecimiento está por tanto asegurada al menos durante diez o quince años, sólo queda elegir las empresas apropiadas para acompañar ese crecimiento.

De cara a esta situación, la estrategia RobecoSAM Smart Energy se ve reforzada. Los resultados de la reciente COP26, y el incremento de los precios del carbono y las energías, impulsan las soluciones en la senda de la transición energética. Los objetivos de emisiones de gobiernos y empresas, junto con los problemas de suministro energético, fuerzan como solución la instalación de una mayor capacidad renovable. Los desafíos en la cadena de suministro son temporales, el cambio climático y sus consecuencias, no; mientras que las tendencias que están detrás de las empresas identificadas por nuestras estrategias de Smart Materials y Smart Energy son resistentes y de largo plazo.