Rentabilidad y flexibilidad: herramientas clave para el rendimiento en un momento de crecimiento moderado

Gracias a la recuperación económica y a la creciente exposición a la demanda de los países emergentes, muchas compañías europeas han recobrado los márgenes y ahora ofrecen una buena visibilidad del flujo de caja libre. Esto significa que pueden pagar mayores dividendos a largo plazo. En la actualidad, con unos bancos que mantienen bajos los tipos de interés, las acciones con rendimiento se han convertido en una opción muy atractiva para los inversores.

Asimismo, también estamos siendo testigos de un fenómeno relativamente raro, por el que los rendimientos de las acciones europeas son superiores a los de los bonos del Estado, situación que en el pasado, durante 2003 y 2009, llevó a un rally del mercado de valores. Por ejemplo, France Télécom está obteniendo un rendimiento del 8%, mientras que el rendimiento de sus bonos con vencimiento a 7 años sólo es del 2.84% y los bonos de estado franceses de igual vencimiento están dando un rentabilidad de en torno al 2.5%.

En teoría no podemos comparar los riesgos entre estos dos tipos de activos, pero los tipos de interés bajos a largo plazo conllevan un riesgo del capital de tal manera que el rendimiento nominal fracasa en compensar las subidas de tipos. La situación es distinta para las acciones: es cierto que el mercado es aún volátil y que las compañías siempre pueden reducir o suspender repentinamente el pago de dividendos, pero el hecho de que las empresas europeas tengan una buena salud financiera proporcionan un margen de seguridad importante. Una buena rentabilidad y, en general, un apalancamiento moderado refuerzan la capacidad de estas compañías de pagar dividendos a los accionistas. No hay que olvidar que en un momento de crecimiento económico moderado, el hecho de que puedan pagar generosos dividendos y, lo que es más importante, aumentarlos, hace que las acciones con rendimiento sean particularmente interesantes.

Por último, tampoco pueden pasarse por alto las ventajas que supone la flexibilidad. Estamos atravesando una situación de alta y persistente aversión al riesgo en la que algunos inversores están reacios a invertir directamente en los mercados de acciones. No obstante, para aquellos que desean volver a la renta variable europea, existen técnicas de inversión que ayudan a limitar la exposición al riesgo. Por medio de una gestión activa de la exposición a estos mercados, los gestores de fondos pueden capturar la mayor parte de las subidas mientras limitan los contratiempos de la actuación negativa del mercado para preservar el alpha del fondo subyacente.