¿Sería el aumento de la inflación un factor positivo?

Robert Lind Noticia
Robert Lind. Cedida por Capital Group

TRIBUNA de Robert Lind, economista jefe en Europa, Capital Group. Comentario patrocinado por Capital Group.

Creo que vamos a ver un aumento temporal de la inflación en 2021, conforme vayan corrigiéndose las bruscas caídas de precios que se registraron el año pasado, algunas muy fuertes como en el caso de la energía. Además, el sector servicios estuvo cerrado en muchos países del mundo, por lo que se registraron fuertes descensos también en sectores como el turismo, los viajes, restaurantes, alimentación, hoteles, por ejemplo. Todos los que estuvieron cerrados tuvieron que registrar unos precios considerablemente inferiores, lo que contribuyó a reducir la inflación en muchos países del mundo.

Conforme estos efectos se vayan corrigiendo podríamos asistir a un aumento de la inflación. Es posible que se incrementen los precios de productos como la energía o los servicios. También será visible el impacto que han tenido las limitaciones de abastecimiento en ciertos sectores manufactureros. Por ejemplo, el año pasado sabíamos que los cierres de la industria para hacer frente a la pandemia iban a traer consigo grandes problemas.

La actividad manufacturera se ha reanudado, pero siguen habiendo algunos problemas en las cadenas de suministro de todo el mundo. Por ejemplo, a nivel global en el transporte de mercancías debido a la falta de sincronización del tráfico de contenedores. Y es probable que haya problemas a corto plazo en las cadenas de suministro, lo que podría provocar también un aumento de los precios de los productos.

Es perfectamente posible que asistamos a un aumento de la inflación a lo largo del año. No creo que se trate de algo que preocupe excesivamente a los bancos centrales, porque lo consideran algo temporal. Lo que me planteo a medio y largo plazo es si las autoridades tolerarán una inflación moderadamente más elevada.

Esto no quiere decir que vayan a volver a registrarse unas tasas de inflación como las que vimos en las décadas de 1970 y 1980. Pero es posible que las autoridades, tanto los gobiernos como los bancos centrales, decidan que sería mucho más fácil que sus economías se ajustaran al entorno pospandémico con una inflación moderadamente más elevada, de un 2,5% o un 3%, frente al nivel de 1,5%-2% al que nos hemos acostumbrado en los últimos años.

En esas circunstancias, creo que un periodo de inflación moderadamente más elevada a medio y largo plazo podría convertirse en un elemento esencial del ajuste de las economías al entorno pospandémico. Todo esto podría facilitar la transición de puestos de trabajo y compañías desde aquellos sectores que podrían debilitarse tras la pandemia a nuevos sectores en los que habrá más actividad y más puestos de trabajo en el futuro. La inflación también podría ser útil a la hora de facilitar ese cambio estructural en estas economías.

Visualice la entrevista completa realizada por Mario González, codirector de Desarrollo de Negocio para Iberia de Capital Group, a Robert Lind sobre las perspectivas de inflación.