Sí, podemos invertir en un futuro sostenible

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Cedida por Degroof Petercam AM

TRIBUNA de Quirien Lemey, gestor de Degroof Petercam Asset Management. Comentario patrocinado por Degroof Petercam Asset Management.

En un mundo caracterizado por el cambio tecnológico, a menudo escuchamos un sinfín de palabras de moda: disrupción, fintech, inteligencia artificial, criptodivisas, blockchain, etc. Mientras algunos de estos términos son tendencias temporales, otros se han establecido como temas clave en la inversión.

Como sociedad, estamos influidos por compañías que llevan a cabo avances importantes que a veces rompen con nuestro modo de vida. Creemos que una firma que busque dar forma a la sociedad del futuro debería llevar a cabo un esfuerzo activo para integrar los factores de sostenibilidad en su estrategia corporativa. La disrupción y la innovación no pueden llevarse a cabo en perjuicio de los valores medioambientales, sociales y corporativos. Entonces, ¿cómo podemos, como inversores, ganar exposición a estas compañías?

En Degroof Petercam Asset Management hemos lanzado un nuevo fondo, DPAM Invest B Equities NEWGEMS Sustainable, gestionado activamente con un enfoque multitemático, que permite a los inversores ganar exposición a compañías disruptivas de una manera sostenible. El fondo, que acumula un rendimiento del 16% desde el comienzo del año (clase F) y un +9,5% de alfa frente al índice MSCI World, invierte globalmente en las compañías que darán forma a la sociedad del futuro a través de las tendencias y temáticas que hemos identificado. De hecho, los nombres en inglés de estas temáticas forman el acrónimo NEWGEMS: nanotecnología, ecología, bienestar, Generación Z, sociedad digital, industria 4.0 y seguridad.

La temática nanotecnología incluye compañías como fabricantes de chips semiconductores, smartphones, maquinaria industrial, tecnología médica y otros dispositivos que cada vez son más pequeños u operan a niveles de precisión cada vez mayores.

La ecología engloba todo lo relacionado con el medio ambiente. La sociedad del futuro también es una sociedad verde. Invertimos en compañías que permiten un entorno más limpio, desde vehículos eléctricos y baterías hasta energías renovables.

El bienestar también es importante para la sociedad futura. Esta temática comprende desde soluciones para la salud y que tienen en cuenta el envejecimiento de la población hasta tecnología de los alimentos y todo lo relacionado con el bienestar de los seres humanos y los animales.

La Generación Z se refiere a la generación posterior a los Millennials. Para esta generación, todo es móvil, social y online. Así, invertimos en compañías que facilitan el modo de vida de esta generación, como compañías de videojuegos, contenidos digitales o redes sociales. Por su parte, la sociedad electrónica se basa en el cambio en la interacción entre compañías y consumidores: comercio digital, digitalización y compañías de pagos online.

La industria 4.0 se refiere a la nueva revolución industrial. Robótica, automatización, big data, internet de las cosas e inteligencia artificial son fundamentales. En un mundo cada vez más conectado, la seguridad cada vez es más importante. En esta temática, buscamos compañías tanto en el sector de la ciberseguridad como en la seguridad física.

Además, creemos que en cualquier análisis ESG debemos prestar atención al impacto social, regulatorio y medioambiental de los productos o servicios producidos. Nuestro enfoque ESG se compone de dos fases. La primera es la exclusión de las compañías que no cumplen los principios del Pacto Global de Naciones Unidas o tienen niveles elevados de controversia según MSCI o Sustainalytics. También excluimos sectores como el tabaco, la defensa y el juego. En la segunda fase, desarrollamos nuestro análisis propio, teniendo en cuenta todos los componentes ESG tradicionales que son relevantes para cada subsector así como el impacto en la sociedad de los productos de cada compañía.

En Degroof Petercam Asset Management creemos que este enfoque propio nos permite llevar a cabo un análisis de alta calidad a la hora de evaluar las compañías. Como inversores activos, también nos permite un mayor compromiso con las compañías en las que invertimos. Es evidente que la manera en que una compañía se compromete con sus accionistas es fundamental para su supervivencia a largo plazo.