TRIBUNA de Simón Pérez Golarons, director de Inversiones de SLM-Análisis Financiero Independiente.
Es un fondo de la gestora Franklin Templeton que invierte en títulos de renta fija pública y corporativa a nivel global. Busca el máximo retorno de sus inversiones a través de la combinación de los ingresos por tipo de interés y ganancias de divisas. Puede invertir en calificación crediticia Investment Grade o High Yield y puede utilizar instrumentos derivados.
El gestor del fondo es Michel Hasenstab, se incorporó a la entidad en el año 2003, antes de la creación del fondo que se lanzó en el año 2006. La gestión se basa principalmente en buscar valor a través del análisis macroeconómico y fundamental a largo plazo, dando poca relevancia al benchmark.
Según los últimos datos disponibles del fondo, este invierte un 78% en activos de deuda pública y un 16,6% en deuda corporativa, manteniendo un 5,4% de su patrimonio en liquidez. Los sectores principales en deuda corporativa son el financiero, el energético y las telecomunicaciones. Se puede observar su preferencia por activos de países emergentes. Esta segmentación geográfica implica que, a pesar de ser un fondo de renta fija, su riesgo es más elevado que otros fondos de la misma categoría. Sin embargo, al poder utilizar CDS, puede reducir el riesgo de quiebra de algunas posiciones.
Desde su creación, el fondo solo ha obtenido pérdidas en 2007, su primer año. A partir de ese momento, ha conseguido rentabilidades muy elevadas más parecidas a activos de renta variable que de renta fija. Hay que destacar su capacidad para lograr resultados positivos en años tan negativos como el 2008 o 2011. Desde su creación se ha apreciado un 94,65%.
En cuanto a su riesgo, como hemos comentado anteriormente, es un fondo de riesgo elevado. Actualmente, tiene una volatilidad del 8,46% y supera ampliamente en riesgo (el indicador representativo es la volatilidad) a los fondos de su categoría y también a muchos fondos mixtos que invierten en activos de Renta Variable. Por tanto, cabría la posibilidad de ver rentabilidades negativas en nuestra cartera en periodos cortos de análisis, muy especialmente en periodos inferiores a los dos años. Es un fondo de riesgo muy elevado y también de rentabilidad notablemente superior a lo que esperamos de la renta fija. El ratio de Sharpe es positivo y cercano a 1, lo cual es un nivel que empieza a parecernos bueno.
La rentabilidad desde el 15 de mayo hasta el 15 de junio ha sido de un -7,58%. Ha sido un mes muy negativo para el fondo, aún así, hay que mantener la confianza. En los últimos seis meses (15 de junio hacia atrás) la rentabilidad es del -1,24% y que a un año vista el beneficio es del 8,16%. Por ello, cabe destacar que pese a que es cierto que un inversor nuevo de hace un mes lleva un -7%, un inversor de hace 12 meses ha sufrido la caída igual y aún gana un 8,6%. Por este motivo, entre otros, apelamos a la paciencia y a tener al tiempo como aliado y no como enemigo.
En las últimas semanas se ha producido un recorte generalizado debido al temor de que la FED deje de inyectar. Se han visto subidas de tipos de interés en algunos países emergentes como Brasil, y crecen los temores sobre la ralentización de la economía China. Adicionalmente, los precios de los activos de renta fija llevaban prácticamente un año subiendo fuertemente y empezaban a estar algo caros, ofreciendo rendimientos muy reducidos. Todo esto ha provocado una venta masiva de activos, haciendo caer su precio y, consecuentemente, el valor de las carteras.Cabría destacar que la visión del gestor no ha variado sustancialmente fruto del recorte en las últimas semanas. No piensan realizar cambios significativos en la estrategia del fondo, más allá de algunas decisiones tácticas.
Su decisión sigue siendo la de apostar por los países emergentes, ya que ven en ellos un crecimiento más elevado en los próximos años que en el mundo, por esta razón su cartera tiene más sesgo a países emergentes. La situación macroeconómica en países emergentes está, en términos generales, mejor que la del mundo desarrollado.
Asimismo, se espera que los mayores tipos de interés en estas economías puedan ofrecer retornos medios más elevados a medio plazo. Sin embargo, a pesar de que son posibles nuevas subidas de tipos en el corto plazo que puedan tener un efecto negativo en las carteras de bonos, esto permitirá la inversión con rendimientos mayores de la liquidez disponible, por ello es clave la duración media del fondo. De este modo, son dos los principales riesgos sobre las economías emergentes: el de la inflación y las subidas de tipos.
Respecto al vencimiento, es remarcable el hecho de que la duración es de 2,48 años y el vencimiento efectivo de 3,37. Mantiene por lo tanto una duración corta de la cartera anticipando posibles subidas de tipos de interés y asume, en lugar de riesgo de tipos, riesgo de emisor, de país y de divisa.
Debido a la baja rentabilidad que ofrecen los activos de alta calificación crediticia de EEUU y Europa, sus posiciones en países desarrollados se basan en posiciones de High Yield, que también han sufrido más que las de Investment Grade.
Tras analizar todos los meses que el fondo caía más de un 1%, en el 84% de las ocasiones el fondo subía al mes siguiente. Parece lo más probable que en el próximo mes veamos un comportamiento positivo. De media se tardan 2,4 meses en recuperar el total de la caída.
El producto es un fondo muy bueno a medio- largo plazo, dado que presenta unos resultados muy elevados y eficientes. Es consistente en periodos de más de tres años y tiene una elevada calificación de Morningstar (cinco estrellas).