Tensión EEUU-China: ¿bendición para Brasil y Argentina?

Patrick_Zweifel_economista_jefe_de_Pictet_AM
Cedida por Pictet AM

TRIBUNA de Patrick Zweifel, economista jefe de Pictet AM. Comentario patrocinado por Pictet AM.

La brecha entre el volumen de las exportaciones nominales de China a EE.UU. e importaciones de ese país a EE.UU. ha tocado máximos de 25.000 millones de dólares, lo que ha proporcionado el argumento a Trump para amenazar con una subida drástica de aranceles a la importación de productos chinos, generando tensiones entre ambos países. De todas formas es poco probable que el plan de Trump pueda reducir el déficit comercial de EE.UU. con China. EE.UU. simplemente no puede producir los productos importados de China, al menos a corto plazo y, por ahora tendrá que continuar importándolos. Si lo hace con aranceles más altos serán más caros, generando inflación en EE.UU.

El caso es que  hay efectos secundarios positivos. En primer lugar se puede acelerar la apertura del sector de servicios de China a la participación del extranjero, lo que puede ayudar a evitar una guerra comercial -ya ha prometido abrir más su economía y es particularmente prometedor que pueda acelerar el ritmo de reformas en el sector financiero, incluso en pocos meses-.

Además, a medida que aumentan las tensiones sobre aranceles entre EE.UU. y China surge un nuevo marco de comercio internacional, como indica nuestra economista Anjeza Kadilli, quien vuelto de Argentina y Brasil, donde se ha reunido con responsables políticos. En concreto considera que ambos países pueden ser grandes beneficiarios de la tensión comercial entre EE.UU. y China. Esto es así porque Brasil y Argentina representan gran parte de las exportaciones de soja a China y su participación puede aumentar si el gigante asiático decide limitar las importaciones de EE.UU. Así que esto puede generar oportunidades para los inversores en el sector de agricultura y otros sectores relacionados, incluyendo fabricación, infraestructura y maquinaria. Además, aunque uno de los obstáculos sea que Brasil y Argentina tienen los mayores aranceles a la importación (14,1% y 14,3%, excepto en productos agrícolas) entre países emergentes y son economías relativamente cerradas en cuanto a importaciones/exportaciones sobre PIB, se observa una fuerte voluntad por reducir aranceles, en particular de Brasil, incluso de manera unilateral. En este sentido sus autoridades pueden centrar la producción nacional en los segmentos de valor añadido real -como agricultura- y reducirlos donde no pueden competir razonablemente con el extranjero -sectores industriales-. El efecto puede ser positivo para la eficiencia de los mercados internacionales.

De hecho mientras China lucha contra las nuevas medidas proteccionistas de EE.UU. resulta alentador observar que el comercio en Asia ha ido en aumento. Según nuestros modelos un aumento del 1% en los flujos transfronterizos impulsa el crecimiento económico en emergentes en 0,26% -en países desarrollados aproximadamente la mitad-. Al respecto prevemos para los próximos cinco año un crecimiento anual promedio en emergentes de 4,6% –3% más que en desarrollados-, buena noticia para estas divisas, pues históricamente cuanto mayor es el diferencial de crecimiento entre emergentes y desarrollados mayor la debilidad del dólar frente a una cesta de divisas emergentes.

Para capturar esta tendencia consideramos sectores financieros en la región cuya penetración de mercado aún es baja, en particular aseguradores chinas y bancos indios.

Emerging_Markets__import_tariffs_and_trade_openness