Alex Tedder, Martin Skanberg y Bob Kaynor dan sus perspectivas de hacia donde puede encaminarse el mercado de renta variable en distintas geografías para 2022. Comentario patrocinado por Schroders.
TRIBUNA de Alex Tedder, responsable de Renta Variable Global, Martin Skanberg, gestor de fondos de Renta Variable Europea, y Bob Kaynor, director de Renta Variable de Empresas de Pequeña y Mediana Capitalización de EE.UU., Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.
La nueva variante del coronavirus, denominada ómicron, el ritmo creciente de los contagios, el parón en las cadenas de suministros y el aumento de la inflación son algunos de los factores que inquietan a los inversores a pocos días para acabar el año. Con este telón de fondo, lanzamos nuestras perspectivas para 2022 para la renta variable de los principales mercados.
Escenario para la renta variable global
La aparición de la variante de ómicron del COVID nos ha recordado las incertidumbres que siguen existiendo en torno a la pandemia. A pesar de ello, esperamos que 2022 sea otro año de crecimiento positivo, ya que la economía mundial continúa su recuperación. Además, algunos de los retos a los que nos estamos enfrentando se atenuarán a lo largo del próximo año. Por ejemplo, pensamos que los retrasos en la cadena de suministro se irán reduciendo, como ha ocurrido en otros periodos de la historia.
También deberíamos ver una moderación del crecimiento de la inflación, a medida que el impulso económico se enfríe y el apoyo monetario y fiscal en respuesta a la pandemia vaya disminuyendo. Aunque probablemente habrá que esperar a el segundo semestre del año para confirmar que su repunte ha sido algo temporal.
En este contexto, existen claros riesgos para la renta variable el próximo año, especialmente porque las valoraciones son relativamente elevadas (sobre todo en EE.UU.), pero también oportunidades. Por ello, los inversores deben ser muy selectivos y enfocarse en aquellas compañías que sean capaces de fijar los precios, ya que creemos que será un factor clave en los próximos 12-24 meses. Asimismo, hay una serie de factores estructurales que seguirán reforzando las oportunidades de inversión que ofrecen algunas megatendencias.
Por ejemplo, la sostenibilidad en la alimentación y el agua, el cambio climático, la transición energética, el cambio demográfico, la innovación sanitaria, la digitalización, la automatización y la urbanización están aumentado su relevancia exponencialmente. Os animamos a consultar más información sobre las perspectivas y oportunidades de inversión en renta variable y temática global de 2022 pinchando aquí.
Perspectivas y oportunidades en la renta variable de EE.UU:
La economía estadounidense está creciendo a un ritmo estructuralmente mayor que antes del COVID-19, impulsada por el gasto de los consumidores, las inversiones públicas en infraestructuras y el gasto de capital de las empresas. Y, es que, el crecimiento del capex que se está dando en EE.UU. es digno de mención, ya que hace varios años que las empresas no tenían confianza para invertir capital a largo plazo. Con ello, las compañías podrán lograr un mayor crecimiento de los ingresos y las que puedan mantener sus márgenes de beneficios serán las claras ganadoras.
No obstante, una posible variación en el ciclo de los tipos de interés, como respuesta a una mayor inflación, pondrá a prueba algunas valoraciones que parecen elevadas para empresas de gran capitalización. Por ello, dentro del mercado de renta variable estadounidense vemos claras oportunidades en las empresas de pequeña y mediana capitalización. Este segmento del mercado está preparado para lograr un crecimiento de los beneficios en 2022 superior. Además, el mayor alcance y diversificación del mercado de pymes brindará más posibilidades para obtener mayores rentabilidades. Para saber más sobre las perspectivas de la renta variable estadounidense, consulte el informe completo aquí.
Perspectivas y oportunidades en la renta variable europea
La solidez de la demanda seguirá impulsando las acciones de la eurozona de cara a 2022. Además, Europa comenzará el año con gran fuerza en términos de demanda. Los beneficios corporativos se han disparado y se avecina una oleada de inversiones a medida que las empresas reconfiguran sus cadenas de suministro y apuestan por tecnologías sostenibles. Sin embargo, no habrá que perder de vista los riesgos. Existe la posibilidad de que haya un incremento de la inflación, tipos de interés más altos y un panorama de inversión potencialmente muy diferente, especialmente hacia finales de año.
Teniendo en cuenta este escenario, Europa está bien posicionada para beneficiarse de la tendencia hacia la deslocalización de las cadenas de suministro, lo que favorecería el sector de los bienes de equipo (fabricantes de maquinaria, herramientas y otros activos utilizados en el proceso de producción). También están los líderes tecnológicos, entre los que destacan las empresas de semiconductores. Por su parte, los valores financieros, y especialmente los bancarios, tienden a ir bien cuando la inflación y los tipos de interés suben, ya que les permite revalorizar los préstamos. Sin embargo, los valores orientados al consumo podrían verse afectados si los incrementos salariales no consiguen compensar la subida de la inflación. Aquí puede consultar la visión completa del equipo de Schroders para la renta variable europea.
Todo ello nos recuerda, una vez más, la importancia de diversificar las carteras y, si cabe, ser aún más selectivos a la hora de invertir, sea cual sea el mercado. ¡Feliz 2022 y prósperas inversiones!