Tomar pérdidas

 Los mercados son difíciles. Esta máxima la entendemos los que trabajamos en los mercados muy bien. Todos hemos aprendido nuestro oficio de la inversión colectiva a través de errores.  Decía Churchill, que llegó a primer ministro cumplidos los 60 años, que la vida es ir de “error en error”. Pero de todo el aprendizaje que hemos tenido que hacer de los mercados, al menos yo en mis 20 años de experiencia, lo más difícil ha sido el tomar la decisión de “tomar perdidas”, es decir, aceptar que o bien te has equivocado, o que esa inversión no da más de sí y debe ser amortizada.

Aunque diga esto no penséis que tomar beneficios es fácil. Yo trabajé durante tres años en una sala de tesorería en un banco americano, en la que fui bróker de futuros y opciones. Allí aprendí que los mejores traders eran los que sabían tomar pérdidas y beneficios a tiempo. Eran los mejor pagados. ¡Gracias a Dios nunca fui trader!. 

Sin embargo pude entender muy bien la dificultar de ejecutar esas dos máximas que se dicen en tan sólo cuatro palabras.  Lo más parecido a la toma de perdidas y de beneficios que tuve que ejecutar en mi mesa de Opciones y Futuros, fue cerrar errores. 

Cada vez que cometíamos un error, también conocidos en la jerga de los mercados como “pilles”, existía unos pasos metódicos a seguir. 

La primera máxima al cometer un error, es que hay que cerrarlo según te des cuenta, sin pensar en si tardo uno o dos minutos más porque el mercado sube o baja. La segunda gran lección que me dieron en aquel banco americano en el que trabajé, es que además de informarle de todo inmediatamente a tu inmediato superior, luego debías hacer por escrito un informe detallado del mismo. Y si me apuráis, la tercera gran lección es que cada error era cuantificable en dinero. 

Lo que sí es cierto es que a veces en un error podías ganar dinero. Es por ello que los mercados son un arte y los mercados son para artistas. ¿Qué aporta la diversificación de las inversiones? Significa que no vamos a ganar siempre ni en todas nuestras apuestas, pero que con una diversificación adecuada, podemos obtener unos resultados muy satisfactorios. Dar las inversiones a profesionales que saben, gracias a su experiencia, tomar perdidas y tomar beneficios es una sabia decisión. 

La inversión colectiva es el camino adecuado para encontrar esos cerebros que sepan tomar perdidas y beneficios a tiempo, dos decisiones muy difíciles de asumir y que sólo la experiencia enseña.