COMENTARIO DE MERCADO ofrecido por la Dirección de Inversiones de ABANCA.
La semana actual ha girado totalmente en torno a la tan esperada reunión de la Reserva Federal, dado el grado de incertidumbre existente sobre cuál sería la decisión definitiva del banco central. Finalmente, el escenario menos probable se materializó y la Fed sorprendió al mercado con un recorte de 50pbs, una magnitud de recorte que históricamente sólo ha sido utilizada en momentos de recesión inminente, lo que contrasta claramente con el contexto macroeconómico actual de la economía estadounidense. Consecuentemente, Powell focalizó su discurso posterior en tratar de apaciguar al mercado y justificar que no se trata de un recorte de emergencia, sino de una recalibración apoyada en una inflación que se digiere al objetivo del 2% y con el objetivo de mantener el estado saludable del mercado laboral y de la economía estadounidense.
Asimismo, dicho estado saludable se reafirmó con otros datos macroeconómicos que pudimos conocer a lo largo de la semana, como las ventas minoristas de agosto o las peticiones semanales de subsidio por desempleo, todos sorprendiendo positivamente al consenso de mercado. Mayor calma del otro lado del charco aunque con datos también positivos, con un ajuste de una décima a la baja en la lectura final de la tasa de inflación intermensual europea (del 0,2% al 0,1%) y con unas ventas minoristas en Reino Unido que batieron las previsiones de mercado. El Bank of England, a diferencia de la Fed, mantuvo el guion esperado y no movió los tipos de interés.
Los mercados financieros se mantuvieron bastante estables las sesiones previas a la reunión de la Fed y tomaron dirección tras la decisión de tipos. Inicialmente la reacción volátil fue un claro reflejo de la sorpresa que supuso la bajada de 50pbs, con movimientos de ida y vuelta, pero en la sesión de jueves ya tomarían dirección. La renta variable se vio claramente favorecida, registrando fuertes alzas especialmente en segmentos más cíclicos y sensibles a los tipos de interés como pueden ser las compañías de pequeña capitalización.
Por su lado, las curvas de deuda soberana consolidaron la desinversión de la curva, con ajustes al alza en los tramos largos como muestra de que la decisión de la Fed supone una economía más sólida y por lo tanto la necesidad de unos tipos a largo plazo más elevados para contener la inflación. Por el lado del crédito también acompañó el buen sentimiento de mercado, con estrechamiento de diferenciales, especialmente en los segmentos de mayor riesgo high yield y deuda financiera subordinada. Por último, las principales referencias de crudo y el oro también registraron subidas significativas.