Una más

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

¿Y ustedes cómo ven lo de Grecia? Nosotras, la verdad, deseamos poder cambiar de pantalla, que pase algo, y que no sea, claro está, dramático. Aunque para drama la famosa reunión del Eurogrupo el pasado vienes en Riga, en la que las formas y lo políticamente correcto terminaron por ceder después de tanto verse las caras durante los últimos tres meses. El camino quedó despejado para cuchillos y reproches, efectivos en una única dirección y sentido. Un mal momento el actual para ser un héroe ideológico, Varoufakis. Dicen que no gusta en Bruselas porque es un teórico, un académico, un economista. Todo, menos un político. Y aquí nos preguntamos dónde quedan la teoría y la economía cuando la débil mejora de algunos indicadores experimentada en los últimos meses se ha dado la vuelta.
 
Un deterioro acentuado por los términos relativos pues parece que la Eurozona va mejor: el crédito bancario creció en marzo por primera vez en tres años,  mientras que el agregado monetario M3, es decir, el dinero en manos del público, aumentó el mes pasado un 4,6% ia.
 
El gobierno heleno ha fracasado en su negociación, y es que una cosa es ganar las elecciones y otra gobernar, máxime cuando de alguna forma dependen de 17 electorados más. Pero Tsipras ha mostrado resquicios de pragmatismo, y con un “éste es mi ministro, si no les gusta pongo a otro” trabaja en una nueva batería de medidas en las que ya renuncia al plan de subir el salario mínimo. Se van cayendo promesas a medida que se estrecha la camisa.
 
Y luego viene lo de la Fed y el duro invierno que sigue pasando factura. Tras el pinchazo del PIB en el primer trimestre y un débil dato de creación de empleo en marzo, llegaban los miembros del FOMC a su reunión para decidir la política monetaria de la Fed. Ésta se mantiene sin cambios, así que para rascar chicha hay que irse a los matices de unas declaraciones que pueden resumirse en lo que sigue:  este bache es transitorio, el crecimiento económico y la dinámica laboral volverán gracias a la adecuada política monetaria acomodaticia por la que nosotros, la Fed, velaremos. Punto y aparte. Política monetaria abstracta, podría decirse, que sigue dependiendo no sólo de los datos macro sino de cómo éstos se interpreten.
 
Más allá de cualquier interpretación, en esta semana del día de la madre, no podemos irnos sin dejar de reivindicar la figura de dos mujeres coraje, y no, esta vez no son Janet y Angela, por mucho que lo sean, que también. La primera es Toya Graham, esa señora vestida de amarillo y con la melena en su sitio que sacó a su hijo a tortas de una manifestación en Baltimore, mientras le gritaba la palabra que empieza por f y termina en k que las teles americanas siempre censuran, para que a la gente le quede claro que es lo que está diciendo. También está la señora Varoufakis, protegiendo a su esposo de un grupo de anarquistas que querían atacarle mientras cenaba en un restaurante ateniense. No entendemos cómo después de este episodio Tsipras ha nombrado a Euclides Tsakalotos como el otro negociador con la troika y con quien haga falta. Danae Varoufakis sí que sabe defender los suyo. Y con la ayuda de Toya, Grecia estaría salvada. Al menos una semana más.