La experiencia de Santiago Díez, Senior Advisor. Experto en agentes de banca privada, como voluntario en las tareas de limpieza en la zona más afectada por la DANA en Valencia.
La experiencia de Santiago Díez, Senior Advisor. Experto en agentes de banca privada, como voluntario en las tareas de limpieza en la zona más afectada por la DANA en Valencia.
Desde hace semanas tenía marcada la primera semana de diciembre para ayudar en la zona afectada por la Dana del pasado mes de octubre. Es importante no olvidarnos de ellos, y quería aportar mi granito de arena. Me desplacé hasta allí con mi vehículo, llevando 15.000 mascarillas y guantes donados por una empresa en Madrid. También con cajas de alimentos donados por jóvenes de una iglesia de Las Tablas, y debía entregarlo en la parroquia de los mártires valencianos, en la ciudad de Valencia.
Día 1
El primer día fui a dicha parroquia, donde decenas de voluntarios de la fundación Altius trabajaban con alta organización en preparar paquetes de comida para familias en las zonas afectadas.
Lo que más falta hacía eran coches para desplazar el material donado, por eso mi primer día consistió en hacer cuatro viajes a Benetusser, Catarroja, Sedavi, Alfafar y Masanasa. Todo el día en el coche te da para quedar tristemente impactado por la gran cantidad de coches amontonados en hasta cinco filas, todas las plantas bajas de las casas totalmente destruidas y sin muebles, gran cantidad de policía y Guardia Civil vigilando y al ejército limpiando.
Al llegar a cada casa con mis entregas de material, no hay una sola casa con ascensor funcionando por lo que debías hacer varios viajes a cada casa entregando los alimentos, y veías a personas agradecidas y tristes, muy tristes. Hablando con ellas inmediatamente te contaban como les sorprendió el 29 octubre todo y te contaban historias de vecinos que te hacían saltar las lágrimas.
Día 2 y sucesivos: Paiporta
Con el día acabado, decidí a partir del segundo día asentar mi trabajo en Paiporta, ya que en esta población de 29.000 habitantes, estaba mucho más atrasado los trabajos de limpieza, siendo el epicentro de la DANA y donde más fallecidos sufrieron, 45. En Paiporta nos organizaron de manera muy eficiente dos voluntarias de menos de 30 años, Irene y Fátima Gallardo, que asentadas desde hace 30 días en la iglesia de San Ramon Nonato de Paiporta, organizan a decenas de voluntarios. Tienen un centro donde todos los días dan miles de litros de agua embotellada al pueblo, así como comida y material de limpieza, siendo la iglesia que lleva el Padre Salva un ejemplo de entrega a los demás. ¡Nunca había visto a un sacerdote trabajar tanto como él!
Tras asignarte Irene y Fátima tu garaje donde trabajar ese día, te pones el traje EPI, botas de agua, guantes y con mucha energía y ganas de ayudar, vas a tu punto de limpieza con otros voluntarios. Desde el inicio te haces amigo del resto de voluntarios, ya que son muchos los puntos que tienes en común con ellos.
Desde luego en esta semana voluntarios como María y su prima, veterinaria y juez respectivamente en Talavera, Luis, del mismo Paiporta Guardia Civil retirado igual que su hija y yerno que venían de Barcelona, Ana que trabaja en Musea Dalí de Figueras, Carlos que venía de Murcia, y así muchos más de Madrid, Málaga, Sevilla, Granada….
Muchas historias desoladoras
Durante estos cinco días en garajes te da para hablar poco y observar mucho a los vecinos, muy agradecidos por limpiar de lodo grandes garajes de hasta tres plantas, un negocio de fontanería donde nos pasamos un día entero en los sótanos quitando lodo y agua, y muchos, muchísimos trasteros donde con mucha pena tienes que tirar junto a los dueños, un montón de recuerdos y objetos guardados, todo ello con estanterías de metal destrozadas, trasteros que parecían uno y eran cinco o seis y el agua hizo desaparecer los tabiques de separación entre uno y otro, y si, matrimonios jóvenes luchando los dos con resto de su vecinos por poner lo antes posible todo en funcionamiento.
Las historias que cuentan son horribles, unos cuantos que perdieron un amigo, que encontraron un cuerpo, que se les escapó el brazo de la persona que intentaban rescatar… historias tremendamente tristes que deben superar, noches sin poder dormir, ayudas de psicólogos, y situaciones muy complicadas de futuro con negocios que quieren reabrir, coches que deben comprar, casas que deben reparar, comprar todo el mobiliario y electrodomésticos, y donde solo reconocen a día de hoy la ayuda del dueño de Mercadona y ZARA, de voluntarios y del ejército… del resto solo ven promesas…
No os olvidamos
Desde luego en Paiporta aprendí que el valenciano es fuerte, luchador y que saldrá de esta fortalecido. En la calle respiras muchos valores, compartir, ayudar estar cerca del prójimo, no mirarte a ti, sonreír, aunque no puedas, y los ojos, los ojos lo decían todo con la mascarilla puesta muchas veces solo ves los ojos, unos ojos que muestran tristeza, agradecimiento y hermandad. Y cuando hablan solo piden que no nos olvidemos de ellos, por favor no nos dejéis solos decían, y muchas veces cuando estabas en el coche solo te saltaban las lágrimas de lo injusta que puede ser la vida y de lo mucho que nos quejamos por temas menores.
No podemos olvidaros. Gracias Paiporta por lo mucho que me diste esta semana, por los amigos voluntarios que conocí, y por el gran ejemplo que vi en los sacerdotes, y a la Fundación de Jose Andres WCK World Central Kitchen que nos dio de comer todos los días y al Hotel Soho Boutique Turia que nos alojó gratis en Valencia.