Valor o crecimiento:¿Dónde está la oportunidad en Europa?

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Imagen cedida

Hasta la fecha, los mercados europeos han tenido un comienzo de año bastante movido, aunque los resultados no han acompañado. Los mercados europeos cerraron el primer trimestre de 2014 rondando cifras planas en dólares. Este punto muerto se ha debido a que el tono positivo de las noticias económicas se ha visto contrarrestado por la disparidad de los resultados de las empresas, la cautela de las perspectivas de muchas empresas y la creciente tensión geopolítica resultante de la anexión de Crimea a Rusia. Asimismo, estamos a tan sólo dos meses de las elecciones al Parlamento Europeo, en las que esperamos asistir a un duro voto de castigo contra los partidos en el poder.

Estas contradicciones no se lo están poniendo fácil a los gestores de fondos europeos. Y para añadir un poco más de confusión, tenemos la disyuntiva entre «crecimiento» y «valor» en lo que a inversiones respecta. Ciertamente, muchas acciones de crecimiento están registrando una rentabilidad inferior, pero es igual de arriesgado decantarse por valores que podrían considerarse baratos, ya que podríamos estar cayendo en las nocivas «trampas de valoración». Como siempre sucede, se trata de una combinación necesaria.

El mismo debate podría aplicarse a la economía. La drástica mejora de los países periféricos de Europa es una noticia excelente, y lo más positivo es que esta mejoría se fundamenta en un compromiso con la adopción de políticas económicas sostenibles. No obstante, las inclemencias del clima invernal han repercutido negativamente en la economía estadounidense, mientras que China se encuentra en medio de una transición caracterizada por la ralentización del crecimiento, con todas las dificultades que ello implica. Asimismo, existe una gran cantidad de deuda por financiar y los bancos aún no han terminado de captar el capital que necesitan.

A pesar de estas preocupaciones, seguimos siendo optimistas con respecto a Europa. En nuestra opinión, nos encontramos inmersos en una esperada consolidación en el mercado europeo, después de las sustanciales ganancias registradas el pasado año. Resulta sencillo olvidar lo rápido que han repuntado los mercados de renta variable europea desde el primer semestre de 2012, como también lo es pasar por alto el hecho de que los precios de las acciones venían desde un punto muy bajo. Además, teniendo en cuenta que las compañías europeas cuentan con los debidos recursos, podríamos asistir a una recuperación de la inversión de las empresas —incluido el ámbito de las fusiones y adquisiciones— mucho antes de lo previsto, a medida que avance el año.

Entonces, ¿hacia dónde se dirigen ahora los mercados de renta variable europea? La creciente tensión en Ucrania constituye un importante elemento de incertidumbre. Muchos coinciden en que Putin ya ha ido demasiado lejos, pero dado que aparentemente las sanciones poco importan, parece que el líder ruso seguirá con su estrategia expansionista. A pesar de ello, y tomando como referencia los próximos seis a doce meses, creo que Europa se ha instalado en un periodo de crecimiento reducido. Por lo tanto, la cuestión clave es cuándo empezar a incrementar de nuevo la exposición a aquellas empresas de “crecimiento” de calidad que han sido las grandes rezagadas durante cerca de 18 meses. Teniendo en cuenta el creciente nivel de riesgo mundial, podría ser un error tratar de afinar en exceso a la hora de elegir el momento adecuado para mover ficha.