Water Stress: Surfeando la ola del agua virtual

Warren_Kreyzig
Imagen cedida

Como consecuencia del continuo crecimiento de la población y las tasas de urbanización, el cambio climático, y las limitaciones de la infraestructura, el mundo está entrando en un periodo de creciente escasez de agua que probablemente intensifique la inestabilidad económica y social.

La agricultura como principal origen de estrés hídrico

La agricultura representa alrededor del 70% de la explotación mundial de agua y, por lo tanto, está indisolublemente ligada al estrés hídrico. En los últimos 50 años, el riego ha sido el principal motor de la producción agrícola. Con la ayuda del desarrollo de bombas y sistemas de riego a gran escala, los rendimientos de la mayoría de los cultivos han aumentado entre dos y cinco veces. La industria representa el 16% de la extracción y las regiones estresadas se enfrentan a la creciente competencia por los recursos hídricos entre la industria y la agricultura. Las empresas que tradicionalmente han dado por hecho el acceso a agua limpia, fiable y barata, ahora compiten cada vez más por el suministro.

Aunque el comercio directo de agua sigue siendo reducido y caro, indirectamente, todos los días se intercambian bienes cuya producción exige enormes cantidades de agua. Por ejemplo, la producción de un kilo de trigo requiere una media de 1.500 litros de agua. El agua contenida en la producción de materias primas comercializadas se denomina "agua virtual".

El crecimiento de la población y las tasas de urbanización afectan a los recursos hídricos

Desde 1950, el número de ciudades con más de un millón de habitantes se ha disparado desde 86 hasta 468, y se prevé que la población mundial siga creciendo desde los 7.200 millones actuales hasta 9.600 millones en 2050. La urbanización ejerce una presión excepcional sobre los recursos hídricos y para 2030 se espera que la demanda mundial aumente un 50%, con la consecuencia de una escasez global de agua. El cambio climático solo agravará el problema.

Las limitaciones de la futura inversión en infraestructura

Entre 1990 y 2011, más de 2.100 millones de personas en todo el mundo consiguieron acceder a unos mejores recursos de agua potable, y alrededor de 1.900 millones a un mejor saneamiento. Sin embargo, la inversión futura en infraestructura no es ninguna panacea. Las grandes presas han cubierto las necesidades de la agricultura, la energía y el crecimiento de las ciudades, y han ayudado a proteger a la población contra los peligros de inundaciones y sequías. Su número ha aumentado desde aproximadamente 5.000 en 1950 hasta casi 50.000 en la actualidad. Por consiguiente, las localizaciones más adecuadas para la construcción de presas ya han sido utilizadas y el desarrollo de nuevas presas está cada vez más cuestionado por motivos económicos, sociales y medioambientales.

De hecho, el desarrollo de una infraestructura hidráulica excesiva acelera la escasez de agua. En años con pocas precipitaciones, la demanda excesiva de agua acumulada durante los años húmedos no puede satisfacerse, lo que lleva a percibir su escasez y genera nuevas inversiones en infraestructura. El reciclaje y la desalinización desempeñarán un papel cada vez más importante en la satisfacción de la creciente demanda de agua; sin embargo, el aumento del coste y las necesidades de energía probablemente impongan restricciones a su uso.

La justificación del agua virtual

Pese a consumir el 70% de los recursos hídricos, la importancia de la agricultura de regadío para sostener la demanda mundial de alimentos no puede exagerarse. Cuando la competencia creciente entre la agricultura y la industria afecte a las prácticas de riego, cabe esperar un retroceso de los rendimientos de los cultivos de las regiones con estrés hídrico. El creciente comercio de agua virtual, sobre todo de cereales a granel, puede reasignar grandes extracciones de agua e inversiones en infraestructura hacia las regiones más productivas, mejorando así el crecimiento económico y el bienestar social tanto en los países importadores con escasez de agua como en los países exportadores con abundancia de agua.

Conclusión

El estrés hídrico probablemente se intensifique en muchos países, sobrecargando a las economías con un coste más alto del agua, menor asignación de agua y aumento de la regulación. En consecuencia, esperamos un aumento de la demanda de distribución de agua limpia y fiable, reutilización del agua y tecnologías de eficiencia hídrica. Aunque a menudo se pasa por alto, el creciente comercio de agua virtual puede ser esencial para llegar a una solución sostenible.