Oportunidades y riesgos del Sandbox en España: la opinión de la CNMV, el Banco de España, Inverco y la AEB

Cedida (Candriam).

El espacio controlado de pruebas para la transformación digital del sistema financiero, conocido como Sandbox, ha arrancado con fuerza en España. Con motivo de la primera oleada de proyectos, el Tesoro ha organizado un evento en el que se ha debatido cuáles son sus beneficios por distintos actores de la industria.

“Estamos hablando de tecnología revolucionaria, no de negocios basados en la web”, ha dicho Carlos San Basilio, secretario general del Tesoro. En general, permite una mejora de la eficiencia e incluso la posibilidad de proporcionar nuevos productos. “Pero al igual que esta tecnología revolucionaria trae nuevas oportunidades, también trae nuevos desafíos”, ha reconocido San Basilio. Se ha referido a los riesgos adicionales vinculados a la protección. “Tenemos que tomar las medidas necesarias para asegurar la protección del cliente y que no existan peligros para la estabilidad financiera. Y no es fácil encontrar el equilibrio adecuado”, ha rematado.

Según ha explicado, ya se ha aprobado la primera oleada de 18 proyectos, que ahora están en manos de los supervisores del mercado de control, con la coordinación y apoyo desde el Ministerio de Hacienda.

Mejorar el acceso a la financiación

Para Elisa Ricón, directora general de Inverco, el Sandbox es “la respuesta a un deseo de aprender, de anticiparnos a los cambios y de encontrar formas de mejorar lo que se está haciendo actualmente”. Al respecto, ha citado la simplificación de procedimientos, diversificar exposiciones y riesgos, acelerar la identificación, que es algo muy importante en el contexto actual. Algo de lo que se va a aprovechar la industria de gestión de activos.

Una opinión similar a la que ha compartido María Abascal, de la Asociación Española de la Banca (AEB): “El Sandbox es una gran oportunidad para mejorar el acceso a la financiación y la gama de servicios financieros disponibles”. Ha puesto algunos ejemplos, como los proyectos basados en el análisis de datos, es decir, big data y el uso de herramientas de inteligencia artificial que pueden permitir mejorar el perfilado de riesgos. Las nuevas tecnologías podrían incluso “reducir aquellos casos en los que se deniega el crédito por falta de datos o datos inexactos”, ha asegurado Abascal, que ha disipado las posibles dudas que hay en la aplicación de los datos.

El papel del supervisor

Ante todo ello, los supervisores financieros deben desempeñar un papel importante. Y es algo que ha querido recalcar Raquel García, de la CNMV. “Debemos dar un paso adelante y asegurarnos de ayudar a esa financiación y tenemos que jugar un papel activo”, ha afirmado.

En ese sentido, ha insistido en el papel de los reguladores para que se anime a las empresas a utilizar los mercados de valores como una forma de complementar la bancaria. La segunda línea estratégica que ha abordado tiene que ver con la innovación tecnológica. En ese sentido, ha invitado a tener una mente abierta para adaptarse al cambio. Eso sí, es consciente de que todas las opciones que traen consigo las nuevas tecnologías también traen consigo nuevos riesgos que hay que afrontar.

El Banco de España también ha dado pasos importantes para mejorar el conocimiento sobre las nuevas tecnologías y las finanzas. “Nos esforzamos por encontrar nuestro papel como supervisor con respecto a FinTech”, ha dicho Luna Romo, del Banco de España. En ese sentido, ha explicado que en la institución trabajando en esta área con publicaciones específicas para el público en general. Y también están en estrecho contacto con otras áreas del banco para intercambiar conocimientos sobre estas tecnologías actuales y cómo impactan en su área de trabajo.

Con respecto a los proyectos presentados, en líneas generales ha dicho que hay algunos productos cuyo objetivo es mejorar directamente el acceso a la financiación de las empresas así como mejorar la liquidez global de la economía y la solvencia de las empresas españolas. Por otro lado, otros proyectos indirectamente pueden tener un efecto positivo en las finanzas de las empresas y los consumidores.