Oxford: mesa redonda de Old Mutual en la cuna del conocimiento anglosajón

Old Mutual Mesa redonda
Óscar R

Oxford ha sido la ciudad elegida por Old Mutual Global Investors para celebrar este año su conferencia anual con clientes. El marco elegido por la gestora no ha podido ser más apropiado. Ubicada en el condado de Oxfordshire (Inglaterra), a 80 kilómetros del noroeste de Londres, esta villa de la campiña inglesa de apenas 150.000 habitantes es sede de la Universidad que lleva su nombre, la más antigua del mundo anglosajón. Fue en uno de los colegios que acogen a sus distinguidos estudiantes donde tuvo lugar una mesa redonda en la que participaron cuatro de los primeros espada de la entidad: Richard Buxton, consejero delegado y responsable de bolsa británica; Josh Crabb, director de renta variable asiática; Ian Heslop, responsable de renta variable global y cogestor del Old Mutual Global Equity Absolute Return y Paul Shanta, director de las estrategias de retorno absoluto en renta fija. Los cuatro compartieron su visión sobre la situación actual que atraviesan los mercados financieros.

Heslop es quien abre fuego. En su opinión, nos encontramos sumidos en un entorno de baja volatilidad y positivismo generalizado que no debe hacer a los inversores bajar la guardia, más aún teniendo en cuenta que se están produciendo transformaciones importantes que deberían ser tenidas en cuenta por parte de los inversores, por el impacto que pudieran tener en los mercados. “El entorno está cambiando y debemos cambiar con él porque no hemos visto un escenario como este nunca antes. Estamos en un entorno en el que puede producirse una gran desconexión entre el comportamiento de los mercados y lo que sucede en el mundo. Tan solo hay que observar las evidencias que nos ha dejado el 2016, como por ejemplo el triunfo del Brexit o la victoria de Donald Trump y la positiva reacción de los mercados financieros… El mayor nivel de incertidumbre que veremos en el futuro vendrá por el lado de la política”, augura el experto.

Según Heslop, vivimos en el mundo de los hechos alternativos, las verdades paralelas y las noticias falsas. “Como inversores esto nos crea un gran problema, ya que para tomar tus decisiones necesitas apoyarte en datos que sean razonablemente ciertos”, afirma. Y eso, hoy por hoy, es más difícil. “Reconozcámoslo. Casi nadie predijo la victoria del Brexit, ni tampoco la de Trump. Las encuestas se equivocaron. Hacer pronósticos se ha vuelto muy complicado, también a nivel macro, y eso complica enormemente nuestro trabajo. Además, aunque aciertes, nada te garantiza que también vayas a dar en el clavo a la hora de posicionar tu cartera, ya que los mercados pueden reaccionar a dicho acontecimiento de una manera que ni te lo esperas”, reconoce. Por ese motivo, la mejor opción en estos momentos es adoptar una estrategia dinámica, capaz de ir adaptándose de manera flexible para aprovechar las señales que va lanzando el mercado.

La parte positiva es que, aunque no se pueda confiar en los pronósticos, los gestores disponen ahora de herramientas que les permiten entender de una manera más precisa los cambios que se están produciendo. Y esto está íntimamente ligado a la tecnología. De acuerdo con Richard Buxton, los gestores ya no tienen que esperar a la publicación de los datos macro ni a las evaluaciones de los economistas para saber qué está ocurriendo en la economía. “El big data te permite conocer en tiempo real el número de barcos que entran y salen de los puertos, los coches que circulan por una autopista…”, indica. Esto, unido a las conversaciones que ha mantenido con los directivos de las empresas, es lo que le ha permitido saber, por ejemplo, que tras el Brexit las compañías británicas no están retrayendo la inversión ni las contrataciones. “Siguen en modo expansionista”, afirma el consejero delegado de Old Mutual.

Esta desconexión entre percepción y realidad genera ineficiencias en unos mercados que no están evaluando correctamente el impacto que originan los cambios y se puede extrapolar a otras muchas áreas, como por ejemplo la inflación. “Trump no ha inventado la inflación. La dinámica inflacionista en Estados Unidos ya había comenzado a amenazar mucho antes de que se celebrasen las elecciones americanas. En Europa ocurre lo mismo. La inflación esperada hasta 2020 en la región es del 1,3%, mientras que esos mismos mercados esperan que los tipos en Europa estén 67 puntos básicos más altos. Los mercados no han sido capaces de predecir correctamente aumentos de la inflación y esos desajustes ofrecen oportunidades que poder aprovechar, tanto en lo que respecta a tipos de interés, volatilidad, divisas… Todos estos segmentos presentan un amplio rango de oportunidades”, apunta Paul Shanta.

Josh Crabb lo lleva a su terreno: la renta variable asiática, la cual encuentra “increíblemente barata, con un precio/valor en libros de 6-7 veces”, lo que –a su juicio- “eleva la probabilidad de ganar dinero en este segmento a largo plazo hasta el 80%”, sobre todo en un entorno en el que, pese a las dudas e incertidumbres que existen, las cosas van mejor gracias fundamentalmente a la política seguida por los bancos centrales, a quienes los expertos califican como superhéroes. “La respuesta inmediata dada por las autoridades monetarias a través de los QE fue la apropiada. Ahora necesitamos años para que la confianza retorne. Llevará entre 15 y 20 años volver a la normalidad y tan solo han transcurrido 8-9 años desde el estallido de la crisis en 2008. Los salarios son todavía inferiores a los de entonces, las empresas han reducido costes y ahora les vuelve a sonar el teléfono: sus clientes les llaman. En un mercado alcista, cuando realmente haces dinero es en la segunda parte del ciclo”, concluye Buxton.