¿Para Qué Soy Rico?

Charles Lowenhaupt es CEO de LGA  y nieto de su fundador,  Abraham Lowenhaupt que en 1908 fundó en St. Louis la primera firma especializada en asesoría fiscal de Estados Unidos. Esta firma derivó en un family office al que se han ido agregando otros grandes patrimonios en todo el mundo, hasta sumar mas de 700 millones de dólares manejados y una cifra muy superior bajo asesoramiento. Por experiencia grabada en su ADN, Charles Lowenhaupt sabe de lo que está hablando.

“Cuando un potencial cliente viene a nosotros, lo primero que necesitamos saber es cuál es el objetivo de su fortuna y por tanto, cuál quiere ser su legado”, explica Charles. “Generalmente la familia quiere, por encima de todo, debe asegurar que el patrimonio proporcione a todos sus miembros libertad para desarrollar sus metas, pero esas metas tienen que existir porque si las generaciones futuras creen que el dinero es un fin en si mismo, serán individuos disfuncionales”. Este concepto es muy simple, y por lo general tiene excelente acogida entre las dinastías familiares que suelen tener claros sus valores, aunque tradicionalmente no hayan hecho de ellos la razón principal de la administración de sus bienes.

“Tras hablar con la familia, y definir cuál es el objetivo de su riqueza, pasamos a analizar todos los detalles que deben diseñarse para conseguir esa meta y a comprobar si todos y cada uno de ellos están trabajando en ese sentido”, continúa Charles. La propuesta de valor y la gama de servicios es muy amplia, y aunque la administración de las inversiones que incluye la selección de los managers institucionales más adecuados al portafolio del cliente es una parte muy importante de los servicios ofrecidos, Lowenhaupt resalta que nunca descuidan otros factores de extrema importancia, como son la comunicación entre miembros de la familia, las estructuras legales y administrativas del patrimonio familiar, la educación de las generaciones más jóvenes, la relación de la familia con su comunidad, la seguridad jurídica y personal de los miembros de la familia, incluso cómo organizan los quehaceres diarios que pueden suponer una distracción sobre el fin último que se haya identificado como objetivo para esa fortuna familiar. “Es habitual que los nuevos clientes tengan estructuras administrativas y legales brillantes desde un punto de vista fiscal, pero que son absolutamente inadecuadas al objetivo último que busca la familia para su fortuna”, puntualiza Charles. “Lo normal es que la típica  familia adinerada reciba todos estos servicios de distintos proveedores que no se comunican entre ellos”, añade Erik Halvorssen. “Tener un solo punto de contacto que comprenda todo lo necesario para alcanzar sus metas,  aporta mucho valor añadido a la familia, que suele estar cansada de sentirse manipulada por distintos bancos y asesores que generalmente tratan de colocar su producto ajenos a sus necesidades reales”.

LGA tiene expertos para los distintos temas que pueda necesitar la familia, “y proporcionamos a nuestros clientes un directorio con el celular de todos los miembros del equipo para que cualquier miembro familiar pueda contactar con ellos en cualquier momento, ya sea para recibir asesoramiento legal, sobre una inversión, o para asuntos del día a día para los que cada familia cuenta con un ejecutivo del family office dedicado exclusivamente a sus necesidades”, comenta Charles.

Asesoramiento y Manejo de las Inversiones

En cuanto al manejo de las inversiones, LGA cuenta con un asesor de primera fila. La directora de inversiones de la firma –CIO- es Donna K. Gilding, que con más de 30 años de experiencia en el sector ha sido directora de inversiones de la oficina que maneja los cinco fondos de pensiones de la ciudad de Nueva York, pasando después a desempeñarse en el mismo puesto en Progress Investment Managers, firma dedicada a la selección de fondos para CALPERS, el fondo de pensiones del estado de California. “Contamos con una de las profesionales que mejor conoce la oferta de managers institucionales de todo el mundo y que además tiene pleno acceso a ellos, para otorgar el mandato de inversión que más conviene a cada cliente”, explica Charles.

Dodd-Frank Act

La nueva norma que entra en vigor en abril y obliga a los family offices a registrarse en la SEC “es un verdadero ataque a la industria de los single family offices”, según expresa Charles Lowenhaupt. Esta norma, no solo afecta a los family offices estadounidenses, sino a los que tengan cualquier conexión con un miembro de la familia con ciudadanía o residencia en Estados Unidos –incluyendo lazos matrimoniales- o bien tengan entre sus empleados a un ciudadano estadounidense, o un residente en Estados Unidos. “El registro en la SEC supone el fin de la privacidad para los clientes del family office, es decir, el fin de una de las principales motivaciones de crear un family office”, continúa Charles. “En LGA tenemos una estructura paraguas que permite a nuestras familias mantener esa privacidad. LGA es quién se registra en la SEC y quién presenta todos los informes y documentación legal requerida, sin necesidad de desglosar a quién pertenecen los activos ni en última instancia, el nombre de las familias que trabajan con nosotros”.

Erik Halvorssen añade: “esta ventaja es algo extremadamente valioso para las familias latinoamericanas con las que trabajo; casi todas tienen algún nexo con Estados Unidos, por lo que si quieren contar con una estructura de family office necesariamente tendrían que registrar su organización en la SEC, y a través de LGA ofrecemos un medio para estar en cumplimiento con la ley, sin la necesidad y el costo de registrarse, manteniendo intacta su privacidad”.

Dos Grandes Costes para un Family Office

Este es solo uno más de los costes que Charles Lowenhaput denomina de due dilligence, y que según su experiencia debería representar entre un 1% y un 1,5% sobre los activos totales de una familia. “Los grandes patrimonios familiares son conscientes del alto coste administrativo que tienen que soportar, pero no suelen tenerlo claramente cuantificado; en LGA demostramos a nuestros clientes que somos capaces de ahorrar sus costes en un 30%, básicamente porque compartimos una gran parte de los costes administrativos y porque tenemos poder de negociación y las ideas muy claras para negociar con los bancos con los que trabajan nuestros clientes”, asegura Charles.

Según apunta Lowenhaupt, el otro gran coste para una fortuna familiar es el que da título al libro que ha escrito junto a Don Trone, Freedom from Wealth: The Experience and Strategies to Help Protect and Grow Private Wealth. “Esta libertad es la que se conquista cuando en un family office tod está basado en procesos y sistemas desarrollados para la obtención del objetivo último de la fortuna familiar, incluyendo la gestión de desacuerdos entre miembros de una familia”, recalca Charles. Este punto resulta más problemático cuanto mayor es la familia, y normalmente cuanto mayor es su patrimonio, por la dificultad de contentar a todos sus miembros. “En LGA aplicamos los procesos adecuados para resolver estos conflictos, y tenemos la experiencia suficiente para asesorar a una familia hasta el punto en el que las diferencias son tan amplias que es mejor evaluar la conveniencia de separar el patrimonio familiar”, indica Lowenhaupt.

“Erik Halvorssen viene del mundo de la banca privada latinoamericana y sabe perfectamente cuáles son sus carencias”, agrega Charles. “Por otro lado, conoce perfectamente qué necesidades específicas tienen las grandes fortunas de la región  solapándolas a nuestra visión general que también es la suya, anteponiendo siempre el interés de la familia y sus individuos, por eso supe que era la persona idónea para esta asociación estratégica entre LGA y Pax Advisors”, concluye Charles.