“Parece que se está produciendo un reajuste de las valoraciones en renta fija”

blackRock
Foto cedida

Que el negativo comportamiento registrado por el mercado de bonos a finales del primer semestre provocó el sobresalto de muchos inversores que hasta entonces se mantenían tranquilos con sus posiciones en renta fija no es ningún secreto. En mayo y junio, el panorama del mercado de bonos cambió radicalmente. Tras un largo periodo de subida del mercado de renta fija, el precio de la deuda pública y corporativa cayó de forma notable en algunos casos. Esto afectó a los bonos y las obligaciones tanto de las economías desarrolladas como de las emergentes. Como resultado de estas caídas, muchos segmentos del mercado de bonos cerraron el primer semestre de 2013 con un comportamiento negativo.

Los debates en torno a una ralentización del programa de compra de bonos de la Reserva Federal estadounidense desencadenaron esta corrección. Aunque las causas se encontraban en los países industrializados, la deuda pública emergente denominada en divisas locales reaccionó de forma particularmente intensa. En comparación con los máximos alcanzados previamente, perdieron cerca de un 11% de su valor. En el caso de la deuda pública europea y estadounidense, así como en la deuda corporativa, los descuentos alcanzaron entre un 2% y un 8%.
¿Son estos reveses son la antesala de una continua y pronunciada tendencia bajista en el mercado de bonos?

Según Michael Krautzberger, responsable de Renta Fija Europea de BlackRock, los defensores de esta perspectiva han establecido paralelismos con anteriores ciclos bajistas. “No obstante, parecen haber pasado por alto que existen muchos factores en el actual entorno que indican que los acontecimientos no se desarrollarán como lo hicieron en anteriores ocasiones. Entre estos factores, se encuentra el bajo nivel de inflación, que hace que parezca improbable una rápida subida de los tipos de interés. Además, la búsqueda de rentabilidad en el mercado de bonos seguirá su curso. Otro elemento concurrente es que se prevé una menor emisión de bonos del Tesoro estadounidense como consecuencia de los recortes presupuestarios en el país, por lo que los inversores buscarán alternativas”.

El experto señala que incluso los bancos centrales —incluida la Reserva Federal—parecían sorprendidos por la magnitud de la corrección, temiendo incluso que una reacción excesiva pudiese acabar de una tacada con el reciente optimismo económico. En julio, estas instituciones dejaron claro que seguirían aplicando una política monetaria expansiva durante algún tiempo y que esto también podría extenderse a Europa.

Teniendo en cuenta todos estos factores, Krautzberger asegura que en su equipo ven improbable que se dé una tendencia bajista pronunciada en el mercado de bonos. “En su lugar, parece que se está produciendo un reajuste de los valores, lo que implica que las expectativas de los inversores —por ejemplo, acerca de cuánto durará el dinero barato o la seguridad de los mercados de capitales— se aproximarán a la realidad, lo cual es positivo”, afirma el experto.