Pascual Santojuanes (Maharani sicav): “El 30% de los días estamos fuera de mercado"

Pascual_Santojuanes_maharani
Cedida

Maharani fue una de las pocas sicav que vio la luz en 2018, en medio de la incertidumbre política que acecha a este tipo de vehículos, y lo hizo precisamente por la demanda de muchos clientes de Santojuanes, que es gestor de carteras desde el año 2012 en GVC Gaesco: “La mayoría pedían una solución con mejor fiscalidad, pero manteniendo la misma filosofía y estilo de inversión”, explica el gestor.

“El primer día ya entraron 116 accionistas”, asegura. Y hoy en día este vehículo de inversión ya cuenta con 250 partícipes y más de 15 millones de euros en patrimonio.

En realidad, toda la incertidumbre regulatoria no ha supuesto ninguna traba en la decisión de crear Maharani. “Siempre hay ruido en torno a este tipo de vehículos. El sector debe hacer una labor de divulgación. A nosotros no nos incomoda el cambio legislativo de las sicav, cumplimos con la definición de una Institución de Inversión Colectiva”, remata. La gestora a la que pertenece, GVC Gaesco, cuenta además con casi medio centenar de sociedades.

El objetivo de Maharani, que rentó un 2,30% el año pasado (teniendo en cuenta que empezó casi a mitad de año), es buscar rentabilidad desligada del mercado. Para ello se cobijan en el retorno absoluto. “La estadística nos dice qué ha pasado y el cálculo la probabilidad de cuándo puede repetirse”, cuenta Santojuanes. En primer lugar hacen un control de riesgos y, después, un análisis de volatilidad. Todo lo implementan con derivados. Eso sí, no se crean la obligación de invertir: “El 30% de los días estamos fuera de mercado. Desde el punto de vista de probabilidad es más fácil saber lo que no va a pasar que lo que va a pasar”, advierte. Eso sí, tienen fijado un nivel máximo de pérdidas del 18%. “El riesgo es una obsesión para nosotros”, asegura.

A día de hoy tienen seis subyacentes: Eurostoxx, Dax, Ibex, S&P, Dow Jones y el bono alemán. Y Santojuanes está firmemente convencido de que con estos seis subyacentes tienen suficiente. “No creo en una cartera con 50 valores”, dice.

Así, su base de clientes es más institucional, aunque también hay algún minoritario con un perfil de conocimientos elevado. Cada vez más clientes utilizan la sicav para diversificar pate de su patrimonio. Se están dando cuenta de que los sirve como elemento descorrelacionador con el mercado”, justifica.