Paul Brain (BNY Mellon IM): “El pronóstico para el crédito y los bonos emergentes es mejor que para la deuda pública de países desarrollados”

Paul Brain
Paul Brain. Firma: Cedida (BNY Mellon IM)

La renta fija es un activo que sigue siendo importante mantener en cartera, incluso en el contexto actual que es potencialmente inflacionario. No sólo aporta el beneficio de diversificar la cartera sino que, además, supone un flujo regular de ingresos en forma de cupones. La clave está, como en todas las inversiones, en elegir la posición correcta en el momento adecuado.

Es lo que opina Paul Brain, responsable de renta fija de Newton, filial de BNY Mellon IM, quien además ve oportunidades en los mercados de crédito y en deuda soberana emergente. “El pronóstico es mejor que en la deuda gubernamental de países desarrollados”, afirma. Los principales motivos que le llevan a tener esta visión es que están percibiendo un mayor crecimiento en estos mercados con, potencialmente, menos impagos y más posibilidades para obtener beneficios y un mayor crecimiento económico.

“Los activos de riesgo en el mercado de bonos deberían comportarse mejor. Ésta es una política que suponemos que continuará durante el resto del año, aunque nos enfrentamos a un periodo bastante volátil debido a que estamos saliendo poco a poco de la situación de debilidad económica que vimos el año pasado”, indica.

El mercado de bonos se mueve en ciclos

Brain considera que el mercado de bonos se mueve en ciclos y el ciclo actual es negativo para la deuda gubernamental y positivo para el crédito y para ciertos países emergentes. “Es un buen momento para los mercados de bonos ligados a la inflación o para tener cupones asociados a tasas de efectivo. Habrá un momento donde la situación se dará la vuelta pero, por ahora, los activos de riesgo son la mejor opción”.

Al gestor le parece prudente que los inversores mantengan posiciones significativamente infraponderadas en bonos gubernamentales y que favorezcan los mercados de crédito que pueden beneficiarse de mejores resultados corporativos. “Es posible que más adelante, este mismo año, sugiramos a los inversores mirar en otro sentido, una vez que el diferencial de la deuda gubernamental sea más interesante”, reconoce.

La gran transición

Los gobiernos están pasando de aliviar a las economías más afectadas (cubriendo necesidades) a diseñar planes de inversión que contribuyan a una transición hacia economías más verdes o empleos más equitativos. Esta fase añadida de apoyo se ha podido ver no solo en el último paquete fiscal de EE.UU, sino que también en medidas acordadas en Europa.

“Llega en un momento propicio, en que las economías se están recuperando rápidamente después de los confinamientos. Esta subida inevitable de la inflación, comparado con las cifras del año anterior, posiblemente demuestre ser transitoria. Sin embargo, el aumento del gasto gubernamental probablemente cause una mayor presión sobre los recursos a más largo plazo”.

A su juicio, sería lógico que el diferencial de los bonos aumentara cuando las economías se abran tras la situación de debilidad económica generada por el COVID-19. “Los niveles bajos de los tipos de interés podrían empezar a alzarse en algún momento y el miedo a la política fiscal relajada que hay ahora podría llevarnos a un aumento de la inflación mientras las economías se reactiven”, afirma.

Lo que descuenta el mercado

Para los mercados de renta fija, el potencial aumento de los tipos de interés y las expectativas de alza de la inflación son negativas. “Los mercados actuales de bonos tendrían que volver a fijar precio y entonces veríamos, como resultado, un aumento en los diferenciales. Esto de hecho, es lo que hemos experimentado desde julio de 2020. Esta tendencia se ha acelerado durante los últimos dos meses. Posiblemente es debido a la expansión de las vacunas. Y al potencial de las economías de abrirse antes de lo esperado al mismo tiempo que el estimulo fiscal continúa”.

En su opinión, el mercado está descontando una tasa de inflación más alta. “La mayor parte de los bancos centrales consideran que esto será temporal así que no es necesaria ninguna política monetaria. Prefieren ver bajar el desempleo de forma consistente antes de actuar. Sin embargo, el mercado de bonos sugiere que las cifras de inflación se podrían mantener en niveles altos durante más tiempo del esperado”.

En este sentido, el experto detecta un pequeño temor a que se repita la situación de 1994. Fue cuando la Reserva Federal mantuvo una posición bastante relajada con respecto a la inflación mientras que el mercado estaba preocupado. “La preocupación era que la Fed tuviera que actuar de forma contundente para ponerse al día y bajara los tipos bruscamente entre 1994 y 1995. Vimos entonces uno de los peores periodos para el mercado de bonos. Aunque no vemos la misma situación que en 1994, sí que es cierto que esa experiencia está influyendo en las decisiones de los inversores. Y, definitivamente, está influyendo en el precio del mercado de bonos”, concluye.