Pautas para encontrar el producto indexado más adecuado para cada estrategia de inversión

Marchioni_Ursula
Foto cedida

¿Para qué sirve la indexación? Y, todavía más importante, ¿cómo determinar qué estrategia se ajusta mejor a las necesidades de cada cliente? Conscientes de que los inversores cada vez se están sofisticando más al profundizar sus conocimientos sobre la indexación, desde iShares han elaborado un estudio que, bajo el título de “El arte de la indexación”, aporta una serie de pautas para entender el funcionamiento de estas estrategias y poder discriminar cuáles se adaptan mejor a distintos modelos de carteras.

Úrsula Marchioni, directora de estrategia de renta variable y análisis de productos cotizados para EMEA de iShares, ha sido la encargada de explicar los principales puntos de este estudio durante una visita a Madrid. La experta explica que el origen de “El arte de la indexación” surgió tras la detección por parte de la firma de una mayor demanda de productos indexados por parte de sus clientes. Así, explica que desde el año 2004 hasta julio de este año, el uso de este tipo de vehículos ha pasado del 12,6% al 25,1% en Estados Unidos y del 4,1% al 11,6% por ciento en Europa. Sin embargo, matiza que “a pesar de este gran crecimiento, todavía sentimos que las estrategias de alguna manera siguen inexploradas”.

Para Marchioni, las principales bondades de la indexación pasan por la diversificación, eficiencia de costes y una adecuada gestión del riesgo. Con la intención de, en sus palabras, “ayudar al inversor a elegir la solución más adecuada”, desde la firma han creado una hoja de ruta en la que se trazan una serie de pautas para identificar soluciones de inversión.

La primera de estas pautas alude a la selección del índice. la responsable de iShares hace especial hincapié en que “existe el mito de que replicar un índice es un proceso sencillo y automático y esto no es así. Pueden existir diferencias notables entre los índices de referencia, los vehículos de inversión basados en índices y los estilos de gestión, por no hablar de los proveedores de productos”. Marchioni calcula que, de hecho, existen actualmente 1,5 millones de índices disponibles globalmente. Para poder distinguir cuál se ajusta mejor a cada estrategia de inversión, explica que se debe prestar atención a las siguientes características: cobertura, nivel de liquidez y capacidad de inversión, costes de transacción y composición de los índices – esto es especialmente relevante en el mercado de renta fija- y las reglas de construcción de cada índice, puesto que de un mismo universo de inversión pueden nacer diferentes selectivos.

Una vez identificado el índice, el siguiente paso debe ser la selección del vehículo más adecuado entre la amplia variedad de herramientas disponibles en el mercado: ETF, fondos indexados, futuros, swaps… Marchioni explica que resulta clave entender los distintos costes y usos de cada tipo de producto en función del estilo de inversión para determinar cuál resulta más eficiente.
 
Finalmente, el tercer paso consiste en identificar el modelo de gestión más apropiado para cada caso. La experta explica que “existe la creencia de que existe homogeneidad entre los gestores, de que al estar todo computerizado los resultados son similares”. Sin embargo, rebate este estereotipo afirmando que la gestión de productos indexados “es tanto una ciencia como un arte”. Para poder identificar al mejor proveedor, recomienda fijarse en tres aspectos: la gestión del riesgo, la minimización de los costes y la optimización de los retornos.
 
El futuro de la indexación
 
Finalmente, la directora de estrategia de renta variable y análisis de productos cotizados para EMEA terminó su explicación aportando una serie de pistas sobre el futuro de la indexación, a partir de encuestas realizadas a inversores institucionales de Europa, África y Oriente Medio. La primera de ellas es que la adopción de estrategias de indexación seguirá incrementándose en el futuro. La segunda, en línea con la anterior, es que los inversores también tienen más expectativas de usar más de estos productos de ahora en adelante. La tercera, en coherencia con las anteriores, es que aumentará la oferta de estos productos.
 
Asimismo, da una serie de recomendaciones para el acceso a estas estrategias en el futuro. La más importante, reconsiderar la etiqueta “smart beta”. “Los nuevos tipos de betas – incluyendo los índices que no están ponderados por capitalización- no son necesariamente más inteligentes ni mejores, simplemente son distintos”, explica. “Recomendamos a los inversores replantearse el concepto de la indexación: céntrese primero en el objetivo que persigue, ya sea mejorar las rentabilidades o controlar determinados riesgos, y sopese después cómo podría desarrollarse esa estrategia en el panorama económico y de inversión”.
 
Tendencias en la industria española
 
Durante la presentación del estudio también hubo tiempo para hablar de la evolución de la industria española de fondos. “Los ETF y la indexación avanzan en España de manera favorable”, destacó Iván Pascual, que señala que lo principales demandantes de este tipo de productos son grandes inversores institucionales como planes de pensiones, fondos, sicav, banca privada e incluso aseguradoras, y se sirven de ellos para diversificar sus carteras. 

El director de ventas de iShares Iberia también detecta una tendencia creciente de diversificación hacia nuevos mercados, sobre todo en la parte de renta fija, por lo que “el sesgo doméstico está reduciéndose"