Pequeña guía de BlackRock para identificar a los emergentes mejor preparados para el cambio de política de la Fed

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Jer Kunz, Flickr, Creative Commons

Quien hubiese invertido en el MSCI Emerging Markets en enero de 2005 hoy acumularía una ganancia del 150%. Sin embargo, ante la perspectiva de un ciclo de endurecimiento de la política monetaria de EE.UU., muchos prevén que este rally de diez años llegue a su fin en el mundo emergente, y que vuelva a hacerse efectivo el viejo adagio de “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”. “Este miedo es comprensible, dado que una subida de tipos podría llevar a una subida de la rentabilidad de los bonos de EE.UU., lo que atraería a buscadores de rentabilidad procedentes de activos emergentes más arriesgados”, observa Russ Koesterich, estratega jefe de BlackRock

Koesterich realiza esta afirmación con el reciente ejemplo del taper tantrum en la mano, cuando los inversores vendieron deuda emergente para comprar bonos del Tesoro de EE.UU. “De hecho, la historia ha mostrado que cuando los precios de activos libres de riesgo (como los treasuries) caen a niveles atractivos, con frecuencia los inversores venden sus activos de riesgo y adquieren treasuries”, afirma. No obstante, la visión del experto es que “es probable que ese efecto se mitigue algo este ciclo, pues los tipos subirán desde un nivel inusualmente bajo”. A esto añade que la reciente corrección que han experimentado los activos emergentes ha devuelto a muchos de los países de este universo a niveles atractivos en comparación con los mercados desarrollados. 

Así pues, ¿qué debe hacer el inversor en este contexto? En primer lugar, “es importante recordar que no todos los países emergentes son iguales”, comenta Koesterich, que remarca en cambio que las naciones en vías de desarrollo “se han convertido en una clase de activo cada vez más heterogénea”. Por tanto, el experto aporta a continuación una serie de características que el inversor debe vigilar para detectar qué países están mejor posicionados para resistir la sacudida provocada por la Reserva Federal. 

Estado de la cuenta corriente

“Las economías con un superávit por cuenta corriente (por ejemplo, un saldo positivo de más exportaciones que importaciones) no son tan dependientes de la financiación de capital extranjero, por lo que pueden no estar tan afectados por los flujos de salida de capital. Esto puede proporcionar a los inversores confianza sobre la sostenibilidad económica de esos países”, comenta el experto en este punto. 

Tamaño de las reservas de divisas

Koesterich recomienda fijarse en aquellas naciones que dispongan de amplias reservas de divisas, que además suele ir pareja con el superávit por cuenta corriente, al tratarse de “un colchón para ayudarles a mantener la estabilidad de sus divisas”. 

Dependencia de las materias primas

El estratega recomienda fijarse en las naciones importadoras de commodities: “Los tipos al alza pueden llevar a una mayor apreciación del dólar y la correspondiente caída en los precios de las materias primas. Mientras que esto puede dañar a exportadores de commodities como Brasil y Rusia, ayudará a varios países emergentes en Asia”. 

¿Qué países reúnen estas características?

A continuación, Koesterich accede a dar algún ejemplo de país emergente que cumple con estos requisitos. Comienza hablando de Malasia: apoyándose en datos del FMI, desde 2005 la cuenta corriente en relación con el PIB y las reservas de divisas respecto al PIB del país han crecido de forma consistente más que la media de 21 grandes economías emergentes. Además, el MSCI Malasia ha sido capaz de publicar ganancias de forma constante desde 2008. 

Dentro de Asia, otras dos naciones que cumplen con estas tres características son Corea del Sur y Taiwán, de las que Koesterich resalta sobre todo sus reservas de divisas. El estratega admite que prefiere a Asia sobre el resto de mercados emergentes: “Además de tener divisas cada vez más competitivas, los países de Asia emergente han demostrado recientemente una mayor disposición para considerar e implementar reformas en sus mercados, y probablemente experimenten mejor crecimiento que sus equivalentes emergentes. Corea y Taiwán, junto con países como México, también están relacionados con el crecimiento de EE.UU. y es probable que disfruten de un rebote si la economía de EE.UU. se acelera en el segundo semestre del año”. 

En cambio, el experto de BlackRock comenta que Polonia y Turquía “están en mayor riesgo que otras economías emergentes”. En el primer caso, porque el país presenta déficit por cuenta corriente desde 2005 y sus reservas de divisas son inferiores a otros países en vías de desarrollo. Además, el MSCI Polonia se ha comportado peor que el MSCI Emerging Markets en los últimos diez años. “Este peor comportamiento podría continuar de llevar una subida de tipos de la Fed a flujos de salida de capital”, comenta. El caso de Turquía es parecido: “El desequilibrio económico de Turquía le coloca de forma similar en una posición de vulnerabilidad”, concluye Koesterich.