Perspectivas 2021: Los directores de Inversiones de las 10 principales gestoras españolas apuestan por el high yield y emergentes en renta fija

A nivel general, el high yield y la deuda emergente se presentan como el activo preferido en la renta fija de los directores de Inversiones de las principales firmas nacionales. Un año más, FundsPeople a recabar las perspectivas para el próximo ejercicio del Top 10 de gestoras españolas por patrimonio.

A continuación, los máximos responsables de las inversiones de las principales firmas nacionales ofrecen sus perspectivas en renta fija de cara al próximo año.

Jorge Colomer, CaixaBank AM

En nuestro escenario central, esperamos que el gradual control del virus permita una recuperación económica en el 2021. En este entorno, el Banco Central Europeo ha confirmado que lo más previsible es que siga dando soporte con su programa de compras de activos. Ambos aspectos subrayan el atractivo del crédito de menor calidad y, en especial la deuda subordinada y, de manera selectiva el high yield, siempre bajo una adecuada diversificación y medición de los riesgos de la cartera. En ambos casos, preferimos el mercado euro. Evitaríamos carteras concentradas en tesoros alemanes o americanos que, con expectativas de recuperación, podrían acumular pérdidas y son activos que deberán gestionarse de
manera muy táctica a lo largo del ejercicio.

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Jacobo Ortega Vich, Santander AM

El activo con mayor atractivo para 2021, desde nuestra perspectiva, sería la renta fija privada, especialmente el high yield. Las perspectivas para los tipos en 2021 apuntan a una ligera subida, pero no significativa ya que los Bancos Centrales seguirán una política monetaria muy laxa hasta que la economía y la inflación retomen niveles más acordes con su objetivo. En este contexto, la búsqueda por rentabilidad seguirá siendo uno de los temas que continuarán en el 2021 y en este sentido el high yield sigue presentando diferenciales muy atractivos frente a otras alternativas. Consideramos también que una recuperación de la actividad económica favorecerá una mayor fortaleza de los fundamentales de las compañías. Todo esto llevaría a un retorno adicional por la compresión de los diferenciales de crédito. Por otra parte, los activos a evitar también estarían dentro de los activos de renta fija privada y serían aquellas compañías cuyos fundamentales se hayan visto seriamente dañados por la pandemia y que tengan dificultades para hacer frente a sus vencimientos de deuda. Aunque la deuda pública se encuentra en niveles muy bajos de rentabilidad y puede no resultar muy atractiva en cuanto a retornos esperados, seguirá apoyada por las políticas expansivas de los Bancos Centrales.

Eduardo García Hidalgo, BBVA AM

Tras el fuerte descenso de rentabilidades en 2020,  el interés estratégico de la deuda pública en la mayoría de mercados desarrollados ha descendido significativamente. 

En términos relativos el crédito ofrece valor, máxime teniendo en cuenta el respaldo de los bancos centrales. 

Por otro lado, la rentabilidad ajustada por riesgo es atractiva en la deuda emergente, incluida la renta fija corporativa, con una perspectiva de largo plazo. Si añadimos la mejoría del comercio global y la pérdida de impulso del dólar se dan las condiciones para un buen comportamiento del activo también en el corto plazo. 

Sebastián Redondo, Bankia AM

En 2021 lo óptimo sería evitar la renta fija en general. Como esto es imposible, porque implicaría resignarse a obtener una rentabilidad negativa segura, nos inclinamos por evitar la renta fija americana de largo plazo así como la deuda pública europea también de largo plazo, incluida la periférica siempre y cuando las tasas de rentabilidad se encuentren en terreno negativo. Y nuestras principales apuestas irían por crédito corporativo, incluido el de calificación por debajo del grado de inversión y, sobre todo, la renta fija emergente en moneda local.

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José Antonio Pérez Roger, Sabadell AM (grupo Amundi)

En 2021 los bancos centrales mantendrán la actual política de estímulos para contrarrestar las consecuencias de la pandemia provocada por el coronavirus. Los principales beneficiados seguirán siendo los bonos corporativos con grado de inversión, que son el objeto de las compras del BCE. En un entorno de búsqueda de rentabilidad y gradual recuperación económica a nivel mundial, los bonos emergentes tanto en divisa fuerte como en divisa local podrían tener un buen comportamiento con respecto a otros activos de renta fija.

La rentabilidad de los bonos soberanos de los principales países europeos (especialmente Alemania) está en territorio muy negativo, y los tramos largos de la curva están expuestos a posibles desplazamientos al alza por repuntes de las expectativas de inflación.

óscar del diego, ibercaja

Óscar del Diego, Ibercaja Gestión

Nos situamos de nuevo en un valle en el que las oportunidades son escasas. Nos gusta la renta fija privada, pero siendo conscientes de que las emisiones con rentabilidades atractivas cada vez son más escasas, a más largo plazo y con más riesgo de compañía. El BCE va a seguir manteniendo las rentabilidades bajas con sus compras, pero seguro que se producen repuntes puntuales que intentaremos aprovechar. También vemos valor en incorporar a las carteras renta fija de países emergentes, especialmente en moneda local; seleccionando aquellos países cuyos niveles de riesgo país es más reducido (China, India) y sólo asumiendo niveles de riesgo superiores en países cuyos tipos de interés cubran ese riesgo (por ejemplo, Brasil).

Javier Egaña Kutxabank

Javier Egaña, Kutxabank Gestión

Tras la fuerte recuperación desde mediados de marzo, de la mano de los bancos centrales, pensamos que ya no hay mucho recorrido en la renta fija en general y que hará falta ser muy selectivos en busca de rentabilidad positiva. Así todavía encontramos valor en bonos ligados a la inflación, en deuda de compañías high yield, en deuda subordinada bancaria o en deuda emergente. Por el contrario, evitaríamos tener mucha exposición en deuda pública de los países core.

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Cristina Lastra, Bankinter Gestión de Activos

La renta fija ha tenido un comportamiento muy bueno en 2020, apoyada por las compras de los bancos centrales.  Los bonos gubernamentales y crédito investment grade tienen poco potencial, aunque van a seguir muy soportados por la política monetaria de los bancos centrales y vemos mayor atractivo al crédito high yield y a la renta fija emergente en divisa local.

Emilio Ortiz Mutuactivos

Emilio Ortiz, Mutuactivos

Con los tipos de interés y las primas de riesgo en mínimos históricos, el potencial de la renta fija desde estos niveles es, en general, reducido.

Pensamos que las curvas van a seguir soportadas por las intervenciones de los bancos centrales, pero la escasa pendiente nos lleva a mantener posiciones relativamente cortas en duración.  Pensamos que la pendiente de la curva americana podría aumentar a medida que la economía se recupera, sobre todo si los estímulos se mantienen.  Por ello estamos apostando por el apuntamiento de esa curva.

Aunque los diferenciales en el crédito corporativo son muy bajos y estamos reduciendo la exposición, nuestro proceso de análisis bottom up nos permite seguir encontrando algunas oportunidades singulares en compañías de calidad dentro de los sectores más denostados del mercado, ya sean por su exposición al ciclo o por su pertenencia a industrias que no están de moda.

Esther Revilla, Unigest

Se estima que este año la deuda pública mundial se ha incrementado en 8,4 billones de dólares y la deuda de las empresas no financieras en 6,0 billones de dólares. Esta cantidad tan ingente de deuda obligará a los bancos centrales a mantener los tipos de interés bajos por un largo período de tiempo y a continuar comprando activos. Con buena parte de la deuda pública cotizando a TIRES negativas o exiguas, no parece probable que el próximo año se puedan repetir rentabilidades similares a las conseguidas este año, aunque sí es posible que haya, dado que los bancos centrales volverán a absorber íntegramente este año las nuevas emisiones de deuda pública. A pesar de considerar que las curvas no van a experimentar grandes positivizaciones porque las instituciones monetarias van a poner su empeño en controlar la parte larga de la curva, si pensamos que hay un cierto riesgo, bajo, pero real, de que la parte larga de la cueva experimente un cierto repunte. Por ello,  preferimos el crédito frente a la duración. En nuestra opinión, los activos que presentan un mejor ratio rentabilidad/riesgo son la renta fija emergente, tanto en divisa fuerte como en divisa local, y bonos convertibles. También atraen los bonos de alto rendimientos, los híbridos corporativos y subordinadas bancarias.

Dentro de la deuda pública, nos decantamos por Italia (porque ofrece pick up de rentabilidad frente al resto de curvas europeas), los bonos supranacionales SURE, China en divisa local (por su alta remuneración y alta descorrelación con otros activos), bonos americanos ligados a la inflación (como cobertura ante un posible repunte de precios) y treasury americano a 10 años (como cobertura barata en caso de corrección de los mercados).

El activo que evitaríamos sería la deuda pública alemana. Cotiza a unas rentabilidades tan extremadamente bajas, que tiene bajo potencial de estrechamiento tanto en mercados alcistas como bajistas.