De cara al próximo año nuestro proceso no cambia y seguimos pensando que en activos alternativos, tanto líquidos como ilíquidos, es fundamental mantener la disciplina e invertir de forma programática y diversificada.
Dicho esto, en la parte líquida estamos favoreciendo estrategias de crédito oportunista que puedan aprovechar las dislocaciones vistas en el mercado de high yield en 2022 y, por primera vez en los últimos años, estamos invirtiendo en gestores con más beta de mercado en Long/Short renta variable. La dispersión vista durante 2022 debería ayudar a diferenciar entre compañías, así como entre diferentes sectores, por lo que entendemos que el escenario es propicio. Las dificultades provocadas por la subida de tipos de interés, la subida de la inflación y los problemas de la falta de abastecimiento en algunas industrias hacen que la proliferación de situaciones especiales en crédito sea mayor y, por tanto, nos parece otra estrategia a favorecer. Además de considerar estas estrategias desde el punto de vista de oportunidad, el escenario en general es muy interesante. Las caídas en los mercados en 2022 han provocado dislocaciones importantes en operaciones de fusiones y adquisiciones o en estrategias como arbitraje de convertibles, en las que veremos rentabilidades interesantes en cuanto los mercados se estabilicen y que suelen ser parte core de nuestra construcción de cartera.
En la parte de mercados ilíquidos seguimos pensando que la deuda privada tiene mucho potencial de crecimiento dentro de las carteras, gracias a su capacidad de cubrir un nicho no satisfecho a día de hoy por los mercados de crédito tradicionales. También debería beneficiarse de un régimen de tipos de interés más alto, la flexibilidad de los gestores y la capacidad de adelantar oportunidades de manera más dinámica. Por otra parte, en términos generales, creemos que puede ser un buen año en secundarios de cualquier tipo de clase de activo (private equity, deuda privada, real estate o infraestructuras), ya que las dinámicas provocadas por las caídas en mercados tradicionales pueden provocar ventas de carteras debido al efecto denominador. Además, estamos viendo un ángulo de transacciones interesantes y más rentables en todo lo que son secundarios liderados por el General Partner. Es un mercado creciente y rico en el que la competencia es menor y en el que en nuestra opinión los inversores pueden capturar además de la prima de iliquidez, un plus adicional de la mano de inversores de primer nivel.
2/8