Tiene por objetivo repartir un cupón anual del 4%
El Pictet-High Dividend Selection, que se encuentra ya registrado en CNMV, se enfoca en compañías de todo el mundo pertenecientes al ámbito de las infraestructuras. Estos valores han de presentar unos flujos de caja elevados y predecibles y una rentabilidad por dividendo de al menos un 3% anual.
El nuevo producto de Pictet tiene como objetivo –no garantizado- la distribución de un dividendo del 4% a sus partícipes. En este sentido, los inversores pueden elegir cobrar esta cantidad en un solo pago anual, recibir pagos mensuales de 33 puntos básicos del NAV original o bien reinvertir el dividendo en acciones del fondo. No obstante, en España todas las clases son de reinversión de dividendos.
El universo de inversión abarca el ámbito de las infraestructuras a nivel global, lo que implica sectores como servicios públicos, telecomunicaciones, energía, transportes e infraestructura energética. “Son modelos de negocio que se encuentran en entornos de negocio muy regulados o que forman parte de oligopolios. Suelen realizar una inversión de capital inicial muy fuerte, pero luego tienen flujos de caja predecibles”, explica Bruno Lippens, gestor del fondo. Según Lippens, la elección de este sector se debe a que los negocios son más estables y menos dependientes del ciclo, lo que incrementa la estabilidad del dividendo.
Las compañías han de presentar flujos de caja estables y predecibles, con una retribución vía dividendo de al menos el 3%. Los gestores son estrictos con este aspecto, de modo que si una compañía recorta sus dividendo por debajo de esa cifra, el fondo reduce posiciones.
El producto no cubre el riesgo divisa -“las coberturas cuestan tiempo y dinero, así que a largo plazo no compensan”, opina Lippens-, de modo que procuran diversificar la exposición a las distintas monedas: en torno a un tercio de las inversiones en cartera se encuentran dólares, otro tercio en euros y el resto en otras monedas. No obstante, la ponderación actual de las inversiones en dólares es algo superior (un 42%).
El fondo sigue una estrategia similar a la de otro producto de la casa, centrado en el mercado japonés. “La estrategia surgió en Japón raíz de los bajos rendimientos de la deuda pública, la incertidumbre con respecto a la inflación y la creciente preocupación por la evolución de la divisa”, explica Lippens. “Hace año y medio, comenzó a darse una situación similar en Europa, por lo que decidimos lanzar un fondo similar, sólo que de ámbito global”, añade.
Por otro lado, la elección de un ámbito geográfico global dota de una mayor diversificación a la cartera. “La correlación entre regiones es más baja en el sector de servicios públicos que en otros segmentos, ya que son negocios muy locales, en los que la dinámica particular de cada industria y el entorno regulatorio varía en buena medida de un país a otro”, explica Lippens.
El gestor no se muestra especialmente preocupado por el riesgo regulatorio en el largo plazo. “La demanda de electricidad y comunicaciones sigue creciendo, de modo que los gobiernos saben que hay que incrementar la capacidad y ofrecer un entorno regulatorio estable que no desincentive a los inversores”, afirma Lippens. Con todo, el experto reconoce que este aspecto puede generar cierta volatilidad en el corto plazo, aunque considera que la diversificación regional contribuirá a reducir el riesgo.
“Se trata de un producto que puede resultar atractivo a los inversores en bolsa que busquen un enfoque más defensivo, pero también para los inversores en renta fija, ya que ofrece retornos estables y con un riesgo de contrapartida distinto al de la deuda pública. Además, la correlación de este tipo de inversiones con la renta fija pública es muy baja, por lo que ayuda a diversificar el riesgo en cartera”, señala Lippens.
Por otro lado, el gestor afirma que el fondo ofrece cobertura contra el riesgo de inflación ya que habitualmente las compañías reguladas suelen incorporar la subida de los precios en sus tarifas.