El alto rendimiento sigue siendo una clase de activo atractiva a medio plazo para los inversores en renta fija. Así lo afirma Charudatta Shende, responsable de Gestión de Carteras de Clientes de Renta Fija de Candriam. “El repunte de los rendimientos ha aumentado significativamente desde 2021 y la clase de activos cuenta ahora con rendimientos cercanos al 7%, lo que consideramos bastante sustancial. Además, en los últimos 10-15 años, la calidad crediticia del segmento de alto rendimiento ha mejorado, con un aumento significativo del número de bonos con calificación BB frente a B e inferiores”, afirma. El experto señala que, durante el mismo periodo, la clase de activos también ha experimentado cierto crecimiento (a pesar de la reciente desaceleración) y ahora cuenta con una mayor diversificación y, en general, con más instrumentos e impulsores del rendimiento.
Además, “la duración de la clase de activos ha disminuido en los últimos 10 años hasta un nivel de 3, lo que también resulta atractivo para los inversores desde una perspectiva de riesgo/rentabilidad”, admite. Dado que la inflación parece estar bajo control en EE.UU. y la eurozona, “esperamos que el ciclo de relajación iniciado por el BCE y la Fed continúe y que los tipos tiendan a la baja, lo que en general debería ser favorable para los mercados de alto rendimiento”, prosigue Shende.
Sin embargo, según el experto, es probable que estos movimientos sean extremadamente volátiles, ya que ambos bancos centrales siguen dependiendo de los datos y los precios de mercado parecen moverse hacia los extremos. No es una consideración nueva que el crecimiento parece estar ralentizándose (más en la UE que en EE.UU.) y esto, según el experto de Candriam, podría ser desfavorable para algunos emisores de alto rendimiento.
Riesgos y oportunidades
Según el experto, es importante señalar que los diferenciales siguen manteniéndose en niveles muy bajos, lo que indica que los riesgos no son adecuadamente valorados por los mercados. De hecho, “seguimos observando una serie de riesgos que es necesario vigilar para navegar por los mercados de alto rendimiento. Es probable que las tensiones geopolíticas y las tendencias seculares, como la desglobalización y la descarbonización, no sólo afecten significativamente a los mercados, sino que también repercutan en los emisores individuales”, comenta.
Una fuente de riesgo, por supuesto, pero también de oportunidades, ya que “es probable que algunas empresas con modelos de negocio sólidos que se han adaptado a las tendencias mencionadas obtengan buenos resultados, mientras que otras sufrirán (y descenderán en términos de calidad crediticia) en este entorno”, afirma. En consecuencia, el profesional considera que el riesgo idiosincrático/específico de una empresa es el aspecto clave que deben vigilar los inversores en mercados de alto rendimiento para beneficiarse de oportunidades como la rentabilidad y la diversificación.
Características del fondo
Echando un vistazo más de cerca al Candriam Bonds Global High Yield Fund. El fondo utiliza un análisis fundamental ascendente para generar alfa. Adopta un filtro macro para que la asignación sectorial y regional sea una fuente secundaria de rentabilidad, mientras que el alfa residual también se genera mediante la gestión de la duración y el trading. “Seguimos un estilo de gestión activa, alrededor del 80% de la cual es flexible y de alta convicción. La gestión activa de la asignación entre los mercados del dólar estadounidense y del euro es un elemento importante de nuestro proceso, ya que la dispersión entre los dos mercados puede ser una fuente de alfa a la hora de elegir entre emisiones de la misma empresa”, explica.
La filosofía del fondo con Rating FundsPeople en 2024 se basa en una profunda investigación financiera y específica de las emisiones, combinada con un estilo activo de alta convicción, con el fin de beneficiarse de las ineficiencias del mercado de alto rendimiento. “Nuestro objetivo es obtener una comprensión completa del perfil crediticio de cada emisor antes de su inclusión en la cartera. Nos centramos en calificaciones superiores a BB-B. Excluimos los valores financieros, porque creemos que están condicionados por cuestiones políticas y regulatorias, y nos centramos en los créditos corporativos que están condicionados por riesgos operativos”, señala.
Mención aparte merece la sostenibilidad. Shende está convencido de que los factores ASG son clave para comprender plenamente el perfil crediticio de un emisor. En consecuencia, “integramos las consideraciones ASG en nuestro análisis fundamental. Creemos que los emisores con un perfil ASG más sólido también es probable que tengan un perfil empresarial más sólido y, por tanto, más capaces de afrontar los retos de sostenibilidad del futuro”, admite.
Por último, el equipo adopta un enfoque disciplinado para la construcción de carteras en el que combina el análisis crediticio con una evaluación periódica de las perspectivas macroeconómicas y los mercados de crédito en términos de fundamentales, valoraciones y factores técnicos. Esto “nos permite construir carteras concentradas que reflejen mejor nuestras opiniones y creencias, incorporando al mismo tiempo límites de riesgo que son fundamentales para nuestra construcción de carteras. Creemos que un marco de riesgo riguroso, una disciplina de venta controlada y filtros de liquidez pueden controlar las caídas”, prosigue.
En última instancia, esto ha permitido al fondo generar un historial muy sólido y superar al índice de referencia y a sus homólogos, así como una rentabilidad superior ajustada al riesgo. En los últimos cinco años, el fondo se ha mantenido estable tanto en términos de equipo como de proceso de inversión.