Por qué el Bluebay IG Euro Aggregate Bond invierte en deuda de la Generalitat de Cataluña: detalles sobre el proceso de inversión

Mark Dowding
Mark Dowding. Foto cedida (Bluebay AM)

El Bluebay IG Euro Aggregate Bond lleva desde 2010 batiendo de forma consistente a su índice de referencia, algo de lo que se muestra muy orgulloso Mark Dowding, uno de sus gestores: “Hemos batido al mercado en todos los años, en todos los ciclos y con todos los tipos de mercados posibles, y hemos hecho dinero en la parte corta de la cartera y en la parte larga”. Este producto de BlueBay Asset Management, calificado como Consistentes Funds People, ha sido capaz de doblar de forma anualizada su objetivo inicial, generar una rentabilidad al menos 150 puntos básicos superior al índice Barclays Euro Aggregate.

Estos buenos resultados han sido obtenidos gracias a un prolijo proceso de análisis y construcción de carteras, que parte de un enfoque matricial y de trabajo en equipo: “Cuando la gente invierte en este fondo no solo invierte en el gestor, está invirtiendo en un acercamiento orientado al equipo. Disponemos de muchos analistas que están constantemente buscando distintas fuentes de alfa y luego las seleccionan para la construcción de bloques en las carteras de distintos fondos, según los requisitos de cada fondo”, defiende Dowding.

En este producto en particular, son cuatro las formas principales de tomar riesgo: mediante posiciones activas en curvas y tipos de interés, mediante posiciones de valor relativo en las que explotan la dirección de los diferenciales (por ejemplo, la prima de riesgo entre bonos españoles e italianos), estrategias direccionales y de valor relativo en crédito no soberano (principalmente deuda corporativa y bonos cubiertos) y mediante posiciones activas en tipos de cambio. La última fuente de riesgo es la de menor peso en cartera, porque se utiliza principalmente como un mecanismo para mitigar el riesgo.

Se emplea un análisis top down para la selección de bonos, que aporta dos tercios de rentabilidad a la cartera, y un análisis bottom up para las estrategias de valor relativo, que aportan el tercio de rendimiento restante. Los analistas deben expresar altas convicciones en cada una de las estrategias incluidas en la cartera, con un peso máximo que puede oscilar entre el -5% y el +5%.

Un proceso construido sobre la información

“El proceso de inversión es sólo tan bueno como la gente que genera ideas dentro del proceso. Se necesita disponer de habilidades desarrolladas para identificar el alfa”, insiste Dowding. El gestor considera importante resaltar el factor humano porque piensa que el mercado de renta fija se ha vuelto en los últimos años cada vez más dependiente de los bancos centrales y los políticos, lo que obliga a disponer de analistas expertos en estas áreas. “Ahora la política ejerce una gran influencia en la volatilidad y en la macro”, afirma.

Este esfuerzo de comprensión se traduce en el caso de BlueBay en grandes cantidades de tiempo dedicadas a mantener contacto directo con las autoridades para poder entender “la dirección del mercado, cómo piensan los políticos y cómo reflejan este pensamiento los medios de comunicación, porque muchas veces los mercados ponen en precio noticias que son falsas”.

En un esfuerzo por aplicar un enfoque holístico, la gestora también recurre a fuentes de información menos convencionales, como las redes sociales:  “A veces obtenemos más información de Twitter o Facebook que de Bloomberg. Es importante entender que es una fuente de información de primera mano y saber quién es la persona que es más importante para poder hablar de cada tema”.

Para comprender mejor el grado de información que obtiene el equipo y cómo lo traducen en estrategias, el gestor pone dos ejemplos que marcaron la diferencia por rentabilidad para el fondo en 2016. El primero fue el esfuerzo por comprender los efectos secundarios de que el BCE mezclase QE y tipos negativos: “Los bancos estaban siendo obligados a comprar bunds y usarlos como colateral para sus depósitos. El coste económico de respaldar estos depósitos era de -90 puntos básicos, muy superior a la tasa repo. En consecuencia, esta dinámica iba a provocar una fuerte caída de la rentabilidad en los bunds de corta duración que terminaría por afectar a toda la curva. Por tanto, nos pusimos alcistas en bunds”.

El otro ejemplo de actuación fue durante el Brexit: “Hablando con políticos europeos, nos dimos cuenta de que nos dirigíamos a un escenario en el que probablemente saliera el voto a favor de dejar la UE, pero que las autoridades de la Unión iban a defender al mercado europeo. Es decir, que el Brexit tendría un efecto local, no global, por lo que vimos oportunidades en estrategias de riesgo asimétrico. Compramos bonos de la periferia europea y los cubrimos con una pequeña posición corta en libras”, resume Dowding.

Ideas actuales en cartera

Uno de los grandes temas macro que centra actualmente la atención del equipo es la actuación del BCE. “La economía europea presenta mejor aspecto. Pensamos que el BCE retirará sus medidas acomodaticias con bastante lentitud. Anunciarán el comienzo de la retirada en la reunión de septiembre y ésta será muy gradual, se desarrollará a lo largo de 2018, porque entre medias la economía europea presenta desequilibrios que necesitan ser cerrados”, indica el experto. A esto añade que “el entorno es constructivo para los activos europeos y está apoyado por un descenso del riesgo político”. Además, destaca que los bancos de la eurozona están presentando también un mejor comportamiento, “apoyados por un tono más constructivo de los reguladores”.

Como consecuencia de esta visión, el equipo gestor del Bluebay IG Euro Aggregate Bond está constructivo en crédito – principalmente deuda subordinada financiera-,  mantienen su apuesta alcista en los bunds y también posiciones en deuda periférica. El fondo también cuenta con posiciones largas en deuda de Europa del Este, emitida por Rumanía, Polonia, Macedonia y Albania. La duración de la cartera es de 5,5 años, dos menos que el índice de referencia.

Dentro de la posición en deuda periférica, el país preferido es Chipre. También tienen posiciones en deuda italiana, porque consideran que los inversores están siendo demasiado pesimistas  con el riesgo político que presenta el país: “Incluso aunque el Movimiento Cinco Estrellas tenga un fuerte respaldo, esperamos que moderen sus posiciones respectos a la UE y adopten una postura más parecida a la actual de Syriza. También pensamos en la posibilidad de un gobierno de coalición”, indica Dowding.

Sobre el caso español, el gestor explica que “los bonos reflejan una buena historia de recuperación, pero mucho ya está puesto en precio”. Sin embargo, indica que le gustan los bonos emitidos por la Generalitat de Cataluña: “Somos conscientes de la posibilidad de que se celebre un referéndum, aunque dentro de los límites constitucionales. En todo aso, esperamos que el Gobierno central siga respaldando la deuda de la Generalitat, que actualmente está ofreciendo 700 puntos básicos más que el bono español”.