Razones por las que el boom que se ha visto en los bonos verdes se mantendrá más allá del coronavirus

Verde
Foto: Artem Beliaikin, Unsplash

La necesidad de reconstruir la maltrecha economía que ha dejado el COVID-19 de una forma más sostenible no solo se incluye en la agenda de los Gobiernos sino también en la de los bancos centrales. Una prueba de ello se ve en el anuncio de hace unas semanas del BCE en el que confirmaba que incluiría un tipo de bonos socialmente responsables, los llamados bonos sostenibles, tanto en su programa de compra de bonos soberanos como en el programa extraordinario antipandemia además de aceptar este tipo de deuda también como colateral. Todo ello a partir del 1 de enero de 2021.

Este tono verde que están adquiriendo los bancos centrales casa también con el verdor que están llevando a cabo los Gobiernos, en este caso a través de la emisión de bonos verdes. “Más países podrían unirse a los actuales líderes en bonos verdes de Francia, Bélgica, los Países Bajos, Chile e Irlanda. Aparte de Alemania, España y Dinamarca también han manifestado interés recientemente en emitir bonos verdes. Después de todo, estos instrumentos son un modo de promocionar objetivos medioambientales y de brindar al mismo tiempo estímulo económico”, afirma Mario Eisenegger, director de inversiones de la gestora de fondos de inversión M&G Investments.

Desde FundsPeople hemos querido preguntar a los responsables de los dos fondos especializados en bonos verdes que cuentan con Sello FundsPeople 2020, NN (L) Green Bond y Allianz Green Bond, ambos con la calificación de Consistente, por qué creen que el boom visto hasta ahora en este tipo de emisiones se mantendrá también a largo plazo.

“No debemos olvidar que la UE va a emitir alrededor de 225.000 millones de euros en bonos verdes en los próximos dos años, y otros gobiernos europeos apenas están empezando sus programas de bonos verdes, por lo que creemos que las emisiones de bonos verdes seguirán creciendo con fuerza”, afirma el equipo gestor de NN (L) Green Bond, formado por Alfred Meinema y Bram Bos.

De hecho, defienden que pese a que el hecho de que el BCE haya optado por los bonos sostenibles y no por los verdes no implica que en los segundos se vaya a ver una ralentización en su crecimiento. “No creemos que el crecimiento de los bonos verdes tradicionales se ralentice debido a este anuncio. El anuncio demuestra ciertamente el compromiso permanente del BCE con las finanzas sostenibles y lo aplaudimos, sin embargo el mercado de bonos verdes es mucho más maduro y tiene una taxonomía mucho más desarrollada en comparación con los bonos vinculados a la sostenibilidad, y la UE debe publicar su taxonomía definitiva antes de finales de año”, afirman.

Julien Bras, gestor de Allianz Green Bond, también se muestra confiado en que el crecimiento en el número de emisiones de bonos verdes se mantendrá más allá del corto plazo y no solo por el apoyo del BCE al mercado de bonos sostenibles. “Este mensaje del BCE es positivo para el mercado de bonos verdes en el sentido de que hace brillar la clase de activos, pero los principales impulsores de una mayor emisión de bonos verdes son en realidad el interés y la demanda de los inversores, tanto minoristas como institucionales, y los importantes cambios políticos y sociales relativos a la cuestión del cambio climático con el reconocimiento por parte de los participantes en el mercado de que las finanzas tienen su papel que desempeñar para resolverlo”, afirma.

De momento la expectiva que maneja Bank of America en cuanto a este mercado es de lo más halagüeña. Estiman que elas emisiones de de bonos sostenibles alcancen en 2020 un volumen de entre 400.000 y 450.000 millones de dólares, frente a los 334.000 millones del anterior, que se sumarían al billón de dólares de inversión actual. Destaca además que buena parte de esas emisiones se producirán en bonos verdes.