Según los cálculos de Richard Brown, gestor de carteras de clientes de renta variable europea de Janus Henderson, solo el 6% de los beneficios de la renta variable europea está expuesta a los aranceles.
¿Y si se equivoca el consenso? En las semanas posteriores a la reelección de Donald Trump, los mercados se han movido para reflejar el previsible impacto al alza en los precios de la implementación de los planes de aranceles y recortes de impuestos del futuro presidente de Estados Unidos. De hecho, comienza a consolidarse la duda de si la Reserva Federal podrá bajar tanto los tipos como se tiene previsto. Pero, ¿y si se equivocan? ¿Y si el segundo mandato de Trump no resulta ser tan inflacionista como se descuenta? Es precisamente el escenario que maneja Richard Brown, gestor de carteras de clientes de renta variable europea de Janus Henderson.
En opinión del experto, la era Trump 2.0 será distinta a la que vivimos en su primer mandato. “Gran parte de las subidas de precios de la anterior vez se generaron por los recortes de impuestos. Lo que está barajando ahora es principalmente extenderlos o reducirlos ligeramente”, apunta Brown. Es decir, que sus medidas fiscales no generarían el mismo impulso inflacionario que la primera ronda.
La segunda razón por la que cree que no veremos ese repunte fuerte de la inflación en Estados Unidos es por la composición de las cadenas de suministro. “Cuando Trump impuso los aranceles la primera vez muchos de los negocios adaptaron sus cadenas de producción para diversificar geográficamente su riesgo. Ya no son tan dependientes de la importación de China; están en mejor posición para hacer frente a los nuevos aranceles”, afirma el experto.
Y, por último, está el detalle de que lo que precisamente busca Trump y su gabinete es mantener bajos los precios. “No creo que implemente medidas que desboquen la inflación”, vaticina Brown.
Impacto en la bolsa europea
Por eso el experto cree que el miedo que pesa sobre la renta variable europea es desmedido. “El mercado ha echado cuentas. Si el 26% de los beneficios empresariales del índice europeo proceden de Estados Unidos y a eso hay que aplicarle un arancel del 10%... Pero es que nuestros cálculos más precisos pintan una imagen distinta”, apunta el experto.
De ese 26% habría que restar el porcentaje que procede de las empresas de servicios o que se producen directamente en el mercado doméstico, por lo que no se verían afectados por los aranceles. El resultado que maneja Brown es que solo el 6% de los beneficios de la renta variable europea está expuesta a los aranceles. De ese dato, la mayoría son fabricantes de automóviles, de bebidas espirituosas y compañías globales como Inditex.
La pregunta que también abre el gestor es: ¿cuáles pueden ser los efectos indirectos? Es decir, en el sentimiento empresarial. “Un empresario probablemente retrase inversiones importantes a la espera de conocer la política final y el riesgo es que se convierta en una profecía autocumplida”, apunta Brown.
Y si se cumple el escenario del experto de Janus Henderson, el inversor también deberá reflexionar sobre su posicionamiento con el dólar. “Si se cumple nuestro escenario deberíamos ver una reversión de la fortaleza del dólar”, vaticina. Dicho esto, su tesis viene con un disclaimer importante: que las divisas son la clase de activos más difícil de formar una opinión sólida. “Entran en juego demasiados factores y sentimiento. Tampoco sabemos cómo podría reaccionar China ante los aranceles”, añade.
¿Qué impacto puede tener D.O.G.E?
Otra de las grandes medidas del segundo mandato de Trump es su plan de reducir el número de puestos públicos en un 75%. Liderado por los empresarios Elon Musk y Vivek Ramaswamy y conocido popularmente como D.O.G.E (Department of Government Efficiency por sus siglas en inglés, el departamento de eficiencia gubernamental), el objetivo es eliminar los excesos en la mano de obra federal. Según las cifras que maneja Brown, si cumplen con los cálculos de Musk y Ramaswamy el Estado se podría ahorrar el equivalente a un año medio de salarios (non-farm payrolls) o hasta cuatro si solo se tiene en cuenta la media de los salarios públicos.
En cuanto a las posibles implicaciones, Brown está analizando el impacto en compañías de servicios de informática ya que se recortará sustancialmente el número de licencias necesarias así como al sector de la construcción, que podría ver retrasados sus pagos.