Gurpreet Ottal, de UBS O'Connor, destaca cómo un entorno regulatorio más favorable y la recuperación de la actividad de fusiones podrían ofrecer grandes oportunidades para el segmento.
La llegada de Trump a la Casa Blanca en 2025 podría catalizar una nueva era dorada para las fusiones y adquisiciones, especialmente beneficiando a las estrategias event driven. Los expertos anticipan un entorno regulatorio más predecible y favorable, mientras que las condiciones de financiación actuales, con spreads de crédito en mínimos históricos, crean el cóctel perfecto para las operaciones corporativas. En este escenario, UBS O'Connor se posiciona como un jugador destacado en la materia, con más de dos décadas de experiencia en el análisis y la gestión de este tipo de estrategias. Su Director General, Gurpreet Ottal, explica cómo esta clase de inversión combina un enfoque de bajo riesgo con retornos consistentes a través de la selección cuidadosa de eventos corporativos clave.
La estrategia event driven, y particularmente el arbitraje de fusiones, está experimentando un renovado interés por parte de los inversores institucionales. Este resurgimiento viene impulsado por la expectativa de un cambio significativo en el panorama regulatorio estadounidense con la posible victoria de Donald Trump en las elecciones de 2024.
¿Cómo funciona la estrategia UBS O'Connor event driven?
La estrategia UCITS de UBS O'Connor se centra en el arbitraje de fusiones, una táctica especializada que aprovecha la brecha de precios entre el anuncio de una fusión y su ejecución. Este margen refleja el tiempo y los riesgos involucrados en completar el acuerdo. “Invertimos únicamente en acuerdos anunciados y definitivos, evitando la especulación sobre posibles fusiones”, explica Ottal. Este enfoque permite reducir la exposición al riesgo, manteniendo retornos consistentes.
La cartera actual de UBS O'Connor incluye alrededor de 50 acuerdos globales, principalmente en mercados líquidos como Estados Unidos, Europa y Asia. En promedio, cada operación tiene una duración de tres meses, lo que permite rotar la inversión en más de 200 acuerdos al año. Sin embargo, la clave del éxito radica en evitar rupturas de acuerdos, una tarea que requiere análisis exhaustivo y una gestión de riesgos precisa. “Es como el negocio de los seguros: rara vez ocurre un siniestro, pero cuando sucede, el impacto puede ser significativo. La habilidad está en evaluar esos riesgos y dimensionarlos adecuadamente”, añade Ottal.
UBS O'Connor destaca no solo por su alcance global, sino también por su enfoque disciplinado y su historial de rendimiento a lo largo de ciclos económicos. Según Ottal, el equipo de ocho personas, con más de 25 años de experiencia en promedio, aplica un enfoque meticuloso basado en la calidad de los acuerdos y el análisis exhaustivo de riesgos. “Solo invertimos en acuerdos donde el mercado subestima la probabilidad de éxito, lo que nos permite capturar valor con alta certeza”, explica.
Actualmente, UBS O'Connor gestiona 3.000 millones de dólares en su estrategia de arbitraje de fusiones, incluyendo un fondo UCITS europeo de 300 millones. Este fondo, diseñado para inversores europeos, combina la experiencia global del equipo con la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios regulatorios y de mercado.
El Impacto de las Políticas y los Factores Geopolíticos
La regulación antimonopolio es uno de los principales desafíos para los fondos event driven. En este sentido, la política juega un papel crucial. Bajo una administración más favorable como la de Trump, se espera que las agencias regulatorias de Estados Unidos sean menos intervencionistas, lo que reduciría las barreras para las fusiones. Además, en Europa, sectores como la banca y las telecomunicaciones muestran signos de mayor consolidación, impulsados por la necesidad de crear campeones europeos que compitan globalmente.
Japón también emerge como un mercado interesante debido a recientes reformas de gobernanza corporativa que promueven mayor transparencia y protección para los accionistas minoritarios. Un caso destacado es la adquisición de Toshiba, uno de los mayores acuerdos de capital privado en el país, que marcó un hito en su evolución hacia prácticas más modernas.
¿Por qué invertir ahora?
Con un entorno global que apunta hacia un aumento en la actividad de fusiones y adquisiciones, los fondos event driven podrían estar en una posición privilegiada. Las tasas de interés en descenso, combinadas con un entorno político más favorable en EE.UU., aumento de los acuerdos de gran escala (como la canadiense ACT, que presentó una oferta para comprar la japonesa Seven & i Holdings, la empresa matriz de las tiendas de conveniencia 7-Eleven), son catalizadores clave.
Ottal concluye: “Estamos en un momento único. La actividad de acuerdos debería aumentar, mientras los márgenes de arbitraje se mantienen atractivos debido a la cautela residual en el mercado”.
Con todos estos factores alineados, este tipo de fondos ofrecen, no solo la oportunidad de aprovechar este momento histórico, sino también una estrategia para diversificar carteras y generar retornos consistentes y no correlacionados. Según comentó Ottal con FundsPeople, en su reciente visita al país muchos inversores institucionales y family offices mostraron fuerte interés por su estrategia.