¿Por qué Europa siempre pierde el pulso con EE.UU.?

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Funds People

El mercado estadounidense se comportó mejor que el europeo en 2018. Y hay varias razones por las que esta tendencia podría mantenerse en el futuro. En un desayuno organizado por Funds People y patrocinado por Algar Global Fund, Félix Sánchez, director de Inversiones Multimanager en Sabadell AM, destaca su composición sectorial: “Los índices europeos, en los que la banca, los seguros y las empresas industriales tienen mucho peso, son mucho más cíclicos. En cambio, en EE.UU. los índices son mucho más growth, con un mayor peso de la tecnología y de otros sectores que crecen mucho”. 

Reconoce que si se tiene en cuenta solo la valoración, Europa está más barata que EE.UU., pero si lo que se analiza es el crecimiento la cosa cambia: “Al final, EE.UU. decepciona siempre menos en beneficios, mientras que Europa siempre decepciona mucho mas”. A eso hay que añadir otro factor importante, las incertidumbres políticas:  “EE.UU. es un país. En Europa, cuando no está el Brexit, está Italia con los presupuestos, Francia con los chalecos amarillos, Alemania con crecimiento cero, o algún país con elecciones. Siempre hay algún tipo de incertidumbre en Europa”. En este contexto, por tanto, “por valoración, mejor Europa; pero una combinación entre Europa y EE.UU. pensamos que va a ser una buena estrategia en los próximos años”.

Respecto a la valoración, Jean Claude Felguera, gestor del Algar Global Fund, destaca el hecho de que el porcentaje de mercado regulado europeo es mucho mayor que en el caso de EE.UU. “Tenemos eléctricas, bancos, empresas de telecomunicaciones. Si separas el 30% que tiene PER 8 con retornos bajos, me refiero a la banca y telecomunicaciones, realmente todo lo demás arroja valoraciones elevadas”.

Pelayo Gil Turner, director de Inversiones de Varianza, destaca que “todo lo regulado con bajos ROE y con problemas concretos se encuentra en Europa y, sin embargo, en EE.UU. encontramos lo contrario. Empiezas a separar y, de repente, empiezas a ver mercados nuevos”. Explica que mantienen cierta sobreponderación en Europa, pero pese a ello cree que “EE.UU. tiene visos de tener un comportamiento a medio plazo siempre sorprendente, mientras que con Europa llevamos equivocándonos mucho tiempo, siempre esperando ese estirón que nunca llega”.

Efectivamente, si se miran los índices en los últimos cinco años Europa no ha dado muchos alegrías. Aunque quizá esa no sea la forma de afrontar el tema. Beatriz Paredes, asesora del Algar Global Fund, asegura que a nivel individual Europa sí que ha hecho cosas, y explica que aunque Algar Global Fund es un fondo global que puede invertir en todo el mundo, “Europa es nuestra región, nuestro universo de conocimiento, de proximidad, de seguir el track record de las compañías y su evolución desde hace muchos años”. Comenta, además, que el fondo no hace inversiones sectoriales sino que toma posiciones en valores individuales, donde sí hay buenas oportunidades.

Sí que coincide en que es un mercado muy regulado, pero destaca que eso no tiene porque ser negativo, y pone como ejemplo el caso de las eléctricas, que cuentan ahora con un entorno regulatorio mas benigno y con unos tipos de interés bajos, lo que aporta tranquilidad a las compañías endeudadas. Beatriz Paredes añade que, en el actual contexto, “es importante tener en la cartera valores que no tengan una beta muy alta, huir de las small caps hasta que el mercado tenga otro tono porque uno se puede quedar algo atrapado; y también es clave tener en la recamara algo de liquidez porque la volatilidad es sinónimo de oportunidades, pero hay que tener dinero para poder aprovecharlas”.

Sonia de Las Heras, responsable de Multimanagement en Allianz Popular, cuenta que siguen sobreponderando Europa e infraponderando EE.UU, y explica que “a nivel sectorial no tienen demasiado sesgo, lo tomamos a través de fondos. Aunque sí que es verdad que hemos tenido nuestras dudas en el caso del sector bancario, pero en general somos positivos en Europa mientras que EE.UU. tiene menos peso”.  

Aunque las carteras de Fonditel también mantienen un cierto sesgo europeo, José Cerón, gestor de fondos multiactivos, reconoce que “ser inversor europeo es muy triste, porque al final la renta fija no ayuda en nada, por lo que para carteras como la nuestra de asset allocation es muy complicado esconderse; y en renta variable, salvo que se invierta a nivel de valores donde puede haber oportunidades, la misma composición de los índices penaliza si lo comparas con EE.UU.”.

Asegura que la clave son los bancos, y por eso considera que hay que estar atentos a lo que haga el Banco Central Europeo: “En Europa, por el mecanismo de transmisión de la política monetaria, necesitamos a los bancos, y si miras los múltiplos en términos históricos, los bancos no están caros en comparación con otro tipo de compañías. Si hay una cierta estabilidad en los próximos meses y el sector financiero se mantiene tranquilo podemos tener ciertas alegrías en el mercado de renta variable europeo”, opina.

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Haya o no más o menos tranquilidad, lo que sí que esperan todos los ponentes es que este año se sucedan episodios de volatilidad. En este contexto ¿cuál es la mejor estrategia, la relación ideal entre el binomio alfa-beta? Jean Claude Felguera, socio fundador de Algar Global Fund, explica que siempre intentan aprovechar el alfa para reducir la beta: “En vez de intentar ganar mas dinero, con el alfa que tenemos aprovechamos para intentar reducir riesgos”.

Según comenta, “con una beta media del 0,7 en los últimos cinco años, el alfa del fondo está actualmente en el 10%. Si eres un partícipe todo el mundo se fija en los performance, pero creo que es muy importante poner en relación ese performance con el riesgo asociado, y es lo que nosotros hacemos desde siempre, intentar controlar y minimizar el riesgo en cualquier momento”.

La clave es el horizonte temporal. Sonia de Las Heras considera que “el medio-largo plazo es básico en una cartera, y después, si se puede conseguir beta en algo táctico y puntual, sea en compañías, sectores o en algo concreto, se aprovecha, pero, en general, a medio y largo plazo es alfa”.

José Cerón explica que para ellos es muy importante la selección de los bloques de activos por el perfil de los inversores que tienen, muchos de ellos fondos de empleo que tienen un horizonte temporal de medio y largo plazo: “Tienes un nivel de riesgo que más o menos se puede variar, pero no puede ser un retorno absoluto puro. No queremos que decisiones de alfa muy fuerte detraigan rentabilidad de la beta que podemos tener con los activos”.

Coincide Pelayo Gil Turner, que considera que, en líneas generales, “la beta en la parte de selección de fondos es fundamental, si bien es cierto que hay algunos activos, casos concretos, situaciones de mercado, en los que sí se puede ir en busca de ese alfa”. Añade, además, que “hay que hacer especial hincapié en la contención de costes porque, al final, en el entorno de tipos de interés en el que nos encontramos puede llegar a ser algo diferencial en un momento dado”.

La filosofía en el caso de Félix Sánchez es de alfa: “Consideramos que el core de nuestras carteras tiene que estar invertido en fondos que busquen el alfa en el medio y largo plazo”. No obstante, considera que en un escenario como el actual de mayor volatilidad, en el que el control de riesgos es importante, “el utilizar estrategias de beta o más pasivas para hacer gestión táctica de las carteras quizá tiene más importancia. Yo lo que haría es alfa para el core de la cartera y para la parte más táctica o satélite estrategias, a través de futuros u opciones, para medir el nivel de exposición que se quiere tener y gestionar los riesgos de la cartera en cada momento”.