Eventos sorpresa que subrayan la necesidad de tener un plan (de inversión)

Donald Trump, EE.UU.
Gage Skidmore, Flickr, Creative Commons

Tras la victoria del Brexit, muchas gestoras hicieron suyo el mantra de la II Guerra Mundial “Keep calm and carry on” (“Mantenga la calma y siga adelante”), y esto también es aplicable a la agitación que están viviendo los mercados tras la elección de Donald Trump como 45º Presidente de EE.UU. Una vez más, merece la pena recordar a los inversores una serie de principios fundamentales para mantener la calma en estos periodos de agitación.

“La elección de Donald Trump —un claro advenedizo político— como presidente de EE.UU. es un nuevo ejemplo del entorno altamente impredecible en el que nos movemos desde un ángulo político”, coincide Paras Anand, director de inversiones en renta variable europea de Fidelity. Sin embargo, como ya insistió el experto hace unos meses, cuando se produjo el Brexit, “es importante recordar que en la mayoría de los casos la política tiene una influencia reducida en las perspectivas a largo plazo de las empresas”. Por eso, continúa, “aunque el titular pueda hacernos pensar en un cataclismo, a los inversores les irá mejor si mantienen una perspectiva mesurada. Reaccionar ante los acontecimientos a corto plazo de índole macroeconómica rara vez es lo indicado”, concluye.  

David Lafferty, jefe de estrategia de mercados de Natixis Global AM, reinvindica la necesidad de mantener la cabeza fría: “Los mercados suelen reaccionar rápido para digerir las nuevas realidades. En las próximas semanas los inversores encontrarán también el nuevo equilibrio entre las clases de activos de sus carteras”. Dicho esto, Lafferty no ignora que la volatilidad puede ser sinónimo de oportunidad:  “Las pérdidas generadas por las elecciones estadounidenses mejoran las valoraciones. Las acciones y la renta fija sensible al riesgo crediticio están más baratas”.  El pronóstico del experto es que, además de aumentar la volatilidad, también lo hará la dispersión de retornos: “Como la volatilidad seguirá aumentando entre las clases de activos que están plenamente valorados, esperamos beta y amplios retornos de mercados, siendo cautos. Las oportunidades más importantes para los inversores es probable que provengan de la generación de alfa, la diferencia de los precios entre los índices, en contraposición a los rendimientos de los índices”.

Al igual que sucedió con el Brexit, Lafferty opina que esta clase de fenómenos y su impacto sobre el mercado “puede dar una lección a los inversores”. “Los mercados son impredecibles y las encuestas a menudo se equivocan. Los inversores pueden usar esta experiencia como guía para medir su propia tolerancia al riesgo. Y de esta forma, entender que evaluar con precisión el umbral de dolor que pueden soportar es la única forma que los inversores puedan navegar con calma en los periodos de pérdidas en el corto plazo”, concluye el experto.

Una vez más, la diversificación es clave

“Como inversores a largo plazo con una elevada convicción, los profesionales de Invesco no se plantean modificar su proceso o filosofía en respuesta a las elecciones u otros acontecimientos a corto plazo. Creemos que a los inversores tampoco les conviene hacerlo”, comenta por su parte Karen Dunn Kelley, directora sénior de inversiones de Invesco. La experta aboga por adoptar una postura de inversión independiente de quién gane las elecciones, y cree que el planteamiento más adecuado sería “construir una cartera diversificada para atender sus necesidades a largo plazo, y ceñirse a su plan a lo largo del tiempo. Actualizar el plan cuando sus necesidades cambien y no abandonarlo debido a la volatilidad del mercado”.

Los expertos de Goldman Sachs AM también insisten sobre la importancia de diversificar, pero manteniendo una postura cauta y una visión estratégica de largo plazo. “Desde el 2000, la brecha media de rentabilidad entre la clase de activo con mejor y peor comportamiento es del 46%. Esta brecha ha alcanzado el 81% y nunca ha sido inferior del 22% en este periodo. Es más, en la mitad de los años analizados al menos una clase de activos ha generado una pérdida de doble dígito. Creemos que estos números son un poderoso argumento a favor de la precaución al medir el grado de riesgo que se toman en las visiones de corto plazo”, detallan.

En la firma aportan otro dato a favor de mantener la mente fría ante movimientos de corto plazo: “Una caída del 20% en una cartera de 10.000 dólares requiere una subida del 25% sólo para recuperar el valor de la inversión inicial. Cuanto mayor sea la caída, más difícil ha sido recuperar las pérdidas”.

Para los analistas de Flossbach Von Storch “la elección de Trump no es el fin del mundo”. Sin embargo, la lectura que extraen del resultado electoral es que eventos de esta magnitud tienen numerosas y distintas ramificaciones e interconexiones. Por ejemplo, consideran crucial que “los bancos centrales fuera de EE.UU. ahora afrontan un dilema: están dispuestos a evitar una recesión a cualquier coste”. Se refieren a que, por un lado, “el BCE y el Banco de Japón en particular mantendrán los tipos de interés bajos para hacer soportable la carga de tipos sobre los países”, mientras que, por otro, “en EE.UU., los tipos de interés podrían subir más rápido y a niveles más elevados de lo que anticipamos previamente”.

Así, desde la boutique alemana subrayan que “eventos individuales como la inesperada elección de Trump para ser el siguiente presidente de EE.UU. pueden tener un impacto sobre los mercados de inversión a través de una variedad de canales”, por lo que consideran que “una estrategia inteligente de inversión debería tener esto en cuenta, posicionando las carteras de la forma más robusta posible para salir relativamente ilesa de crisis potenciales”.